
El nuevo programa de cocina de Meghan Markle, With Love, Meghan, ha sido recibido con una ola de críticas que van mucho más allá de los habituales tabloides británicos. En una inesperada vuelta de tuerca, The Economist, la revista que la duquesa de Sussex ha citado como una de sus lecturas habituales, se sumó a la lista de publicaciones que han ridiculizado su propuesta televisiva.
Con un tono mordaz, la reseña de la prestigiosa publicación británica no solo cuestionó el contenido del programa, sino que lo comparó con la desconexión de la realeza de la que se acusó a María Antonieta en su época.
El desdén de The Economist se suma a las duras reseñas que Variety y Time han publicado sobre el programa, lo que sugiere que la percepción pública de Meghan en Estados Unidos también está cambiando.
Hasta hace poco, muchas de estas publicaciones la presentaban como una figura influyente y moderna, pero ahora parecen alinearse con el escepticismo de los medios británicos que han cuestionado su autenticidad desde su salida de la familia real.
De la influencia al escrutinio: el cambio en la cobertura mediática
Desde su matrimonio con el príncipe Harry, Meghan Markle ha sido una figura polarizadora en la prensa. Mientras que en el Reino Unido ha sido objeto de constantes ataques por parte de medios tradicionalmente monárquicos como The Sun y el Daily Mail, en Estados Unidos logró mantener una imagen más favorable, con reconocimientos como su inclusión en la lista Time 100 de personas más influyentes en 2021.
Sin embargo, la reciente reacción a With Love, Meghan sugiere un cambio en la narrativa. Variety, que en 2022 le dedicó una entrevista de portada, ahora califica el programa como “un viaje al ego de Montecito que no vale la pena hacer”. Por su parte, Time describe la producción de Netflix como “una introducción real al entretenimiento que no podría ser más aburrida”.
Más allá del contenido en sí, la crítica parece centrarse en la desconexión entre la imagen que Meghan proyecta y la realidad de su audiencia. The Economist lo expresó de manera especialmente sarcástica:
“Si quieres mejorar tu vida, asegúrate de casarte con un miembro de la familia real británica. Eso suele ayudar muchísimo”.
La metáfora de María Antonieta: un símbolo de desconexión
Uno de los comentarios más llamativos de la reseña de The Economist fue su comparación entre Meghan Markle y María Antonieta. Bajo el subtítulo “Que coman (y hagan) pasteles”, la publicación británica hace referencia al supuesto lujo con el que Markle desarrolla su programa, en el que enseña a preparar recetas mientras disfruta de la comodidad de su mansión en Montecito, California.

La crítica resalta el contraste entre la imagen que Meghan intenta proyectar—la de una mujer accesible, en busca de la “alegría” en las cosas simples—y la realidad de su privilegiado estilo de vida.
La referencia a la última reina de Francia antes de la Revolución Francesa refuerza la idea de que la duquesa de Sussex está cada vez más alejada del público al que intenta dirigirse.
Meghan y su relación con The Economist
Que una revista como The Economist ataque a Markle es particularmente llamativo debido a la relación previa que ella misma construyó con la publicación. En 2019, durante un evento en el King’s College de Londres por el Día Internacional de la Mujer, la entonces duquesa habló sobre su consumo mediático y explicó por qué evitaba las redes sociales:
“Mi decisión personal es no alimentar la negatividad. No soy parte de eso, no lo miro. Pero sí leo The Economist”.
En esa misma intervención, mencionó cómo la revista abordaba temas de impacto global, como el papel de las mujeres en el mundo y la desigualdad social. Sin embargo, ahora The Economist ha pasado de ser una fuente de información respetada por Meghan a ser un nuevo crítico de su imagen pública.
Un futuro incierto en la pantalla
El fracaso de With Love, Meghan representa un revés en los intentos de la duquesa por consolidar su carrera mediática. Su anterior acuerdo con Spotify terminó abruptamente en 2023 después de que su pódcast Archetypes fuera cancelado tras una sola temporada, y ahora su relación con Netflix parece estar en una situación delicada.

Pese a las críticas, algunos medios han sido más indulgentes con la producción. The Cut, por ejemplo, elogió el programa al afirmar que “la propaganda de With Love, Meghan está funcionando en mí“, en referencia a la imagen cuidadosamente construida de la duquesa.
Sin embargo, la mayoría de las reseñas apuntan a una desconexión entre su mensaje y su realidad, lo que plantea dudas sobre el éxito de sus futuros proyectos en la industria del entretenimiento.
Lo que está claro es que Meghan Markle sigue siendo una figura que genera tanto fascinación como rechazo, y su lucha por controlar su propia narrativa mediática parece estar lejos de terminar.
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