Así es el Palacio Lakshmi Vilas, la casa más grande del planeta donde solo viven cuatro personas

Construido en 1890 en la ciudad india de Vadodara, el majestuoso Palacio Lakshmi Vilas cuenta con 170 habitaciones, jardines diseñados por un paisajista británico y una mezcla única de estilos arquitectónicos indios y europeos

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Solo cuatro miembros de la
Solo cuatro miembros de la familia Gaekwad habitan el majestuoso Palacio Lakshmi Vilas, símbolo de la herencia real india (Wikimedia)

En la región de Vadodara, India, se encuentra la mayor residencia privada del mundo, el Palacio Lakshmi Vilas, un complejo de 2,8 millones de metros cuadrados habitado por solo cuatro personas: el marajá Samarjitsinh Gaekwad, su esposa Radhikaraje y sus dos hijas. El edificio se destaca por sus 170 habitaciones, jardines extensos y su función como sede de eventos culturales.

A pesar de la magnitud, la residencia sigue operando como una casa familiar y mantiene áreas restringidas para preservar la intimidad de sus habitantes. Según O Globo, la construcción del palacio se completó en 1890 y pertenece a la familia Gaekwad, que gobernó la región de Vadodara hasta la independencia de la India.

La mansión, declarada la mayor del mundo por la revista Architectural Digest, recibe comparaciones constantes con otros palacios emblemáticos, pero supera a todos en superficie y número de estancias.

El edificio incluye espacios históricos, como el salón Haathi, decorado en azul y dorado, específicamente diseñado para que el rey descendiera de su elefante y accediera directamente al interior del recinto, así como la Sala Durbar, famosa por la mezcla de artesanía india y mosaicos, vitrales y lámparas de origen europeo.

El Palacio Lakshmi Vilas abre
El Palacio Lakshmi Vilas abre parte de sus instalaciones al público para festivales culturales y exposiciones de automóviles antiguos (Wikimedia)

El palacio cuenta con su propio campo de golf y jardines diseñados por el británico William Goldring, y su estructura integra detalles propios del arte islámico, la espiritualidad hindú y los recuerdos del periodo Mughal. Las esculturas en piedra y los paneles en mosaico fueron realizados por artesanos locales y europeos.

En las últimas décadas, el edificio abrió parte de sus instalaciones al público para festivales de danza, exposiciones de automóviles antiguos y otras actividades, aunque los espacios privados, los dormitorios y ciertos muebles históricos permanecen inaccesibles salvo para la familia.

La decisión de abrir el palacio a actividades culturales responde, según Radhikaraje Gaekwad, al deseo de que la propiedad siga siendo un símbolo y patrimonio para la ciudadanía india.

La Mansión Safra en São
La Mansión Safra en São Paulo es la única residencia latinoamericana comparable, con 130 habitaciones y helipuerto (Wikimedia)

Reportes de Architectural Digest detallan que la familia permite a fotógrafos e invitados selectos acceder a las zonas preservadas, que conservan piezas en madera tallada y vitrales antiguos que proyectan luces de múltiples colores en las paredes. En los salones más distinguidos, como el de la coronación, se encuentran representaciones de figuras mitológicas hindúes, pinturas religiosas y recuerdos materiales que evocan la historia y los deberes de la familia real frente a su pueblo.

El Palacio Lakshmi Vilas no es solo la mayor casa del mundo por sus dimensiones, sino también por la densidad de significado histórico y cultural. A pesar de la apertura parcial, la mansión sigue siendo el hogar principal de la familia Gaekwad, que decidió preservar la función residencial de una parte significativa del inmueble, combinando así la vida privada con el compromiso con la comunidad y la cultura regional.

El Palacio Lakshmi Vilas en
El Palacio Lakshmi Vilas en Vadodara es la residencia privada más grande del mundo, con 170 habitaciones y 2,8 millones de metros cuadrados (Wikimedia)

Es fácil perderse en la imponencia. Pero este es nuestro hogar”, declaró Radhikaraje Gaekwad a la revista especializada, al describir la experiencia de vivir en una residencia de tales proporciones.

A nivel internacional, sólo una residencia latinoamericana aparece en el mismo ranking: la Mansión Safra, ubicada en el barrio Morumbi de São Paulo, Brasil. Esta propiedad, terminada en los años noventa, tiene una superficie de 10.900 metros cuadrados, cuenta con 130 habitaciones, helipuerto y está inspirada en los palacios romanos. La mansión es propiedad de la familia Safra, uno de los clanes empresariales más influyentes del continente, y se mantiene como residencia privada con acceso restringido.

El fenómeno de las grandes residencias privadas se relaciona con tradiciones familiares, contextos históricos y la evolución social de quienes ocupan estas propiedades. A diferencia de otras viviendas señoriales convertidas en museos o instituciones públicas, el Palacio Lakshmi Vilas busca combinar la convivencia cotidiana de los descendientes reales con el mantenimiento de un legado abierto a la sociedad.

El modelo de gestión de la familia Gaekwad convirtió el palacio en un puente entre la herencia cultural de la India y la vida contemporánea, permitiendo que el público acceda, en ciertas ocasiones, a la riqueza patrimonial de sus salones y jardines.