Cómo ser escuchado en cualquier conversación, incluso con interrupciones y distracciones

Nuevos hallazgos explican la desconexión entre hablantes y oyentes y sugieren cómo reducir malentendidos en el día a día

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Mencionar por su nombre a
Mencionar por su nombre a quien interrumpe durante una charla familiar o de trabajo es clave para marcar límites sin confrontaciones innecesarias (Imagen Ilustrativa Infobae)

Sentirse ignorado o interrumpido en una conversación es una experiencia tan común como incómoda. Ya sea en una reunión de trabajo, en una comida familiar o en una charla entre amigos, la sensación de que las palabras no llegan a destino puede minar la confianza y dificultar la comunicación.

La escena es familiar: uno expone sus ideas con claridad, siente que el mensaje fluye, pero de pronto alguien interrumpe, cambia de tema o toma la palabra sin previo aviso.

La coach de crecimiento personal, Mel Robbins, comentó en sus redes sociales que considera que las interrupciones reiteradas no son un signo de atención, sino de desinterés. Es una falta de respeto”, afirma. Asimismo, subraya que este tipo de conductas pueden ser una señal de que es momento de poner límites y reafirmar el derecho a expresar las propias ideas.

Sentirse interrumpido en una conversación
Sentirse interrumpido en una conversación puede minar la confianza, pero ajustar el ritmo al hablar ayuda a recuperar el control y la atención del interlocutor (Imagen Ilustrativa Infobae)

El impacto de no sentirse escuchado va más allá de la incomodidad momentánea. Según investigaciones de la Harvard Business School, la percepción de que los demás no prestan atención puede generar malentendidos, pérdida de información relevante y sentimientos innecesarios de rechazo.

Hanne Collins, investigadora de esta institución, señala que “cuando los empleados se sienten escuchados, prosperan y se motivan más”, lo que resalta la importancia de la escucha en todos los ámbitos de la vida.

Estrategias para afrontar interrupciones: consejos de Mel Robbins

Frente a las interrupciones, Mel Robbins propone una serie de tácticas para mantener el control de la conversación sin perder la calma. La primera recomendación, recogida por Men’s Health, es continuar hablando. No ceder la palabra de inmediato permite dejar claro que el mensaje merece ser escuchado. Esta estrategia, aunque sencilla, puede ser efectiva para reafirmar la propia posición.

Otra táctica sugerida por Robbins consiste en reducir la velocidad al hablar y hacerlo más despacio para captar la atención del interlocutor sin necesidad de elevar el tono ni recurrir al enfrentamiento.

Adaptar el estilo comunicativo a
Adaptar el estilo comunicativo a la persona que escucha evita malentendidos y aumenta las posibilidades de que el mensaje sea recibido (Imagen Ilustrativa Infobae)

Si la interrupción persiste, la coach aconseja dirigirse directamente a la persona, mencionarla por su nombre y expresar con claridad el deseo de terminar la idea antes de escuchar su opinión. Estas acciones, según Robbins, ayudan a establecer límites y a proteger el espacio propio en la conversación.

Cómo lograr que los demás escuchen: adaptar el estilo y preguntar

John Gray, doctor en psicología y autor citado por Harvard Health, sostiene que “hay toda una serie de habilidades para ser escuchado”, y que el primer paso es observar cómo reaccionan los demás. Si al intentar ayudar, los otros evitan el contacto visual o muestran poco interés, es posible que el mensaje se perciba como una crítica o como una actitud de superioridad.

Las personas a menudo solo
Las personas a menudo solo buscan compartir un problema para aliviar tensiones, no recibir consejos, por lo que aclarar la intención favorece la comprensión (Imagen Ilustrativa Infobae)

Gray recomienda, en estos casos, preguntar antes de ofrecer una opinión: “¿Te gustaría saber lo que pienso?”, o “Tengo una perspectiva diferente, ¿quieres escucharla?”. Este tipo de preguntas abiertas invitan al diálogo y reducen la posibilidad de rechazo.

El psicólogo, Tony Alessandra, también citado por Harvard Health, sugiere adaptar el ritmo y el estilo de comunicación al de la otra persona.

Algunos responden mejor a las historias y las emociones, mientras que otros prefieren mensajes directos y concisos. Observar la velocidad con la que habla el interlocutor y ajustar la propia puede evitar que la mente del otro divague o que se sienta abrumado.

El control del lenguaje corporal
El control del lenguaje corporal y la expresión facial refuerzan la percepción de que se está prestando atención en una conversación (Imagen Ilustrativa Infobae)

En el ámbito personal, Gray señala que muchas veces las personas solo buscan compartir sus problemas para aliviar el estrés, no necesariamente para recibir soluciones. Explicar al interlocutor que solo desea desahogarse, sin esperar una respuesta o consejo, puede liberar a la otra persona de la presión de tener que resolver el problema y facilitar una escucha más atenta.

La importancia de la escucha activa y cómo practicarla

Escuchar activamente es una habilidad fundamental para cualquier conversación efectiva. Según Harvard Business Review, dicha acción implica prestar atención plena, evitar interrupciones y mostrar interés genuino por el punto de vista del otro. Utilizar frases en primera persona, como “yo siento” o “yo percibo”, en lugar de señalar con el “tú”, ayuda a expresar opiniones sin que el otro se sienta atacado.

Pedir aclaraciones abiertas, como “¿puedes
Pedir aclaraciones abiertas, como “¿puedes contarme más sobre eso?”, facilita que el otro se sienta escuchado y favorece el entendimiento mutuo (Imagen Ilustrativa Infobae)

Holly Weeks, autora y experta en comunicación citada por Harvard Business Review, recomienda emplear un lenguaje claro, directo y neutral. Evitar disculparse por los propios sentimientos o buscar la simpatía del interlocutor permite mantener el foco en el tema a tratar.

Un informe de la Universidad de Boston sostiene que en la necesidad de preparar las conversaciones difíciles con antelación, definir los objetivos y anticipar posibles reacciones.

Durante la conversación, es importante pedir aclaraciones mediante preguntas abiertas como “¿puedes contarme más sobre eso?” o “¿qué es lo que te resulta importante de este tema?”.

Continuar hablando ante una interrupción,
Continuar hablando ante una interrupción, sin ceder la palabra de inmediato, puede ser suficiente para reafirmar el propio espacio en la charla (Imagen Ilustrativa Infobae)

¿Realmente nos escuchan? Lo que revelan los estudios recientes

Aunque se apliquen todas las estrategias anteriores, la percepción de ser escuchado no siempre coincide con la realidad. Un estudio de la Harvard Business School, reveló que casi una cuarta parte del tiempo (24%) los oyentes no prestan atención a su interlocutor, y que en el 31% de los casos, la percepción de atención entre hablante y oyente no coincide.

En experimentos realizados por Hanne Collins y Alison Wood Brooks, se observó que las personas pueden simular estar escuchando mediante gestos como sonreír o asentir, incluso cuando su mente está en otro lugar.

Muchas veces las personas tienden
Muchas veces las personas tienden a sonreír para mostrar que están concentrados en la conversación (Imagen Ilustrativa Infobae)

Para mejorar la comunicación, Collins y Brooks sugieren utilizar señales verbales, como hacer pausas, preguntar si el mensaje se ha entendido o retomar temas mencionados anteriormente. Estas acciones pueden ayudar a mantener la atención y a reforzar la sensación de ser escuchado.