Receta de ravioles de ricota con nueces, rápida y fácil

Disfrutar de unos ravioles caseros no tiene por qué ser una tarea compleja ni reservada para los domingos. Esta versión rápida y sencilla de ravioles de ricota con nueces permite llevar a la mesa un plato lleno de sabor, ideal para una comida especial o para transformar una cena cotidiana en algo memorable. La combinación de la ricota con nueces aporta una textura rica y un perfil de sabor suave, pero con carácter.

Esta receta toma inspiración en la cocina del norte de Italia, especialmente en la región del Piamonte, donde las nueces forman parte de muchas preparaciones tradicionales. Gracias al uso de masa comprada –como las láminas de lasagna (lasaña) fresca–, se acortan los tiempos sin sacrificar la esencia de una buena pasta rellena. Un toque de manteca y salvia como acompañamiento realza aún más esta preparación.

Los ravioles se elaboran a partir de un relleno cremoso hecho con ricota, nueces picadas y queso rallado. Este se encierra entre dos láminas finas de masa, que pueden ser caseras o compradas, lo que facilita y acelera la preparación.

Una vez armados, los ravioles se cocinan en agua hirviendo y se sirven con una salsa ligera de manteca y salvia, aunque también se adaptan muy bien a salsas de crema, pesto o incluso una simple salsa de tomate.

Para esta receta de ravioles de ricota con nueces, el tiempo total estimado es de 45 minutos, distribuidos de la siguiente manera:

• Preparación del relleno: 10 minutos
• Armado de los ravioles: 20 minutos
• Cocción: 5-7 minutos
• Elaboración de la salsa (opcional): 5-8 minutos
• Presentación: 3-5 minutos

• 250 g de ricota fresca
• 80 g de nueces picadas (preferentemente tostadas ligeramente)
• 2 cucharadas de queso rallado (tipo parmesano o sardo)
• Sal y pimienta negra a gusto
• 1 pizca de nuez moscada (opcional)
• 24 láminas de masa para lasagna fresca
• 1 huevo (para sellar los bordes de los ravioles)
• Manteca y salvia fresca (para la salsa, opcional)

1- En un recipiente, se mezcla la ricota con las nueces picadas, el queso rallado, sal, pimienta y, si se desea, una pizca de nuez moscada.

2- Se cortan las láminas de masa en cuadrados de unos 6 a 7 centímetros de lado.

3- Sobre cada cuadrado, se coloca una pequeña cucharada del relleno.

4- Se pincelan los bordes con huevo batido y se cubre con otro cuadrado de masa, presionando bien los bordes con los dedos o con un tenedor para sellarlos.

5- En una olla grande con abundante agua y sal, se hierven los ravioles durante 5 a 7 minutos, o hasta que suban a la superficie.

6- Mientras tanto, se derrite manteca en una sartén junto con hojas de salvia fresca, creando una salsa simple y aromática.

7- Una vez cocidos, los ravioles se escurren con cuidado y se sirven de inmediato con la salsa deseada.

Con los ingredientes indicados, la receta rinde 4 porciones de ravioles, en cantidades ideales como plato principal.

Cada porción contiene aproximadamente:

• Calorías: 410
• Grasas: 22 g
• Grasas saturadas: 8 g
• Carbohidratos: 35 g
• Azúcares: 2 g
• Proteínas: 17 g

Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.

Los ravioles crudos pueden conservarse en la heladera hasta 24 horas, siempre que estén bien tapados para evitar que se sequen. También se pueden congelar en crudo durante 2 meses. Una vez cocidos, lo ideal es consumirlos el mismo día, aunque se pueden guardar en refrigeración hasta 2 días y recalentarlos suavemente.