Amor y amistad, ¿es posible tenerlo todo en una pareja?

La cultura actual impone nuevas exigencias al vínculo amoroso, pero no todos están dispuestos a asumir ese desafío

Guardar
La visión moderna del matrimonio
La visión moderna del matrimonio combina autoexpresión, amor y amistad como roles integrados (Imagen Ilustrativa Infobae)

Durante siglos, el matrimonio fue una institución en constante cambio, que evolucionó de un arreglo utilitario a un espacio de autorrealización. En este contexto, la idea de que la pareja debe ser también una “mejor amiga” ganó popularidad, aunque no está exenta de controversia.

¿Es realista esperar que una persona desempeñe todos los roles afectivos y prácticos en la vida de alguien? El artículo de The New York Times examinó este dilema desde múltiples ángulos, testimonios personales, análisis histórico y la mirada de psicólogos especializados.

1- Diferencias funcionales entre pareja y amistad

Stephanie López, de 43 años y residente en Hawái, retrata con claridad la tensión entre lo que se espera de una pareja y lo que define una amistad. Aunque describe a su esposo como un hombre íntegro, cariñoso y respetuoso, rechazó categóricamente la idea de que él sea su mejor amigo.

¡No! No tengo sexo con mis amigos. No pago facturas con mis amigos. Y te garantizo que, si lo hiciera, cambiaría por completo la dinámica de la relación”, expresó.

Esta afirmación apunta a una distinción fundamental entre los vínculos románticos y los amistosos: la confluencia de sexualidad, economía doméstica y crianza de hijos en el ámbito de la pareja transforma el tipo de vínculo, introduciendo complejidades ajenas a una amistad convencional.

Especialistas debaten si la pareja
Especialistas debaten si la pareja debe cumplir funciones emocionales y prácticas completas (Imagen Ilustrativa Infobae)

2- Una exigencia contemporánea: pareja, amante y mejor amigo

Alexandra Solomon, psicóloga clínica y conductora del podcast Reimagining Love, describió cómo la cultura actual fomenta la expectativa de que la pareja debe ser también la figura más cercana a nivel emocional. “Queremos a alguien que nos vea y nos entienda”, afirmó, aludiendo a que esa conexión empática es precisamente lo que se busca en una amistad.

El artículo señala que esta expectativa se volvió omnipresente: desde redes sociales hasta tarjetas de felicitación, se impulsa la idea de una pareja “todo en uno”, que debe fungir como amante, compañero de vida y confidente emocional.

3- El matrimonio como institución en transformación

Eli J. Finkel, psicólogo social y autor de El matrimonio de todo o nada, contextualiza históricamente esta nueva concepción del vínculo de pareja. Según su análisis, el matrimonio en Estados Unidos transitó por tres grandes etapas:

  • La era pragmática, hasta mediados del siglo XIX, donde el vínculo matrimonial se centraba en cubrir necesidades básicas como alimento y techo.
  • La era basada en el amor, que abarcó aproximadamente desde 1850 hasta 1965, en la que primaron la compañía y el afecto.
  • La era de la autoexpresión, vigente desde entonces, en la que el matrimonio se convierte en una plataforma para el crecimiento personal, emocional y psicológico.
El modelo de matrimonio “todo
El modelo de matrimonio “todo en uno” puede intensificar relaciones o hacerlas colapsar (Imagen ilustrativa Infobae)

“La relación matrimonial ha asumido cada vez más responsabilidad por nuestras necesidades sociales y psicológicas”, explicó Finkel. Esta progresiva acumulación de funciones intensificó las exigencias sobre las parejas, creando condiciones tanto para una mayor conexión como para una mayor vulnerabilidad ante el fracaso.

4- Experiencias personales dispares

El artículo recoge testimonios de personas que abrazaron, o rechazaron, esta visión integral de la pareja.

Jennifer Santiago, de 42 años, residente en Orlando, asegura que su esposo es su mejor amigo. Ambos se conocieron en la adolescencia y, a pesar de haber tenido períodos de separación, su profunda amistad los llevó siempre a reencontrarse. “Siempre había un vacío cuando nos tomábamos un descanso. ¡Guau, de verdad que lo hacemos todo juntos!”, expresó.

La experiencia histórica muestra tres
La experiencia histórica muestra tres eras clave en el matrimonio según sus funciones (Imagen Ilustrativa Infobae)

En contraposición, la propia doctora Solomon aclara que aunque mantiene una relación sólida con su esposo, no lo considera su mejor amigo. “Mi mejor amiga se llama Ali y vive en Seattle. Estuvo en esa situación desde que teníamos 10 años”, dijo. Este ejemplo ilustró que una relación sentimental duradera no necesariamente exige que se desplace el lugar de la amistad tradicional.

5- Manejo de expectativas: entre el deseo y la realidad

La pregunta central del artículo no es si una pareja puede ser también una mejor amiga, sino si es razonable esperar que lo sea. Según Finkel, el punto no es desalentar este ideal, sino advertir sobre su peso acumulativo.

“No quiero sonar como un regaño. Solo quiero que la gente sepa que cada expectativa adicional que se añade a la relación conlleva la oportunidad de una mayor cercanía, pero también conlleva el riesgo adicional de que la relación se derrumbe bajo el peso de esas expectativas”, advirtió.

Testimonios exponen perspectivas opuestas sobre
Testimonios exponen perspectivas opuestas sobre parejas que son también mejores amigos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Finkel propuso repartir las demandas afectivas, prácticas y sociales entre distintos vínculos, contar con amigos para apoyo emocional o aceptar que la cercanía con la pareja no implique necesariamente una vida sexual intensa.

Adam Fisher, presidente de la división de psicología de pareja y familia de la Asociación Americana de Psicología, añadió que el “pegamento” que sostiene una relación puede no ser la amistad.

“Las parejas necesitan algún tipo de ‘pegamento’: compromiso, valores compartidos, sexo, finanzas, algo”, afirmó, dejando claro que el modelo de “mejor amistad más sexo” es viable, pero no universal.

Finalmente, Stephanie López concluyó con una visión que resume la advertencia principal del artículo: “Creo que imponemos demasiadas expectativas y responsabilidades a nuestras parejas. No estoy aquí para ser todo para ustedes”.