La inteligencia artificial sacude la seguridad laboral en la industria tecnológica y redefine el futuro del empleo

El avance de la inteligencia artificial está generando incertidumbre incluso entre los profesionales del software, impulsando recortes y transformando la percepción de estabilidad en las grandes empresas tecnológicas a nivel global

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El reciente recorte de 14.000 puestos en Amazon ilustra la magnitud de los cambios.

La percepción de seguridad laboral en la industria tecnológica ha comenzado a resquebrajarse ante el avance de la inteligencia artificial, un fenómeno que hasta hace poco parecía ajeno a quienes dominaban el mundo del software.

Durante años, trabajar en Big Tech se consideró un refugio frente a la inestabilidad del mercado laboral, al punto de convertir la frase “solo aprende a programar, hermano” en un eslogan recurrente dirigido a quienes buscaban empleo. Sin embargo, la irrupción de la IA está alterando este panorama y extendiendo la incertidumbre a otros sectores de cuello blanco, según reportó The Wall Street Journal.

El reciente recorte de 14.000 puestos en Amazon ilustra la magnitud de los cambios. Andy Jassy, director ejecutivo de la compañía, explicó en una llamada sobre los resultados del tercer trimestre que la decisión “no fue realmente impulsada por motivos financieros y ni siquiera está realmente motivada por la inteligencia artificial, al menos no en este momento”.

Jassy argumentó que el objetivo principal era mantener la agilidad organizacional: “No sé si alguna vez ha habido un momento en la historia de Amazon, o tal vez de los negocios en general, con la transformación tecnológica que ocurre ahora, en el que sea tan importante ser esbelto, ser plano y moverse rápido”.

El recorte de 14.000 empleos
El recorte de 14.000 empleos en Amazon refleja el impacto de la inteligencia artificial y la necesidad de agilidad organizacional en Big Tech (REUTERS/Dado Ruvic/Illustration)

Las empresas estadounidenses enfrentan presiones diversas, desde aranceles hasta recortes presupuestarios gubernamentales y cambios en los hábitos de consumo. No obstante, la posibilidad de utilizar IA para operar con menos empleados resulta cada vez más atractiva para los directivos, una tendencia que no se limita a los programadores. The Wall Street Journal advierte que otros profesionales de oficina también podrían verse afectados por esta dinámica.

En el ámbito de la robótica, la periodista Joanna Stern de ese mismo medio relató su experiencia con Neo, un robot humanoide de 1,68 metros (5 pies 6 pulgadas) de altura, capaz de realizar tareas domésticas como cargar el lavavajillas, doblar ropa o traer una botella de agua del refrigerador.

Stern describió la escena como sorprendente y subrayó la paradoja de la IA moderna: “Las clases de modelos sofisticados que las empresas están usando para realizar trabajo real y reducir personal no son las que acaparan toda la atención. Para la gran mayoría de las tareas, no son los modelos de IA más grandes e inteligentes, sino los más simples los que están ganando terreno”.

El impacto de la inteligencia artificial se refleja también en las estrategias de las grandes tecnológicas. Este año, Apple logró evitar una crisis gracias a la gestión de Tim Cook, quien enfrentó riesgos derivados de los aranceles impuestos por la administración Trump, litigios con Google y la presión de la competencia en IA. Cook optó por una estrategia conservadora, combinando maniobras políticas y legales con el lanzamiento de nuevos iPhones, lo que permitió que la empresa alcanzará una valuación de 4.000 millones de dólares.

Empresas tecnológicas estadounidenses consideran la
Empresas tecnológicas estadounidenses consideran la inteligencia artificial como una vía para operar con menos empleados y reducir costos (Foto: Amazon)

Mientras tanto, las principales compañías de Silicon Valley planean invertir 400 mil millones de dólares en inteligencia artificial durante este año, aunque consideran que esa cifra aún resulta insuficiente. Meta Platforms, Google, Microsoft y Amazon intentaron tranquilizar a los inversores al presentar sus resultados trimestrales. Google y Amazon lograron ese objetivo, mientras que Meta y Microsoft no convencieron al mercado, según WSJ.

En el sector de los semiconductores, la empresa Substrate anunció haber reinventado un componente clave en la producción de microchips y planea utilizar esta innovación para construir fábricas en Estados Unidos. Por su parte, OpenAI completó su transición hacia una estructura corporativa tradicional, lo que despeja el camino para una oferta pública inicial (IPO). La promesa de mantener su sede en California fue determinante en este proceso.

El auge de la inteligencia artificial ha dado lugar a nuevas oportunidades de negocio. Mercor, una startup fundada en 2023 por tres jóvenes que abandonaron la universidad, ha alcanzado una valuación de 10 mil millones de dólares. La empresa, que cuenta entre sus clientes a OpenAI y Anthropic, se dedica a reclutar personas para entrenar chatbots, consolidándose como un sector emergente de gran potencial económico, según The Wall Street Journal.