Cuáles son los efectos en el cerebro de ver contenido en internet a una velocidad rápida, según un especialista

Marcus Pearce, profesor de Ciencias Cognitivas en la Universidad Queen Mary de Londres, ha advertido que recibir demasiada información en un periodo muy corto puede saturar nuestra memoria de trabajo

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Ver o escuchar videos en modalidad acelerada puede hacer que parte de la información se pierda en el proceso. (mexiconomics.com)

En los últimos años, se ha vuelto común que muchas personas —especialmente los jóvenes— escuchen podcast, audiolibros o clases virtuales en velocidades aceleradas. La idea de consumir más contenido en menos tiempo resulta atractiva, pero no está libre de consecuencias. Marcus Pearce, profesor de Ciencias Cognitivas en la Universidad Queen Mary de Londres, ha advertido que recibir demasiada información en un periodo muy corto puede saturar nuestra memoria de trabajo, un sistema mental con capacidad limitada.

Cuando esta memoria se ve desbordada, se produce lo que los expertos denominan sobrecarga cognitiva, un fenómeno que reduce significativamente la capacidad de retener lo que se escucha. Según Pearce —quien publicó un artículo en la BBC sobre este tema—, ver o escuchar videos en modalidad acelerada puede hacer que parte de la información se pierda en el proceso.

Esto ocurre porque, al recibir una gran cantidad de datos en poco tiempo, el cerebro no alcanza a procesar, organizar ni comprender adecuadamente lo que oye. Como resultado, se genera una especie de “embotellamiento mental”, en el que los contenidos ingresan con tal rapidez que no logran ser almacenados de forma clara ni completa.

Si bien el oído humano
Si bien el oído humano puede comprender discursos de hasta 450 palabras por minuto, hay una diferencia entre entender y recordar. (Freepik)

Ver y escuchar contenidos en velocidades superiores es una práctica habitual

Ver y escuchar contenidos en velocidades superiores a la normal ya no es una excentricidad. En una encuesta a estudiantes de California, el 89% reconoció modificar la velocidad de reproducción de sus clases online. Esta tendencia, que ha sido ampliamente discutida en medios de comunicación, se justifica por razones prácticas: permite repasar temas varias veces o simplemente ahorrar tiempo. Incluso se plantea como un recurso útil para no perder la concentración durante un video largo.

Si bien el oído humano puede comprender discursos de hasta 450 palabras por minuto, hay una diferencia entre entender y recordar. Una revisión de 24 estudios sobre el aprendizaje con videos mostró que, si bien ver contenido a 1,25x o 1,5x tiene efectos mínimos, a partir de 2x el rendimiento comienza a deteriorarse. Por ejemplo, un grupo de estudiantes que solía obtener una media de 75% en sus evaluaciones, podría ver reducida esa cifra a 58% si incrementan la velocidad de reproducción a 2,5x.

Adultos mayores son los más afectados al ver videos a velocidades superiores a la normal

Uno de los hallazgos más reveladores apunta a la edad. Según Marcus Pearce, los adultos mayores, entre 61 y 94 años, obtuvieron peores resultados que los más jóvenes al consumir contenido acelerado. Esto podría deberse a un desgaste natural de la memoria que dificulta la codificación de información compleja en menor tiempo.

Sin embargo, no se descarta que la experiencia y el hábito también influyan. Es probable que los jóvenes estén más acostumbrados a esta forma de consumo y, por tanto, mejor preparados para procesar una mayor carga de estímulos.

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Ver videos o escuchar contenido a 1,25x o 1,5x podría ser inofensivo e incluso útil para ciertos objetivos. (Freepik)

Efectos positivos de oír contenido a mayor velocidad

Aunque aún no existen evidencias concluyentes sobre los efectos a largo plazo de la reproducción rápida, los investigadores no descartan que esta práctica pueda, en ciertos casos, aumentar la capacidad del cerebro para procesar más información.

El problema radica en que esta mejora potencial podría ir acompañada de un mayor cansancio mental. Además, aunque no afecte significativamente la memoria en todos los casos, muchos usuarios afirman que la experiencia resulta menos placentera, lo cual puede reducir la motivación para continuar aprendiendo.

La conclusión provisional es clara: ver videos o escuchar contenido a 1,25x o 1,5x podría ser inofensivo e incluso útil para ciertos objetivos, pero exceder esa velocidad con frecuencia puede perjudicar la comprensión y el recuerdo. Hasta que la ciencia tenga más respuestas, conviene no perder de vista que el aprendizaje requiere no solo velocidad, sino también pausas, conexión emocional y disfrute.