El caso “Sister Hong”: cómo la tecnología expuso las fallas de privacidad y seguridad en las apps de citas en China

Jiao Moumou, creador del perfil falso Sister Hong, fue detenido tras difundirse videos íntimos de más de 250 víctimas, desatando alarma por los riesgos de privacidad y contagios masivos de ETS

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El caso de Sister Hong,
El caso de Sister Hong, donde cientos de hombres fueron grabados ilegalmente y expuestos en la red, pone en evidencia graves fallas en la seguridad de las plataformas digitales y reaviva el debate sobre la protección de datos personales

El escándalo conocido como “Sister Hong” ha encendido una intensa discusión sobre privacidad, riesgos digitales y estigma social en China y fuera de sus fronteras. Se trata de uno de los fraudes más mediáticos ligados a aplicaciones de citas, esa moderna herramienta donde la línea entre lo privado y lo público resulta cada vez más difusa.

Qué es el polémico caso de Sister Hong

La historia empezó a tomar forma en la ciudad de Nanjing. Allí, Jiao Moumou, un hombre de 38 años, se transformó durante al menos cuatro años en la figura digital de “Sister Hong”, un personaje femenino construido a partir de maquillaje, pelucas, filtros, técnicas de cambio de voz y una narrativa calculada.

Desenmascaran el fraude de Sister
Desenmascaran el fraude de Sister Hong: apps de citas y privacidad bajo la lupa en China - (X)

En los perfiles, Sister Hong se presentaba como una mujer madura, divorciada y en busca de relaciones casuales. La imagen cautivó a cientos de trabajadores, estudiantes, profesionales e incluso extranjeros, convocados entonces a encuentros privados tras haber contactado en apps y redes sociales populares en China.

El engaño era meticuloso. Después de entrar en contacto, Sister Hong invitaba a sus interlocutores a su departamento bajo una luz tenue, largas faldas y, en muchas ocasiones, un cubrebocas que reforzaba el anonimato. En algunos casos, a cambio del encuentro, solicitaba regalos, despensa o pequeños electrodomésticos.

Según la investigación de The Economic Times y reportes en redes chinas, Jiao Moumou utilizó cámaras ocultas para grabar sin consentimiento más de 250 encuentros sexuales con hombres que nunca supieron del registro ni de su posterior uso.

El material fue subido sistemáticamente a plataformas de contenido sexual, donde terminaron expuestas las identidades de muchas víctimas. Algunos datos indican que cientos de hombres de distintos perfiles sociales y profesionales podrían haber sido grabados y, según estimaciones de usuarios en redes, la cifra real de afectados podría ascender a más de 1.600.

Con perfiles falsos cientos de
Con perfiles falsos cientos de hombres fueron engañados y grabados por Sister Hong - (Imagen ilustrativa Infobae)

Qué pasó con el creador del perfil de Sister Hong

El escándalo se desató cuando estos videos comenzaron a circular en espacios como Weibo, acumulando millones de visualizaciones y dejando ver los rostros de los hombres involucrados. Las autoridades de Nanjing intervinieron rápidamente: el 5 de julio, Jiao fue arrestado y enfrenta cargos por grabaciones no autorizadas, difusión de contenido sexual, invasión a la privacidad y uso indebido de imagen.

Las repercusiones legales reflejan la gravedad de estos delitos en la legislación china contemporánea, que penaliza severamente la difusión no consensuada de contenido íntimo.

El caso Sister Hong no solo exhibe la vulnerabilidad en entornos digitales, sino que ha reavivado viejos debates en la sociedad china y fuera de ella. De inmediato surgieron en redes sociales y foros públicos reacciones que oscilaron entre la burla y la victimización de los hombres afectados.

Mientras que algunos comentarios centraron la atención en el engaño y ridiculizaron a las víctimas masculinas, otras voces (incluyendo colectivos LGBTIQ+) alertaron sobre el uso de este caso para alimentar prejuicios transfóbicos.

Sister Hong: cómo la tecnología
Sister Hong: cómo la tecnología habilitó un fraude masivo y pone en jaque la protección de identidades digitales - (X)

En qué delitos incurrió Jiao Moumou

Diversas organizaciones han señalado la importancia de diferenciar los delitos individuales de Sister Hong (suplantación de identidad, grabación y difusión sin consentimiento) de las identidades trans. La construcción mediática del caso provocó en algunos espacios una oleada de desinformación, reforzando el estigma de que las personas transgénero “ocultan” información para engañar, cuando en realidad el accionar de Jiao Moumou responde al de un hombre cisgénero que utilizó una identidad ficticia para delinquir.

El impacto social también despertó preocupación sanitaria. El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Nanjing ofreció pruebas médicas gratuitas a quienes hubieran tenido contacto con Sister Hong, sin que hasta ahora se haya confirmado la transmisión de infecciones de manera directa, aunque los rumores persisten en el paisaje digital.

El caso continúa generando reflexión en la opinión pública sobre los peligros de las apps de citas cuando el consentimiento, la protección de datos y los límites de la intimidad quedan en manos de desconocidos.