El Papa León XIV revela la clave para que la inteligencia artificial sirva a la humanidad

El sumo pontífice cree que se debe analizar con rigor el avance de esta tecnología, sobre todo en áreas muy delicadas como la salud, la educación y la comunicación

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El líder religioso está al
El líder religioso está al tanto de los nuevos desarrollos y sus implicacione sociales. (Foto: 11 junio 2025. REUTERS/Remo Casilli)

El Papa León XIV ha hecho un llamado global a favor de una regulación ética internacional de la inteligencia artificial (IA). En su mensaje enviado a la Cumbre ‘AI for Good 2025’, celebrada en Ginebra, el pontífice invitó a los líderes mundiales y a los responsables de la industria a adoptar criterios claros de ética y a establecer una gobernanza coordinada, tanto local como global, para el desarrollo de estas tecnologías.

Su objetivo central es que la IA avance bajo la premisa de respetar la dignidad y las libertades fundamentales de todas las personas, asegurando que el progreso beneficie a toda la especie humana.

A través de un texto firmado por el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, en representación del Papa, el mensaje sostiene que el avance de la IA sitúa a la humanidad en una encrucijada sin precedentes.

Máquinas autónomas pueden hacer tareas
Máquinas autónomas pueden hacer tareas que antes eran exclusivas de las personas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

En un momento donde los algoritmos pueden tomar decisiones autónomas y afectan sectores tan sensibles como la educación, la salud y la comunicación, el pontífice sugirió que la tecnología debe estar guiada por la responsabilidad y el discernimiento, construyendo puentes de diálogo y fomentando la fraternidad en beneficio del bien común.

Por qué el Papa León XIV considera urgente una regulación de la IA

Para el sumo pontífice, la velocidad con la que avanza la inteligencia artificial conlleva riesgos que no deben subestimarse. Su mensaje advirtió que, “a medida que la IA adquiere la capacidad de adaptarse de forma autónoma a diversas situaciones mediante la toma de decisiones algorítmicas puramente técnicas, es crucial considerar sus implicaciones antropológicas y éticas”.

Por esta razón, se hace imprescindible, entonces, un debate amplio sobre los valores que deben guiar el progreso tecnológico y los deberes de los actores involucrados.

Debe existir el debate en
Debe existir el debate en cómo se enfoca el desarrollo de estas herramientas. (Imagen ilustrativa Infobae)

La carta del pontífice subrayó que la humanidad se encuentra en un momento histórico, donde el uso responsable de la IA determinará si esta tecnología será una aliada para los derechos humanos o una amenaza para ellos.

Ante transformaciones radicales en ámbitos como el trabajo, el arte o la salud, la necesidad de límites éticos y normativos aparece como un tema central. La petición papal es que la regulación no se limite a criterios utilitarios, sino que priorice la dignidad de las personas.

Cómo propone el Papa garantizar la dignidad y las libertades del ser humano

Según el mensaje, el marco regulatorio de la IA debe estar cimentado en: el reconocimiento de la dignidad inherente y las libertades fundamentales del ser humano.

La IA no debe ir
La IA no debe ir en contra de la dignidad humana. (Foto: REUTERS/Stoyan Nenov)

El desarrollo tecnológico, subraya el Papa, nunca puede estar por encima de estos valores universales ni dejar de lado la dimensión social de la tecnología.

“Garantizar que la IA se desarrolle y utilice en beneficio del bien común, construyendo puentes de diálogo y fomentando la fraternidad, y garantizando que sirva a los intereses de la humanidad en su conjunto”, resaltó la carta del Papa.

De esta forma, se espera que el avance tecnológico sea eficiente y legítimo, para reducir desigualdades y evitar que la automatización ponga gran en riesgo la justicia social o debilite la cohesión social.

Por qué la inteligencia artificial nunca será igual a los humanos

La conexión genuina solo hace
La conexión genuina solo hace parte de la esencia de estar vivo, algo que una computadora no puede imitar. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El mensaje papal distingue entre la eficiencia operativa de la IA y las cualidades propias del ser humano. Aunque la tecnología puede simular procesos de razonamiento y ejecutar tareas con rapidez, “no puede replicar el discernimiento moral ni la capacidad de forjar relaciones genuinas”.

Este énfasis en la diferencia entre habilidades computacionales y virtudes humanas, apunta a que el desarrollo tecnológico debe avanzar de modo complementario, y no sustitutivo.

El criterio ético, la conciencia y la responsabilidad son atributos insustituibles que deben guiar el diseño, la implementación y la supervisión de cualquier herramienta de esta tecnología emergente.