El millonario y peligroso negocio que “desnuda” fotos y videos con IA está creando un mercado global sin control

La venta de este contenido habría generado en el último año 36 millones de dólares anuales a través de plataformas clandestinas

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El desarrollo de la inteligencia
El desarrollo de la inteligencia artificial ha impulsado el mercado clandestino de imágenes y videos falsos de desnudos sin consentimiento. (Imágen Ilustrativa Infobae)

El desarrollo de la inteligencia artificial ha permitido que la consolidación de un mercado clandestino: los sitios y aplicaciones que permiten generar imágenes y videos falsos de personas desnudas sin su consentimiento, conocidos como “nudify” o “undress”.

Este fenómeno, expuesto en un informe de Wired y surgido a partir de los primeros deepfakes explícitos, ha evolucionado y generado un mercado millonario, impactando negativamente la vida de mujeres, adolescentes y niñas al generar situaciones de abuso, acoso y daño psicológico.

Cómo es el surgimiento y propagación de los videos alterados con IA

El origen de los llamados “nudificadores” puede rastrearse hasta 2019, año en el que empezaron a multiplicarse herramientas que utilizaban generadores de imágenes con IA para crear desnudos falsos a partir de simples fotografías.

El proceso, que en sus comienzos requería conocimientos técnicos avanzados y producía resultados de baja calidad, se ha convertido en una práctica de fácil acceso gracias al desarrollo de plataformas y aplicaciones que automatizan el uso de algoritmos sofisticados en pocos pasos.

Los 'nudificadores' con IA generan
Los 'nudificadores' con IA generan millones de visitas y ganancias anuales, afectando principalmente a mujeres, adolescentes y niñas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El funcionamiento es el siguiente: el usuario sube una foto de cualquier persona (generalmente extraída de redes sociales) y la herramienta la procesa para generar una imagen o video en el que la persona aparece desnuda.

Estos materiales suelen ser hiperrealistas, lo que maximiza su capacidad de causar daño y de engañar tanto a las víctimas como a quienes los visualizan.

Si bien los primeros “nudificadores” se centraban casi exclusivamente en imágenes, el avance de la tecnología ha permitido la manipulación y fabricación de videos alterados, llevando el fenómeno a una nueva dimensión de peligrosidad y alcance.

Estas plataformas emplean modelos de deep learning y técnicas generativas avanzadas, que seleccionan patrones y reconstruyen partes del cuerpo inexistentes en la imagen original. El resultado es una pieza visual que simula ser auténtica, indistinguible de una captura real.

El avance tecnológico facilita la
El avance tecnológico facilita la creación de deepfakes explícitos, intensificando el acoso y la violencia de género digital. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cómo funciona el mercado de los videos alterados con IA

El análisis realizado por Indicator arrojó cifras que dan cuenta de la magnitud del fenómeno. Los sitios nudificadores sumaron en conjunto un promedio de 18,5 millones de visitantes mensuales durante un periodo de seis meses recientes.

En términos de facturación, algunas estimaciones sitúan las ganancias conjuntas en hasta 36 millones de dólares anuales (33,4 millones de euros aproximadamente).

El modelo de negocio está basado en la venta de “créditos” o suscripciones que permiten a los usuarios acceder a la generación de imágenes y videos falsos. Los pagos se canalizan a través de sistemas proporcionados por empresas reconocidas internacionalmente, lo que da estabilidad y anonimato a los operadores.

Además, la proliferación de programas de afiliados y la promoción de videos patrocinados, incluso con la participación de artistas para adultos, alimentan las fuentes de ingresos e incrementan la notoriedad del fenómeno.

El modelo de negocio de
El modelo de negocio de los sitios nudificadores se basa en la venta de créditos y suscripciones, con pagos anónimos y programas de afiliados. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El público principal de estas páginas se concentra principalmente en Estados Unidos, seguido por India, Brasil, México y Alemania. Los motores de búsqueda y las redes sociales dirigen parte del tráfico, aunque también existen estrategias orientadas a reclutar usuarios por vías alternativas, como publicidad paga y sistemas de recomendaciones.

El negocio no está libre de riesgos para quienes intentan aprovecharlo. La popularidad alcanzada ha derivado en la aparición de múltiples sitios fraudulentos, algunos operados por hackers que ofrecen aplicaciones modificadas con malware para captar datos personales y financieros de los usuarios.

Cuáles son las consecuencias de este mercado

El crecimiento de los nudificadores ha agravado el problema del acoso sexual digital y la violencia de género en línea. Además del uso masivo de imágenes robadas de redes sociales, se han registrado casos de ciberviolencia escolar en los que adolescentes “desnudan” a compañeros y compañeras para difamar o ejercer presión psicológica.

Las víctimas enfrentan un daño emocional profundo: la eliminación total de estos contenidos resulta casi imposible, intensificando la angustia y la sensación de vulnerabilidad.

El fenómeno ha derivado en
El fenómeno ha derivado en ciberviolencia escolar y daños psicológicos profundos, con la eliminación de contenidos casi imposible. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los países con mayor volumen de usuarios y tráfico hacia estos sitios también enfrentan un desafío legislativo y judicial relevante. Estados Unidos y el Reino Unido, por ejemplo, han iniciado acciones legales y regulatorias recientes.

El fiscal de San Francisco demandó a 16 servicios de generación de imágenes no consentidas, mientras que empresas como Microsoft y Meta han identificado y enfrentado judicialmente a desarrolladores responsables de este tipo de contenidos. Además, la promulgación de leyes como la Take It Down Act en Estados Unidos exige a las compañías tecnológicas la retirada rápida de imágenes abusivas.

A pesar de estos avances, los expertos insisten en la insuficiencia de las respuestas actuales. Organismos y especialistas como Henry Ajder señalan que solo una acción coordinada y eficaz de quienes facilitan y permiten la operación de estos negocios podría frenar el avance del fenómeno.

“Solo cuando empresas como estas tomen medidas específicas, empezaremos a ver progresos significativos para dificultar el acceso a estas aplicaciones y obtener beneficios de ellas”, afirmó a Wired.

Las plataformas responsables han señalado, en respuesta a investigaciones y reclamos, que sus condiciones de uso prohíben expresamente contenido ilegal y acoso. Sin embargo, la aplicación de estas políticas ha resultado en la práctica insuficiente para contener una industria que ya ha alcanzado niveles de profesionalismo y dispersión técnica muy elevados.