Nueva tendencia: pacientes llegan al médico con fotos propias alteradas con IA para que los cirujanos las hagan realidad

Las personas están pidiendo procedimientos imposibles que ponen en riesgo su vida o los afectan psicológicamente

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La inteligencia artificial impulsa una
La inteligencia artificial impulsa una nueva tendencia en la cirugía plástica al generar imágenes que alteran expectativas estéticas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La llegada masiva de la inteligencia artificial a la vida cotidiana ha desatado un fenómeno inédito en los consultorios de cirugía plástica de todo el mundo. Médicos en Estados Unidos y Europa reportan la creciente tendencia de pacientes que llevan al quirófano imágenes generadas por IA, convencidos de que pueden transformar su cuerpo en una copia perfecta de sus propias fotos “mejoradas” o de celebridades virtuales.

Esta tendencia, contanda por The Columbus Dispatch, está alimentando expectativas irreales, generando riesgos físicos y psicológicos, y agravando viejos dilemas éticos sobre el papel de la tecnología en la percepción de la belleza.

Qué pasa con esta nueva tendencia de IA y cirugías

Todo comenzó con una explosión de filtros de redes sociales, aplicaciones de edición y generadores de imágenes, que permitieron a cualquier usuario experimentar “retoques” que superan por mucho las habilidades del maquillaje tradicional o los trucos de la fotografía.

Recientemente, se popularizó hasta el extremo con concursos como Miss IA, cuyo atractivo radicó en modelos completamente generadas por inteligencia artificial, de rostros y cuerpos libres de poros, arrugas o imperfecciones.

Cirujanos advierten sobre las metas
Cirujanos advierten sobre las metas físicas imposibles que las imágenes generadas por IA están promoviendo entre pacientes. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Fanvue World AI Creator Awards, organizador del concurso, abrió así un debate profundo: ¿está la sociedad dispuesta a aceptar como ideal de belleza algo completamente ficticio y ajeno a la biología humana?

Esta pregunta ha abandonado los foros especializados y ha llegado a los consultorios médicos, según informan expertos como la Dra. Jaclyn Tomsic, cirujana maxilofacial en Cleveland, y el Dr. Craig Lehrman, cirujano plástico del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio.

Ambos médicos, entrevistados por The Columbus Dispatch, observan con preocupación como pacientes de diferentes edades acuden con imágenes generadas o editadas digitalmente, solicitando intervenciones quirúrgicas imposibles de alcanzar por las limitaciones anatómicas y biológicas humanas.

Según describe la Tomsic, la inteligencia artificial permite que cualquier persona imagine su cuerpo sin restricción, eliminando asimetrías óseas, alterando la forma, el tamaño o incluso la proporción de partes fundamentales. La IA, señala, “pone a todos bajo el mismo paraguas”, haciendo creer que la física corporal puede adaptarse a cualquier capricho de software.

La popularidad de imágenes digitales
La popularidad de imágenes digitales retocadas afecta la autoimagen y promueve estándares inalcanzables de belleza. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El Lehrman relata que la realidad biológica, la edad y la estructura ósea siguen siendo fronteras infranqueables, aunque los algoritmos digan lo contrario. Los cirujanos relatan que, cada vez con mayor frecuencia, deben dedicar parte considerable de sus consultas a explicar a los pacientes por qué sus expectativas, basadas en imágenes creadas digitalmente, no pueden cumplirse.

“Me traen fotos de celebridades, muchas veces retocadas y de personas mucho más jóvenes. Me preguntan: ‘¿Por qué no me veo así?’ Es una meta irreal”, cuenta.

Las imágenes digitales no solo son imposibles biológicamente, sino que han avanzado a tal punto que incluso los médicos encuentran complicado distinguir entre una imagen real y una generada por IA o editada digitalmente.

Antes, la manipulación de fotos requería conocimientos técnicos o un trabajo intensivo de producción. Hoy, basta con una app gratuita para simular una transformación radical en segundos.

Las consultas médicas ahora incluyen
Las consultas médicas ahora incluyen explicaciones sobre las limitaciones biológicas frente a imágenes idealizadas por tecnología. (Imagen Ilustrativa Infobae).

Esta dificultad para distinguir lo real de lo virtual intensifica la presión sobre los médicos, obligándolos a combatir diariamente la desinformación. La Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos ha optado por crear galerías online con fotos reales de antes y después, documentadas por los propios cirujanos, tratando de ofrecer una referencia honesta frente a los millones de imágenes generadas y alteradas que inundan las redes sociales cada día.

Cuáles son las consecuencias de esta tendencia

Más allá de la cuestión estética y técnica, los expertos advierten que las nuevas tecnologías han penetrado profundamente en la psicología individual y colectiva.

El Centro para el Consejo y Psicología Integral menciona que la proliferación de imágenes alteradas y generadas artificialmente está afectando la autoestima, en especial entre niños y adolescentes, quienes se encuentran comparando su apariencia con cuerpos y rostros inalcanzables. Esto incrementa los niveles de ansiedad y depresión cuando no logran parecerse a esas imágenes idealizadas.

Lehrman hace particular hincapié en el “impacto psicológico” de la tendencia. El efecto más temido es que los pacientes, incapaces de alcanzar los resultados prometidos por la IA, caigan en una espiral de intervenciones quirúrgicas repetidas, muchas veces innecesarias, buscando una perfección inalcanzable que terminará creando una gran cantidad de personas insatisfechas y persiguiendo un sueño irreal.

Expertos advierten que la IA
Expertos advierten que la IA refuerza estándares racistas y excluyentes, afectando la diversidad en los nuevos ideales de belleza. (Imagen Ilustrativa Infobae)

A este fenómeno se suma una nueva práctica: la consulta a la propia IA sobre cómo mejorar físicamente. Muchas personas confían en la respuesta de algoritmos como si fueran juicios objetivos, otorgando a la tecnología un peso desproporcionado en su autoimagen.

Detrás de este nuevo imaginario de perfección, existen problemas de fondo que impactan a nivel social y ético. Investigaciones recientes como “Artificial Intelligence in Plastic Surgery: Where Do We Stand?”, advierten que los algoritmos usualmente se nutren de vastas bases de datos con imágenes de poblaciones limitadas.

Esto genera modelos racistas, clasistas y, sobre todo, homogéneos, en los que predominan patrones eurocéntricos, cuerpos delgados, pieles jóvenes y ausencia de diversidad.

De esta forma, la crisis no se centra tanto en la pregunta “¿qué es bello?”, sino más bien en decidir a qué patrones estamos dispuestos a someternos y quién elige esos patrones.

Si la IA, entrenada con patrones excluyentes, determina qué rostros y qué cuerpos se visibilizan y cuáles no, la sociedad no solo está presenciando un cambio estético, sino una redefinición profunda de lo que resulta deseable, posible y, en última instancia, humano.