Cómo tener un Wifi seguro en casa y sin exponer la seguridad personal

Una red desprotegida no solo permite conexiones lentas, también puede exponer información personal o ser usada para actividades delictivas

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Mantener la configuración predeterminada o
Mantener la configuración predeterminada o no actualizar el software del enrutador son errores comunes que debilitan la seguridad (Imagen ilustrativa Infobae)

En el centro de cada casa conectada hay un enrutador. Silencioso, muchas veces olvidado, pero esencial. Es el puente entre todos los dispositivos del hogar y el mundo exterior. Gracias a él, un televisor puede transmitir una película, un teléfono cargar mensajes o una laptop abrir una videollamada.

Pero una red wifi desprotegida es más que una conexión lenta. Puede permitir que extraños accedan a información personal, vean la actividad en línea o incluso usen esa red para cometer delitos que después se rastrean a la dirección del titular. Por eso, asegurar el wifi no es un lujo sino una responsabilidad.

La primera barrera: cifrar la red con WPA3 o WPA2

El enrutador es el corazón
El enrutador es el corazón de una casa conectada, pero si no se configura adecuadamente puede convertirse en una puerta de entrada para ciberataques - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Todo comienza con la codificación. Los enrutadores modernos ofrecen opciones de cifrado como WPA3 o WPA2. Esta tecnología impide que otros lean la información que circula por la red.

Si el enrutador solo ofrece WPA o WEP, se está utilizando un sistema desactualizado y vulnerable. En ese caso, conviene actualizar el software del equipo o considerar la compra de uno nuevo que sí permita proteger adecuadamente la red.

Cambiar la configuración predeterminada del enrutador

Una práctica común pero arriesgada es mantener el nombre de red, usuario y contraseña que vienen por defecto. Muchos piratas informáticos aprovechan esa información pública para ingresar sin obstáculos.

La red wifi del hogar
La red wifi del hogar también necesita protección - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Por eso es importante modificar tanto la contraseña de red como la de administrador. Esta última controla el acceso a la configuración del enrutador y si cae en manos ajenas, puede permitir cambios que anulen cualquier otra medida de seguridad aplicada.

Actualizar el software del enrutador con frecuencia

Los fabricantes suelen liberar actualizaciones de seguridad para sus equipos. Visitar periódicamente su sitio web o registrar el producto ayuda a recibir notificaciones sobre nuevas versiones del software.

En algunos casos, el proveedor de internet gestiona directamente el equipo y ofrece actualizaciones automáticas. Confirmar si eso ocurre puede evitar fallos críticos de protección.

Desactivar funciones innecesarias que debilitan la red

Tu wifi es la nueva
Tu wifi es la nueva cerradura: así se protege una red doméstica (Imagen ilustrativa Infobae)

Varios enrutadores traen funciones activadas por defecto que, aunque diseñadas para facilitar el uso, también representan riesgos. Entre ellas están la administración remota, el protocolo WPS y la instalación simplificada UPnP.

Cada una permite accesos o conexiones más rápidas pero con menores controles de seguridad. Mantenerlas desactivadas refuerza la protección general del sistema.

Establecer una red exclusiva para visitas

Muchos equipos permiten crear una red secundaria para invitados. Esta red debe tener un nombre y contraseña distinta a la red principal.

De este modo, cualquier dispositivo externo se conecta a una señal aislada y no tiene acceso a otros equipos del hogar. Si un visitante tiene un programa malicioso sin saberlo, este no podrá extenderse al resto de la red.

Cerrar la sesión de administrador y activar el firewall

Una vez realizados los ajustes necesarios, es fundamental cerrar la sesión del panel de administración del enrutador. Dejarla abierta equivale a dejar las llaves puestas en una puerta.

También se debe revisar si el equipo tiene firewall incorporado y confirmar que esté activado. Este sistema actúa como una defensa adicional contra accesos no deseados.

Asegurar el wifi no sirve de mucho si los dispositivos conectados están comprometidos. Cada teléfono, tableta o computadora puede convertirse en una vía de entrada si no tiene medidas básicas de seguridad. Por eso conviene mantener los sistemas operativos actualizados, usar contraseñas fuertes y no conectarse a redes desconocidas.

En la actualidad, proteger la red wifi del hogar es parte de cuidar la vida digital. Es una tarea que no requiere conocimientos avanzados pero sí atención a los detalles. En un entorno cada vez más conectado, blindar esa primera línea de defensa puede marcar la diferencia entre una navegación tranquila y una amenaza invisible.