
El debate sobre la inminente llegada de la inteligencia artificial general (AGI) ha cobrado una intensidad sin precedentes, impulsado por advertencias de líderes tecnológicos y la creciente inquietud sobre la preparación de la sociedad para afrontar sus posibles consecuencias.
Según reporta Intelligencer, figuras como Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, y Demis Hassabis, director ejecutivo de Google DeepMind, han manifestado públicamente su convicción de que la AGI está cerca de convertirse en realidad, mientras expertos y analistas advierten sobre riesgos existenciales y transformaciones profundas en el empleo, la educación y la economía global.
La falta de consenso sobre la definición y el impacto de la AGI, sumada a la ausencia de estrategias claras para su regulación y control, ha convertido este tema en un asunto central de debate público y político.
Visiones y predicciones de líderes tecnológicos
El optimismo y la alarma conviven en las declaraciones de los principales actores de la industria de la inteligencia artificial. Sam Altman, de OpenAI, afirmó recientemente: "Ahora estamos seguros de que sabemos cómo construir AGI tal como la hemos entendido tradicionalmente“.
Esta confianza se traduce en proyecciones concretas: Altman estima que OpenAI podría alcanzar el umbral de la AGI en los próximos cinco años, aunque sugiere que el impacto social podría pasar desapercibido en un primer momento.
Por su parte, Demis Hassabis, de Google DeepMind, expresó su preocupación por la falta de preparación social ante la llegada de la AGI, advirtiendo: “No estoy seguro de que la sociedad esté lista“, según recogió Intelligencer.
Hassabis sitúa la posible consecución de la AGI en un horizonte de cinco a diez años, pero reconoce que la incertidumbre y la falta de medidas de control lo mantienen en vela.
Dario Amodei, director ejecutivo de Anthropic, prefiere hablar de “IA poderosa” y compara el avance de la tecnología con “un país de genios en un centro de datos”. Asimismo, considera factible alcanzar este nivel de desarrollo para 2026, aunque admite que el proceso podría extenderse mucho más.

En su propio manifiesto, Amodei reconoce el potencial de la IA para mejorar la salud humana y aliviar la pobreza, pero advierte: "No veo una razón sólida para creer que la IA avanzará preferencialmente la democracia y la paz“.
Leopold Aschenbrenner, exempleado de OpenAI, publicó en 2023 un manifiesto en el que sostiene que la carrera por la AGI ya ha comenzado y que, para 2025 o 2026, las máquinas superarán a muchos graduados universitarios.
Además, proyecta que, hacia el final de la década, la superinteligencia será una realidad, con consecuencias que oscilan entre la liberación total de la humanidad y su posible extinción.
Riesgos y preocupaciones: advertencias de expertos
El debate sobre la AGI no solo gira en torno a sus posibilidades, sino también a los riesgos que implica. Roman Yampolskiy, investigador en seguridad de IA, ha declarado que existe una "probabilidad del 99,999999% de que la IA acabe con la humanidad“, según reporta Intelligencer.
Yampolskiy sostiene que la única forma de evitar este desenlace sería detener por completo el desarrollo de la inteligencia artificial, una postura que subraya la gravedad de las preocupaciones sobre el control y la seguridad de estos sistemas.
Hassabis, de Google DeepMind, también ha manifestado inquietud por la rapidez con la que avanza la tecnología y la falta de mecanismos efectivos para garantizar que los humanos mantengan el control sobre sistemas que podrían superar sus capacidades cognitivas.
La presión de los inversores y la competencia entre laboratorios de IA han acelerado el desarrollo, a menudo priorizando productos atractivos sobre la seguridad y la preparación para los desafíos que plantea la AGI.
Impactos actuales de la IA antes de la AGI
Mientras el debate sobre la AGI se intensifica, la inteligencia artificial ya está transformando sectores clave como el empleo y la educación. Según Forbes, la IA ha superado debilidades humanas al aplicar patrones de comportamiento para influir en decisiones y acciones, fenómeno visible en el marketing digital y las redes sociales.
En el ámbito laboral, empresas han comenzado a reducir su plantilla humana y a aprovechar la IA para aumentar la productividad, mientras surgen nuevos empleos vinculados a industrias impulsadas por esta tecnología.

En educación, la IA ha demostrado superar a muchos estudiantes en exámenes estandarizados, lo que plantea la necesidad de replantear los métodos de evaluación y el valor de la interacción humana en el aprendizaje.
La aparición de tutores basados en IA sugiere que, en el futuro, los estudiantes menos favorecidos podrían depender exclusivamente de sistemas automatizados, profundizando las brechas educativas.
Debate sobre la definición y utilidad del término AGI
La falta de una definición universalmente aceptada de AGI complica el debate y alimenta la confusión pública. Intelligencer señala que el término se utiliza tanto como herramienta de marketing como justificación para políticas y estrategias empresariales.
Sam Altman reconoció en una entrevista reciente que "AGI es un término que creo que se ha devaluado casi por completo“, y describió una amplia gama de interpretaciones sobre lo que realmente significa.
El artículo compara la narrativa actual sobre la AGI con los discursos históricos sobre la automatización en el siglo XX, cuando se predecía la desaparición del trabajo humano y se generaban expectativas de cambios radicales en la economía.
Al igual que entonces, la discusión sobre la AGI oscila entre el entusiasmo por el progreso tecnológico y el temor a la pérdida de control y relevancia de los seres humanos.
Perspectivas optimistas y de oportunidad
No todas las voces en el debate sobre la AGI son pesimistas. Jason Warner, director ejecutivo de Poolside, sostiene que la AGI puede convertirse en una herramienta de apoyo para los trabajadores jóvenes, especialmente en la industria del software.
Según declaraciones recogidas por Fortune, Warner considera que la AGI permitirá a los nuevos empleados contar con un "líder senior infinitamente paciente" a su lado, facilitando el aprendizaje y el desarrollo profesional.
Además, Warner argumenta que, en lugar de reemplazar empleos, la AGI podría potenciar el crecimiento de la fuerza laboral y ofrecer oportunidades de capacitación personalizadas.

También destaca que la definición de AGI varía según el interlocutor, pero en su visión se trata de sistemas capaces de realizar el trabajo informativo equivalente al de una persona, actuando como asistentes expertos y siempre disponibles. Esta perspectiva contrasta con los temores de desplazamiento laboral, proponiendo un escenario en el que la tecnología complementa y empodera a los trabajadores.
Reacciones sociales y estudios de opinión
La preocupación por el impacto de la inteligencia artificial en el empleo es compartida por amplios sectores de la sociedad. Un estudio de Pew Research, citado por Fortune, reveló que el 52% de la fuerza laboral estadounidense teme que la IA afecte negativamente sus oportunidades laborales, siendo los trabajadores de ingresos bajos y medios los más preocupados.
En tanto, una investigación de BMG Research indica que los jóvenes de entre 18 y 24 años muestran especial inquietud por su futuro profesional en un entorno dominado por la IA.
Estas percepciones reflejan la brecha entre el optimismo de algunos líderes tecnológicos y la ansiedad de la población general, que observa con escepticismo la promesa de una transición sin sobresaltos hacia una economía impulsada por la inteligencia artificial.
Llamados a la preparación y adaptación
Ante la incertidumbre sobre la llegada y el impacto de la AGI, la recomendación general de expertos y analistas es prepararse y adaptarse a los cambios que la inteligencia artificial ya está generando.
Forbes sugiere que la mejor estrategia consiste en desarrollar habilidades relacionadas con la IA, mantenerse informado sobre los avances tecnológicos y ajustar las competencias profesionales a medida que evoluciona el entorno laboral.
Intelligencer concluye que, aunque la AGI sigue siendo un concepto ambiguo y sujeto a debate, la transformación tecnológica es innegable y requiere una respuesta activa de la sociedad.
La discusión sobre la AGI, lejos de ofrecer certezas, plantea la necesidad de negociar y decidir colectivamente cómo se aplicarán y regularán estas tecnologías en el futuro.
Últimas Noticias
Dogecoin y otras criptomonedas: este es su precio en el mercado
Así se han movido las criptomonedas en las últimas horas

Qué significa regalar una planta lengua de suegra, según la IA
Muchas personas eligen tener esta planta en casa porque es resistente y se adapta bien a temperaturas que van de los 17 a los 30 grados centígrados

En video: robot pierde el control y ataca a dos personas durante una prueba de funcionamiento
El incidente generó reacciones en redes sociales y reavivó el debate sobre los límites de la inteligencia artificial autónoma

Ethereum: cuál es el precio de esta criptomoneda este 12 de mayo
Ethereum es la criptomoneda #2 más usada en el mundo

Una startup revoluciona la agricultura con tecnología robótica
Según MIT News, la empresa Fyto desarrolla un sistema automatizado que cultiva una planta acuática rica en proteínas en aguas residuales, generando insumos sostenibles sin necesidad de tierra fértil ni químicos
