La Justicia le dio salidas transitorias al ex fiscal condenado por violar a su pareja: la advertencia del juez a la víctima

La decisión que favoreció a Julio Castro, preso en la Unidad VII de Ezeiza con una pena de más de seis años, fue tomada por el magistrado de ejecución penal Axel López. Las quejas de la víctima y la respuesta que recibió

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Julio Castro, en una imagen
Julio Castro, en una imagen del jury en su contra

El ex fiscal general Julio César Castro -condenado por a seis años y seis meses de cárcel por violar y golpear a su ex pareja- hoy goza de salidas transitorias, según documentos de la causa a los que accedió Infobae.

La medida fue concedida a comienzos de abril último por el juez de ejecución Axel López, tras un pedido de su defensa, que adujo que ya cumplió la mitad de su pena en la Unidad VII de Ezeiza, una cárcel poblada por represores de avanzada edad. La solicitud se complementó con un informe favorable del Servicio Penitenciario Federal.

En el escrito se calificó a Castro con “conducta ejemplar 10, concepto muy bueno 8, transitando el período de prueba y no posee partes disciplinarios”. El ex fiscal general, por su parte, ofreció como garante a una ex pareja, madre de sus dos hijos.

De acuerdo al reporte, Castro “se responsabilizó por los hechos cometidos verbalizando arrepentimiento y reconocimiento de la gravedad de los episodios”, un arrepentimiento, para él, inédito hasta este momento, ya que, durante toda la investigación en su contra, se asumió inocente y minimizó la acusación de su víctima, una abogada 20 años más joven que él.

“Este equipo considera que las salidas transitorias permitirían una paulatina integración al medio libre de quien nos ocupa”, finalizaron los especialistas del SPF.

El fallo firmado por el
El fallo firmado por el juez López que le otorgó las transitorias a Julio Castro

Así, López autorizó “dos egresos mensuales y por el término de seis horas en cada oportunidad” para “afianzar lazos socio familiares”. Le prohibió consumir alcohol, drogas o psicofármacos, manejar vehículos o portar un arma.

Por otra parte, valoró su reciente arrepentimiento. Sin embargo, suspendió su decisión “hasta tanto transcurra el plazo de impugnación previsto en la ley”. Finalmente, instó a Castro a “no establecer contacto por ningún medio (personal, telefónico, electrónico, epistolar, por interpósita persona, etc.) con la víctima”.

El juez Axel López, en
El juez Axel López, en foto de 2018

La víctima, sin embargo, consideró estas medidas insuficientes. Pidió “que se disponga una restricción perimetral impidiéndole acercarse a menos de 800 metros de mi persona, mi domicilio, lugar de trabajo o estudio”, así como una evaluación de riesgo a la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema.

Finalmente, advirtió duramente a López. “En caso de que, el señor juez no arbitre lo solicitado o surja algún hecho que me ponga en peligro por esta decisión de liberar a mi ex pareja que me violó, me pegó y me maltrató, será bajo su responsabilidad cualquier situación de la cual sea víctima y se informara a las autoridades correspondientes”.

En un fallo firmado esta semana, donde accedió a implementar varias de las medidas pedidas por la víctima, López le realizó una llamativa contra-advertencia a la joven abogada: “Adviértasele que, en caso de persistir en su postura e intención, su acción puede ser interpretada como constitutiva del delito previsto en el artículo 149 ter, inciso 2, apartado a, del Código Penal”, es decir, coacción agravada para obtener una medida o concesión de un funcionario público.

Castro en sus días como
Castro en sus días como fiscal

El caso y los tuits a una menor

En noviembre de 2019, Julio Castro, en aquel entonces fiscal general, fue condenado a seis años y seis meses de cárcel por el delito de violar y golpear a su ex pareja, una abogada 20 años más joven que él. La víctima lo había denunciado dos años antes en la OVD, la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema.

Castro era un hombre conocido en Tribunales. Había sido jefe de la UFISEX, el sector de la Procuración dedicado a investigar delitos sexuales contra niños, designado por el fallecido ex procurador Esteban Righi. También, integró el equipo original que enjuició al portero femicida Jorge Mangeri.

En aquella audiencia donde fue condenado, pidió que la prensa no presenciara sus últimas palabras ante el Tribunal Oral Criminal N.º 8, en donde se declaró inocente. Pidió también que no tomen fotos de su cara o lo filmen, un planteo al que, curiosamente, el Tribunal accedió. Al oír el veredicto, Castro, rodeado de sus tres abogados, se entrelazó las manos y comenzó a mecerse. Lloró y dijo “no, no”.

En junio de 2017, intentó ser camarista con un pliego avalado por altos funcionarios políticos. Su audiencia en el Senado fracasó cuando un abogado ventiló diversos tuits de Castro que databan de 2014, dirigidos a quien sería una menor chaqueña de 15 años.

Uno de los tuits de
Uno de los tuits de Castro que le costaron el ascenso a camarista

En paralelo, Castro fue removido de su cargo en mayo de 2021, destituido en un juicio político tras una investigación interna de la Procuración, una decisión tomada luego de su condena en la Justicia penal.

En su juicio político, lo acusaron de acosar sexual y laboralmente a 11 empleados desde 1995. En la lectura del veredicto, se habló de “numerosos hechos de suma gravedad dirigidos a lo largo del tiempo caracterizados por ensañamiento con mujeres y dependientes” marcados por la “falta de consciencia de género y respeto a los demás” que “configuraron un ejercicio abusivo de su poder” y que “distan de lo que la sociedad espera de un magistrado”.

Los tiempos y los modos de la Justicia fueron ciertamente laxos con respecto al ex fiscal. La denuncia en contra de Castro comenzó en la Procuración en 2017, el mismo año en que su ex pareja lo denunció. A pesar de la gravedad de la imputación, recién conoció una celda en 2021, cuando el fallo en su contra quedó firme.