Policías trataron de identificar a tres sospechosos en La Matanza: uno decidió quitarse la vida antes de ir preso

Un violento episodio tuvo lugar en la localidad de Villa Luzuriaga, partido de La Matanza, cuando policías intentaron identificar a tres personas que se encontraban en actitud sospechosa, mientras uno de ellos transportaba varios bolsos. La situación derivó en un enfrentamiento a tiros que concluyó con un delincuente se disparó en la cabeza al verse acorralado.

Según pudo saber Infobae, el hecho comenzó a las 9:20 de este miércoles, en la intersección de la avenida Monseñor Bufano (conocida coloquialmente como Camino de Cintura o Ruta 4) y La Paz.

Dos mujeres policías patrullaban esa zona de La Matanza cuando observaron a dos hombres y una mujer que actuaban de una manera que les resultó extraña.

Al intentar identificarlos, dos de los sospechosos huyeron a pie en distintas direcciones, mientras el restante -quien llevaba los bolsos- empezó a forcejear con una de las policías que trataba retenerlo.

El sujeto logró soltarse y escapó corriendo. En ese momento, otro oficial de la Policía Bonaerense, que estaba de civil y realizaba un servicio adicional en una fábrica cercana, advirtió la situación y decidió intervenir.

El agente persiguió al sospechoso por una cuadra sobre la calle La Paz y, al llegar a la primera esquina, el fugitivo se dio vuelta y gatilló dos veces contra el efectivo, quien también respondió con dos disparos. Ninguno de los balazos impactó en el otro.

Durante la persecución, el sospechoso dejó caer uno de los bolsos en el que, posteriormente, se encontraron un arma calibre 9 milímetros y drogas (marihuana y cocaína).

La fuga continuó por varias cuadras, mientras otros dos agentes se sumaron a la persecución. Finalmente, entre cuatro efectivos lograron acorralarlo en la intersección de La Paz y Thames, a unos 400 metros del lugar donde comenzó el operativo. Allí, el personal policial efectuó disparos disuasorios y le ordenó que soltara el arma y se entregara. Sin embargo, el hombre tomó la pistola y se disparó en la cabeza.

El desenlace de la secuencia quedó registrado por las cámaras de seguridad de otra fábrica de la zona y fue presenciado por empleados y otros testigos. Como sucede en estos hechos, otra fuerza (en este caso fue la Policía Federal) se ocupa de las pericias correspondientes.

Las imágenes y los testimonios confirmaron que el sospechoso se quitó la vida y que ninguna bala policial causó su muerte, según aseguraron las fuentes consultadas por este medio, que subrayaron que los disparos de los agentes fueron únicamente disuasorios.

”Si la intención hubiera sido herir al sospechoso, lo habrían hecho, ya que había al menos cuatro efectivos en el lugar", explicaron.

Horas después, la madre del fallecido se presentó ante las autoridades y explicó que su hijo, que tenía 30 años, había huido de su casa tras un allanamiento policial. La mujer reconoció el cuerpo y confirmó, además, que el muchacho tenía antecedentes penales.

Al parecer, había decidido escapar porque no quería volver a ser detenido. De hecho, según testigos, antes de dispararse, dijo: “Yo no vuelvo a caer”. Se desconoce por el momento la causa en la que estuvo involucrado.

En cuanto a las otras dos personas que escaparon en el momento inicial, las cámaras de seguridad confirmaron que no estaban armadas ni llevaban objetos sospechosos. Ambos fueron interceptados y demorados, pero recuperaron la libertad después de que se descartara su vinculación con el hecho.

El bolso con el arma y las drogas fue atribuido únicamente al sospechoso fallecido. La fiscalía especializada en estupefacientes interviene en relación con la sustancia incautada.

La investigación sigue abierta para completar las pericias sobre la pistola utilizada por el sospechoso y las armas reglamentarias de los policías que participaron en el operativo.