En qué consiste el plan para evitar que se desperdicie comida que cumple 10 años

Con la participación de la Secretaría de Agricultura la FAO, el Banco de Alimentos y la Cooperativa Obrera, el Plan Nacional de Reducción de Pérdida y Desperdicio de Alimentos celebró una década en el país

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La Secretaría de Agricultura destacó
La Secretaría de Agricultura destacó los diez años del Plan Nacional de Reducción de Pérdida y Desperdicio de Alimentos (EFE)

El Plan Nacional de Reducción de Pérdida y Desperdicio de Alimentos cumplió una década y fue el eje de un encuentro organizado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (SAGyP) junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La jornada se realizó en el marco del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos y buscó repasar los avances logrados en este período y los desafíos que se presentan hacia adelante.

El secretario de la SAGyP, Sergio Iraeta, señaló que la Argentina se convirtió en pionera en la región al institucionalizar políticas públicas vinculadas con esta temática. “No sólo es un tema que involucra al sistema productivo, es una cuestión ética y social. En estos 10 años del Plan Nacional desarrollamos acciones y herramientas concretas, avances que demuestran que, en coordinación de esfuerzos, los resultados son tangibles”, afirmó. A la vez, destacó que el país “tiene la capacidad para liderar la innovación en sistemas productivos y lograr un consumo más responsable”.

Desde la representación local de la FAO, la oficial de programas María Laura Escuder explicó que este encuentro “refleja lo aprendido en este recorrido” y subrayó que “solo a través de la cooperación, el intercambio de saberes y la innovación” es posible “transformar los sistemas agroalimentarios y garantizar que los alimentos lleguen a quienes más los necesitan”.

El repaso de estos diez años incluyó la mención de distintas herramientas y medidas que se implementaron bajo el paraguas del Plan Nacional de Reducción de Pérdida y Desperdicio de Alimentos. Entre ellas se destacó la Ley Donal, que permitió facilitar y promover la donación de alimentos en buen estado a organizaciones sociales, evitando que fueran descartados. También se desarrolló el Tablero de Mermas de Alimentos y Bebidas, un instrumento destinado a sistematizar información sobre pérdidas en la cadena de producción y distribución.

La Ley Donal facilitó la
La Ley Donal facilitó la donación de alimentos en el marco del plan nacional que cumplió diez años (EFE)

Otro de los hitos mencionados fue la elaboración de guías para pymes y municipios, diseñadas con el objetivo de brindar herramientas prácticas para gestionar de manera más eficiente el uso de los recursos y reducir las pérdidas en distintos niveles de la cadena de valor. Asimismo, en 2024 se realizó la primera medición del desperdicio de alimentos en hogares argentinos, lo que permitió contar con un diagnóstico preciso sobre las dinámicas de consumo en los ámbitos domésticos.

Según la FAO, todos estos avances fueron posibles gracias al trabajo conjunto de la Red Nacional para la Reducción de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos, un espacio que reúne a actores públicos, privados y de la sociedad civil. Esa articulación fue clave para poner en práctica distintas iniciativas y sostenerlas en el tiempo.

El evento también contó con la participación de referentes de instituciones como el Banco de Alimentos Argentina, la Cooperativa Obrera y la Escuela Argentina de Educación y Consumo, entre otras organizaciones y empresas vinculadas con el sector. Los presentes intercambiaron experiencias y remarcaron la importancia de visibilizar los logros alcanzados a lo largo de la década.

En la misma línea, los organizadores del encuentro remarcaron que la reunión “significó un espacio de intercambio entre los distintos actores participantes para visibilizar los logros alcanzados y los desafíos por delante, renovando el compromiso para accionar con más y nuevas iniciativas que constituyan el consumo y producción responsable y tiendan hacia sistemas agroalimentarios más sostenibles, inclusivos y resilientes”.

De esta manera, el aniversario del plan no solo sirvió para repasar la agenda de trabajo que permitió impulsar leyes, tableros y mediciones, sino también para consolidar un marco de cooperación en el que intervienen organismos estatales, agencias internacionales y organizaciones del ámbito social. En palabras de las autoridades presentes, la mirada puesta en los próximos años se orienta a profundizar los mecanismos que ya dieron resultados y a generar nuevas instancias de articulación que favorezcan un uso más eficiente de los alimentos producidos en el país.

Con estas acciones, el Plan Nacional de Reducción de Pérdida y Desperdicio de Alimentos suma diez años de funcionamiento y se reafirma como una política pública sostenida en el tiempo, con impacto en distintos niveles de la cadena productiva y en la vida cotidiana de los consumidores.