Un nuevo método de diagnóstico temprano podría revolucionar la detección y tratamiento de la escoliosis: las claves del avance

Un estudio, realizado en modelos animales, permitió identificar una señal que podría anticipar la aparición de esta enfermedad y facilitar intervenciones menos invasivas

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El hallazgo permite anticipar la
El hallazgo permite anticipar la enfermedad y abre la puerta a tratamientos menos invasivos (Imagen Ilustrativa Infobae)

La posibilidad de anticipar la aparición de la escoliosis antes de que se manifieste clínicamente avanzó tras un hallazgo en el Canadian Light Source (CLS).

Investigadores del Hospital para Niños Enfermos (SickKids) de Toronto y la Universidad de Toronto, liderados por Brian Ciruna, identificaron que la rigidez de la columna vertebral en modelos animales permite predecir el desarrollo de la enfermedad, lo cual abre la puerta a una detección anticipada en humanos y a la esperanza de tratamientos menos invasivos a futuro.

A modo de ejemplo, la escoliosis afecta entre el 3 y 4% de niños y adolescentes en Canadá y permanece como una condición de origen poco claro. En particular, el pez cebra se convirtió en el foco del estudio, ya que desarrolla curvaturas espinales similares a las humanas y es un modelo ideal para investigar esta patología.

Científicos de Toronto identifican biomarcador
Científicos de Toronto identifican biomarcador temprano de escoliosis en modelo animal (Imagen Ilustrativa Infobae)

Brian Ciruna, científico sénior y jefe del Programa de Biología del Desarrollo y de Células Madre en SickKids, explicó a Canadian Light Source que, pese a su frecuencia, “sabemos muy poco sobre las causas subyacentes de la escoliosis en humanos”.

Imagen avanzada y modelo animal consolidan nuevos biomarcadores

Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Nature Communications. El equipo de Ciruna empleó técnicas de imagen avanzadas en el CLS de la Universidad de Saskatchewan para crear mapas tridimensionales de alta resolución de las columnas vertebrales curvadas de los peces.

Las imágenes mostraron deformaciones y un aumento de la rigidez en estructuras espinales, condiciones también presentes en pacientes humanos con escoliosis.

Un científico en bata de
Un científico en bata de laboratorio examina imágenes digitales de columnas vertebrales humanas y secuencias de ADN en una pantalla y una tableta, mientras observa un acuario con peces en un entorno de laboratorio moderno. La escena resalta la investigación interdisciplinaria entre biología marina y genética humana, enfocada en el estudio comparativo de estructuras óseas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según detalló Brian Ciruna a Canadian Light Source: “Basándonos en la rigidez, pudimos predecir qué peces desarrollarían escoliosis”. Este progreso resulta especialmente relevante, pues no existen biomarcadores genéticos que permitan anticipar qué niños desarrollarán las formas más graves de la enfermedad.

El pez cebra se consolidó como modelo esencial para el estudio de la escoliosis humana debido a la similitud de su columna con la de las personas.

Los investigadores observaron que, a medida que la escoliosis avanza en estos peces, la columna se comporta de manera semejante a la humana. Esto refuerza la validez de los hallazgos y su potencial para su aplicación clínica.

La rigidez de la columna
La rigidez de la columna vertebral en el pez cebra predice el desarrollo de escoliosis (Imagen Ilustrativa Infobae)

La tecnología de imagen avanzada del Canadian Light Source resultó clave para estos resultados. Gracias a estas herramientas, el equipo identificó la rigidez espinal como posible biomarcador pronóstico. Actualmente, un estudio clínico en SickKids busca determinar si la teoría se confirma en humanos.

El Dr. Ciruna señaló a Canadian Light Source que, en la actualidad, los niños y sus familias enfrentan largos periodos de espera para conocer la evolución de la curvatura y, muchas veces, deben someterse a tratamientos como corsés o intervenciones quirúrgicas invasivas. La detección temprana a través de un biomarcador como la rigidez podría permitir intervenciones menos agresivas y mejorar la calidad de vida.

Estrés oxidativo y factores ambientales abren nuevas vías terapéuticas

Las investigaciones anteriores del grupo de SickKids demostraron que el estrés inflamatorio y oxidativo—un desequilibrio entre radicales libres y antioxidantes en el organismo—parece impulsar la curvatura espinal en el pez cebra.

El estrés oxidativo y factores
El estrés oxidativo y factores ambientales podrían influir en la aparición de la escoliosis (Imagen Ilustrativa Infobae)

El equipo explora si factores ambientales como la dieta, el ejercicio, las infecciones o la microbiota intestinal pueden inducir este tipo de estrés y, a largo plazo, desencadenar la escoliosis. Aunque los resultados derivan de modelos preclínicos, abren nuevas líneas de investigación con miras a terapias antioxidantes en humanos.

Brian Ciruna y su equipo consideran que el acceso a las tecnologías avanzadas del Canadian Light Source fue determinante para el avance en el estudio de una afección común que a menudo se pasa por alto. Hacia el futuro, el investigador destacó el potencial de un tratamiento no invasivo que aborde la causa subyacente de la escoliosis, lo cual podría transformar de manera radical el enfoque actual frente a la enfermedad.

Características, síntomas y tratamiento de la escoliosis

Según la Cleveland Clinic, la escoliosis se define como una curvatura anómala de la columna vertebral que puede presentarse tanto en niños como en adultos, aunque suele diagnosticarse con mayor frecuencia en la adolescencia. Se identifican diferentes tipos, como la idiopática (de origen desconocido), la congénita y la neuromuscular.

La detección temprana de la
La detección temprana de la escoliosis mejora el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes (Imagen Ilustrativa Infobae)

La afección puede manifestarse de manera leve y pasar inadvertida, o evolucionar hacia formas graves que ocasionan dolor, alteraciones posturales, pérdida de estatura y, en los casos avanzados, dificultades para respirar o posibles daños en órganos internos.

Entre los signos más comunes figuran la desigualdad de hombros o caderas, una escápula más prominente, inclinación permanente del tronco hacia un lado y disparidad en la longitud de las piernas. El proceso diagnóstico incluye la exploración física y la realización de radiografías para determinar la magnitud de la curvatura.

Las opciones terapéuticas abarcan desde la observación y la fisioterapia, hasta el uso de corsés ortopédicos y cirugías, si se trata de cuadros severos.

En la mayoría de los casos, las personas con escoliosis pueden continuar con sus actividades cotidianas sin restricciones, y la práctica de ejercicios como la natación se aconseja para reforzar la musculatura y contribuir a una mejor postura. Aunque no hay una forma demostrada de prevenir la escoliosis, la detección precoz permite anticipar el abordaje y evitar complicaciones a largo plazo.