
MIÉRCOLES, 26 DE NOVIEMBRE DE 2025 (HealthDay News) -- Un paso tan simple como mantener la misma hora de dormir cada noche podría mejorar la presión arterial de una persona, sugiere una nueva investigación.
En solo dos semanas, las personas cuyos horarios de acostarse más irregulares cambiaron a una hora regular, registraron mejoras en la presión arterial equivalentes a las observadas cuando la gente hace más ejercicio o reduce la ingesta de sal, según mostró el estudio.
"Esto podría ser una estrategia complementaria sencilla, pero de bajo riesgo, para controlar la presión arterial en muchas personas con hipertensión", escribió un equipo de investigadores de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón (OHSU), en Portland.
El estudio fue pequeño, con 11 personas de mediana edad que ya tenían hipertensión. Pero los resultados fueron tan llamativos que el equipo dijo que "esto debería evaluarse en un ensayo controlado aleatorizado más grande."
El estudio fue dirigido por el profesor asociado de salud ocupacional de OHSU, Saurabh Thosar, y fue publicado el 17 de noviembre en la revista Sleep Advances.
Como explicaron los investigadores, desde hace tiempo se sabe que los cambios diarios en el momento en que una persona se acuesta están relacionados con un peor estado de salud cardíaca. Un estudio encontró que las horas irregulares de dormir podían aumentar las probabilidades de hipertensión en un 30%.
Según el equipo de Oregón, las alteraciones en los ritmos circadianos del cuerpo probablemente expliquen los efectos irregulares de las horas de dormir sobre la presión arterial.
Los investigadores explicaron que la presión arterial disminuye un poco de forma natural durante el sueño, pero que un "reloj biológico" alterado podría debilitar esa respuesta.
En el estudio, el grupo de Thosar monitorizó la presión arterial en 11 adultos de mediana edad mientras realizaban una semana de su ciclo normal (menos regular) de sueño/vigilia.
Luego pidieron a los participantes que se mantuvieran a una hora fija para dormir durante dos semanas. Eso significaba que la diferencia en las horas de acostarse de noche en noche pasó de una media de 30 minutos a solo unos siete minutos.
No se les pidió a los participantes que cambiaran cuánto tiempo habían dormido, solo el horario de sus horas de acostarse.
El resultado: la presión arterial a 24 horas bajó 4 mmHg sistólica y 3 mmHg diastólica (los números superior e inferior en una lectura). Eso equivale a grandes cambios en el estilo de vida, como reducir el sodio o hacer ejercicio con más frecuencia, según el equipo.
Los expertos en cardiología ya saben que una reducción sistólica de la lectura de incluso 5 mm HG puede disminuir los riesgos cardiovasculares en un 10%, señalaron los investigadores.
Según los investigadores, si los resultados del estudio se replican en un ensayo más amplio y prospectivo, los esfuerzos para que la gente se mantenga en horarios regulares de dormir "podrían ser intervenciones de bajo coste y altamente escalables para reducir el riesgo cardiovascular."
Más información
Descubre más sobre las conexiones entre el sueño y la salud del corazón en la American Heart Association.
FUENTE: Oregon Health and Sciences University, comunicado de prensa, 17 de noviembre de 2025
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