Cuáles son los efectos del estrés postraumático en los rehenes israelíes liberados

En el marco del histórico acuerdo entre Israel y Hamas para el alto el fuego, la liberación de quienes estuvieron más de dos años en manos de la organización terrorista conmovió al mundo. Cuáles son las condiciones de salud física y mental que deberán enfrentar

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Omri Miran abraza a su
Omri Miran abraza a su esposa tras ser liberado (FDI)

La liberación con vida de 20 rehenes israelíes que estuvieron más de dos años prisioneros por el grupo terrorista Hamas llenó de alegría la Plaza de los Rehenes en Tel Aviv, que durante más de 700 días se mantuvo como símbolo del dolor y la espera. Desde las primeras horas de la mañana, centenares de personas se congregaron en el lugar para recibir la noticia junto a miles que seguían el momento histórico desde todos los rincones del planeta, mientras los nombres de los liberados eran anunciados y el público celebraba con abrazos y gritos emotivos.

Este hecho marcó el final del cautiverio para los israelíes que permanecieron más tiempo prisioneros en Gaza tras el ataque terrorista del 7 de octubre. En medio de la alegría por la liberación, las autoridades sanitarias de Israel prepararon protocolos especiales para atender las secuelas físicas y psicológicas de los cautivos.

La liberación también inicia un proceso de recuperación física y mental sin precedentes, donde el estrés postraumático representa uno de los mayores desafíos.

Ante la consulta de Infobae, el médico psiquiatra José Eduardo Abadi señaló que los liberados atravesaron un “macrotrauma”, que no solo puso en riesgo su vida física, sino también conviven con la sensación de que se les ha arrebatado una porción de su propia existencia. La experiencia implicó “no perder la noción identitaria de quién es uno, del tiempo y el espacio, algo sumamente difícil bajo esas condiciones”.

Ariel Cunio rehén argentino de
Ariel Cunio rehén argentino de Hamas

La licenciada Liliana Traiber, coordinadora de la Clínica de Ansiedad y Trauma de INECO, remarcó a Infobae el impacto neurobiológico: “Durante el cautiverio, el organismo permanece en un estado de hiperactivación del sistema del estrés, con liberación sostenida de cortisol y adrenalina”.

Apuntó que esto afecta estructuras cerebrales centrales para la regulación emocional, la memoria y la toma de decisiones, y aumenta el riesgo de sufrir trastorno de estrés postraumático, alteraciones del sueño y del sistema inmunológico, además de dificultades cognitivas y de adaptación social.

Traiber indicó que no todos los síntomas surgen de manera inmediata, sino que pueden aparecer semanas después, como recuerdos intrusivos, insomnio, irritabilidad o sentimientos de aislamiento.

Abadi advirtió sobre la frecuencia del miedo a la repetición del trauma, la vivencia de angustia crónica ante la posibilidad de que la amenaza vuelva, y la necesidad de acompañar a los liberados en estados de profunda tristeza o desorientación.

Los desafíos físicos y psíquicos tras la liberación

El rehén liberado Evyatar David,
El rehén liberado Evyatar David, que fue secuestrado durante el mortífero ataque del 7 de octubre de 2023 por Hamás y llevado a Gaza, reacciona a su llegada a las instalaciones del Centro Médico Rabin-Hospital Beilinson (REUTERS/Stoyan Nenov)

Al recuperar la libertad, las personas enfrentan desafíos médicos y psicológicos complejos. La especialista de INECO enumeró:

  • Trastorno de estrés postraumático (TEPT), con reviviscencias, pesadillas, hipervigilancia y evitación
  • Alteraciones del sueño, del apetito y del sistema inmunológico, producto de la activación crónica del eje del estrés
  • Trastornos del ánimo y de ansiedad, que pueden coexistir con síntomas somáticos como fatiga, dolores o dificultades cognitivas (problemas de concentración, atención o memoria).
  • Dificultades en la reintegración social y familiar, asociadas a la pérdida de autonomía prolongada, sentimientos de culpa o desconexión afectiva
  • Culpa del sobreviviente, aislamiento social y retraimiento, que pueden surgir al confrontar el hecho de haber sobrevivido o al no poder reconectarse emocionalmente con el entorno.
  • Desajuste entre las expectativas del entorno y la vivencia subjetiva, ya que la persona liberada puede sentirse aún “atrapada” internamente, sin lograr experimentar la libertad como una verdadera recuperación
El rehén liberado Alon Ohel
El rehén liberado Alon Ohel en su llegada al Centro Médico Rabin-Hospital Beilinson, en medio de un intercambio de rehenes y prisioneros y un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamas en Gaza, en Petah Tikva, Israel (REUTERS)

700 días del estrés más extremo

El médico israelí Itay Gal describió esta mañana en el Jerusalem Post que los rehenes han atravesado condiciones extremas: tortura, privación, hambre y aislamiento durante más de 700 días. Al reencontrarse con la libertad, sus cuerpos experimentan una reacción fisiológica intensa.

La liberación de adrenalina, dopamina y serotonina genera una sensación inicial de euforia y fortaleza, que puede resultar engañosa frente al agotamiento real del organismo.

Las manifestaciones del estrés postraumático (TEPT) en los rehenes liberados son diversas y complejas. El doctor Gal explicó que, tras la euforia inicial, es común que los liberados experimenten un colapso emocional. Cuando el cuerpo deja de producir hormonas del estrés, sobreviene una “quietud química” que puede desembocar en agotamiento, tristeza o depresión postraumática.

Los síntomas de TEPT incluyen flashbacks, alteraciones severas del sueño y respuestas emocionales extremas. No obstante, no todos los exrehenes desarrollan necesariamente este trastorno, aunque todos requieren monitoreo y apoyo especializado.

Los rehenes han atravesado condiciones
Los rehenes han atravesado condiciones extremas: tortura, privación, hambre y aislamiento durante más de 700 días

El daño psicológico, según Gal, puede ser más profundo y duradero que el físico, y la exposición o la presión social pueden agravar la situación.

Como detalló Infobae, tres hospitales públicos se preparan para ofrecer privacidad y tranquilidad, con habitaciones individuales, iluminación suave y la posibilidad de que familiares cercanos permanezcan junto a los liberados. El proceso de recuperación física, especialmente en casos de desnutrición severa, requiere una reintroducción alimentaria gradual para evitar complicaciones como el síndrome de realimentación.

Keren Schwartz, jefa del Departamento de Tratamiento Social en el Hospital Beilinson, ubicado en Petach Tikva, detalló a este medio que “lo más importante es devolverles el control y la privacidad, hasta en las pequeñas decisiones, como cuándo quieren que alguien entre a su habitación o cuándo desean comer. Tiene que sentirse como una casa, no un hospital”.

Keren Schwartz, jefa del Departamento de Tratamiento Social en el hospital Beilinson de Israel

El daño del macrotrauma

“El daño de este macrotrauma afecta zonas psíquicas, espirituales y físicas”, describió Abadi. Detalló que el equipo de salud que asiste a los liberados debe trabajar coordinadamente, integrando médicos, psicólogos y nutricionistas, y propiciar tanto la terapia individual como grupal. Advirtió, además, que quienes los asisten también suelen quedar emocionalmente impactados, por lo que recomendó la creación de espacios de contención para el personal de salud involucrado.

En tanto, Traiber subrayó la necesidad de reconstruir la seguridad y la confianza para poder restaurar la identidad personal, y citó al neurólogo y psiquiatra austríaco Viktor Frankl al señalar que encontrar un sentido a la experiencia puede ser un factor clave en la resiliencia postraumática.

“Como señaló Frankl, a partir de su experiencia en los campos de concentración nazis, la búsqueda de sentido resulta fundamental para la supervivencia y la reconstrucción del yo. La capacidad de brindar un significado a la experiencia dolorosa puede convertirse en un factor central de resiliencia postraumática, permitiendo que el sufrimiento se transforme en una fuente de crecimiento y fortaleza interior".

La devolución parcial de cuerpos
La devolución parcial de cuerpos de rehenes aumenta el dolor de las familias tras el anuncio de Hamas (REUTERS)

Desafíos físicos y emocionales a largo plazo

Los desafíos a largo plazo para los rehenes liberados incluyen tanto secuelas físicas como psicológicas persistentes. El doctor Gal detalló que la inanición prolongada provoca pérdida de masa muscular, debilidad general y un estado de catabolismo, mientras que la deficiencia de vitaminas del complejo B puede afectar la salud cerebral y nerviosa.

El sistema inmunitario debilitado y el riesgo de trastornos cardíacos son otras consecuencias físicas. En el plano emocional, muchos liberados han reportado síntomas de ansiedad, desapego de la realidad y culpa del sobreviviente, especialmente al saber que otros permanecen en cautiverio.

Los síntomas del estrés pueden tardar en aparecer

En muchos casos, los síntomas derivados del trauma no aparecen de inmediato, sino semanas después de la liberación, cuando la persona comienza a procesar lo vivido en un entorno ya seguro. Según precisó la licenciada Traiber, algunos de los signos más comunes incluyen:

  • Recuerdos intrusivos, pesadillas y flashbacks.
  • Desconexión emocional o síntomas disociativos.
  • Irritabilidad, impulsividad o llanto frecuente.
  • Insomnio o interrupciones del sueño por el estado de alerta persistente.
  • Dificultad para retomar actividades y roles habituales.
  • Tendencia al aislamiento o evitación del contacto social.

“La recuperación requiere abordar tanto el procesamiento del trauma como la reconstrucción de la identidad y la integración social. El acompañamiento profesional, familiar y comunitario, junto con espacios de reparación simbólica, facilita la restauración de la confianza y la cohesión social”, concluyó la especialista.

Moshe Or, hermano de Avinatan
Moshe Or, hermano de Avinatan Or, secuestrado en el mortífero atentado perpetrado por Hamás el 7 de octubre de 2023, sostiene una bandera israelí, en el emplazamiento del Centro Médico Rabin-Hospital Beilinson (REUTERS/Stoyan Nenov)

Lo que Sigmund Freud señaló sobre el estrés postraumático

Ante la consulta de Infobae, la psicóloga Sonia Almada explicó que “Freud y sus colegas, como Sándor Ferenczi, Karl Abraham y Ernst Simmel, fueron de los primeros en estudiar lo que llamaron ‘neurosis de guerra’. Observaron que muchos soldados que habían sobrevivido físicamente a la batalla seguían ‘atrapados en la escena del horror’, imposibilitados de dejar atrás aquello que vivieron”.

Almada señaló que “se preguntaban si esas neurosis podían entenderse igual que las conocidas hasta entonces, o si la guerra había abierto una herida psíquica colectiva, inédita, imposible de elaborar con las herramientas disponibles en ese momento”. Aunque las teorías de Freud fueron evolucionando, la especialista remarcó: “Su trabajo pionero sigue vigente para pensar lo que ocurre en situaciones traumáticas actuales”.

Almada advirtió que “después de un trauma, el cuerpo puede regresar, pero la mente y el alma pueden quedar ‘suspendidas en el tiempo del horror’, reviviendo de forma reiterada lo que no se pudo comprender ni asimilar”. Según la psicóloga, esto se vio en los veteranos de Malvinas y “probablemente ocurra de manera similar con quienes estuvieron secuestrados y sometidos a meses de encierro, amenaza y deshumanización”.

Almada concluyó que “cuando llega la liberación, el cuerpo sale, pero el miedo queda adentro, como una alarma persistente. El verdadero trauma empieza cuando se abren esas puertas, porque antes solo se intentaba sobrevivir”. Las secuelas, agregó, “no siempre son visibles: insomnio, hipervigilancia, ansiedad y dificultad para confiar”, síntomas que “necesitan ser dichos y escuchados para que, poco a poco, el pasado deje de ocupar el presente y sea posible la recuperación”.