El frío intenso favorece la propagación de infecciones respiratorias: cómo prevenir los contagios

Las bajas temperaturas alteran las defensas del organismo y aumentan la exposición a virus y bacterias. Los consejos para protegerse

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Las bajas temperaturas y la
Las bajas temperaturas y la calefacción sin ventilación aumentan el riesgo de infecciones y problemas respiratorios (Imagen Ilustrativa Infobae)

Finalmente, llegó el frío. Con él, muchos virus encuentran un lugar confortable para su desarrollo. El frío favorece la aparición de las infecciones respiratorias, desde el resfrío, la gripe, el COVID-19 -para la cual disponemos de vacuna-, bronquiolitis y, en algunas oportunidades hasta, las neumonías.

La buena noticia debería ser que, después de la pandemia de coronavirus, hoy nos encuentra mejor preparados en cuanto a las medidas preventivas para evitar infecciones respiratorias:

  • El lavado de manos
  • El uso de barbijo, ante aglomeraciones
  • La ventilación
  • Limpieza de superficies
  • Estornudos sobre el pliegue entre el brazo y el antebrazo

Todo el aparato respiratorio, desde la nariz hasta las ramas bronquiales más finitas, dentro de los pulmones, está recubierto por una capa de células llamada epitelio cilíndrico ciliado seudoestratificado. En medio de estas células hay terminaciones nerviosas, células del sistema inmunitario, glándulas y células mucosas, que son las productoras de moco. Este tiene una capa superficial de gel, adherente y viscosa y, por debajo, una capa acuosa.

El epitelio respiratorio y el
El epitelio respiratorio y el moco son barreras clave contra virus y bacterias (Imagen Ilustrativa Infobae)

La disposición del moco no es uniforme a lo largo del epitelio, sino que se localiza en parches. Se mueve por el movimiento de las cilias del epitelio, esto se conoce con el nombre de depuración (clearance) mucociliar, que es la velocidad del transporte del moco.

Este transporte de la capa de moco sobre el epitelio respiratorio constituye una de las barreras más eficaces de defensa de la vía aérea para evitar la generación de infección respiratoria: los virus o bacterias se adhieren a la capa de moco y liberan sobre ella las toxinas. En condiciones normales, el movimiento del moco las diluye e impide que se fijen al epitelio respiratorio.

Un conocimiento interesante recientemente adquirido en cuanto al control de la motilidad ciliar es la existencia de una dirección anatómica predeterminada.

El moco que está en la nariz pasa a la faringe para luego ser deglutido y el que está en la parte inferior asciende para también pasar al esófago y ser deglutido.

En situaciones de enfermedad, la capa de moco puede variar sus características y este se vuelve más espeso y más adherente. Se produce el enlentecimiento mucociliar, las toxinas lo atraviesan o se solubilizan a través de la capa de moco, hasta llegar a las células ciliadas del epitelio respiratorio.

El estornudo y la tos
El estornudo y la tos son mecanismos de defensa que expulsan gérmenes a gran velocidad (Canva)

Las toxinas actúan sobre esas células e inhiben o disminuyen la capacidad de movilización de las cilias: se enlentece el transporte del moco y aumenta la concentración de toxinas, que atraviesan el moco y llegan al epitelio. Se genera así un círculo vicioso donde cada vez se enlentece y deteriora más el transporte mucociliar. Esto causa una reacción inflamatoria.

Comienza entonces la colonización e invasión de tejido por los gérmenes patógenos.

En ese momento, para compensar el deterioro, el organismo expulsa bruscamente el moco mediante el estornudo. Este es un flujo de aire súbito y turbulento cuya velocidad es de alrededor de 150 km/hora, las gotitas de Flügge pueden llegar hasta los 8 metros de distancia, aproximadamente.

Otro mecanismo de defensa es la tos, causada por una contracción rápida y brusca del diafragma y de los músculos abdominales contra la glotis, que se mantiene cerrada. Esto causa un rápido aumento de la presión dentro de las vías respiratorias, cuya consecuencia también es la expulsión de las gotitas de Flügge.

El transporte de moco también se altera en presencia de temperaturas extremas: las cilias se inmovilizan y allí encontramos la explicación de por qué los días de mucho frío nos “chorrea” la nariz. Las temperaturas muy frías también pueden disminuir mecanismos de defensa inmunológicos.

Paciente con gripa  -
Paciente con gripa - (Imagen Ilustrativa Infobae)

No se trata de que el frío produce la enfermedad, lo que sucede es que se producen cambios a nivel local o inmunológico que hacen que las personas estén en contacto con los virus o bacterias y tengan más posibilidades de enfermarse. En esta época del año y en estos días de intenso frío, los hábitos cambian y facilitan el contagio de estas enfermedades:

  • Permanecemos más tiempo en lugares cerrados.
  • Pasamos menos tiempo al aire libre.
  • Encendemos calefacción (lo que aumenta el riesgo de intoxicación con monóxido de carbono) y utilizamos estufas, losas radiantes, estufas eléctricas y chimeneas a leña.

Todos estos artefactos contaminan el ambiente, inflaman e irritan las vías respiratorias, pues generan calor, pero consumen oxígeno y liberan sustancias tóxicas. Así, el aire se convierte en un caldo de cultivo para las infecciones virales y bacterianas.

Por este motivo insistimos siempre en la importancia de airear y ventilar los ambientes aun en épocas de bajas temperaturas. Recibir alimentos calientes, caldos, chocolate caliente.Y desterrar el mito de que las bebidas blancas o el café son bebidas apropiadas para estos días de frío, ya que aumentan el metabolismo y producen mayor pérdida de calor.

Debemos además saber que la exposición al frío después de más de cinco horas puede producir lesiones graves en el organismo, en especial en personas adultas mayores, niños y todas las personas que no estén bien alimentadas y con buena hidratación.

La exposición prolongada al frío
La exposición prolongada al frío puede causar hipotermia y congelamiento, especialmente en personas vulnerables (Pexels)

Los problemas como hipotermia o congelamiento pueden aparecer como consecuencia de la exposición de la piel al ambiente frío, la temperatura corporal desciende a menos de 35 grados.

Por esto el organismo inmediatamente estrecha los pequeños vasos sanguíneos de la piel de los dedos de la mano y los pies, las orejas, la nariz y esto hace que llegue menos cantidad de sangre al cerebro y al corazón.

La hipotermia consiste en que la temperatura corporal pasa a ser anormalmente baja porque el cuerpo no puede reponer el calor interno, y este grave desorden comienza con confusión, temblor, dificultad para hablar y en algunas oportunidades puede llevar algunas veces a la muerte.

Mientras que el congelamiento puede ser parcial, algunas partes del cuerpo se congelan, las células o tejidos pueden romperse, pero no quedan dañadas de manera irreversible.

Ambos se producen cuando los mecanismos de defensa no son lo suficiente para compensar la pérdida de calor. Inmediatamente ante este cuadro, la persona debe ser asistida.

*Dra. Stella Maris Cuevas: MN: 81701. Médica otorrinolaringóloga - Experta en olfato – Alergista. Ex-presidenta de la Asociación de Otorrinolaringología de la Ciudad de Buenos Aires (AOCBA).