
El freezer suele ser un gran aliado a la hora de planificar las comidas de la familia. Es que si bien siempre es preferible el alimento fresco y recién elaborado, el ritmo de vida actual hace que, en pos de priorizar comer más sano y casero, en muchas casas se recurra a congelar preparaciones para tener a mano a la hora del almuerzo y la cena.
Pero lo cierto es que muchas veces se desconoce el paso a paso y los cuidados que hay que tener en cuenta para evitar complicaciones derivadas del mal manejo de los alimentos. Para empezar, la médica especialista en Nutrición Virginia Busnelli (MN 110351) y directora médica de CRENYF, sobre la disyuntiva “fresco o congelado” aclaró que “los alimentos congelados, por lo general, no pierden calidad nutricional, ya que hoy en día en la industria se utilizan métodos rápidos de ultracongelación que mantienen casi intactos los nutrientes y las características organolépticas”.
“Si bien elegir alimentos frescos que puedan ser consumidos en el momento de la compra da la certeza de sabores, colores y texturas originales, hoy en día los alimentos congelados pueden ser -con los cuidados correctos- una muy buena opción de acuerdo a las necesidades y posibilidades de cada familia”, consideró.
Sobre si al momento de freezar, es preferible utilizar una bolsa especial para congelar o puede usarse una bolsa plástica común, la nutricionista explicó que “las bolsas para congelar son de material especial que no se modifican con la temperatura y tienen un sello hermético que ayuda a conservar el producto en un entorno más seguro. Si se van a congelar alimentos es fundamental hacerlo siguiendo los mejores procedimientos en pos de cuidar la salud”.
Y ante la consulta sobre la congelación y cómo puede deteriorar la textura de los alimentos, Busnelli afirmó que “la mayoría de las carnes, frutas y verduras no se deterioran con la congelación y se conservan mejor. Algunos alimentos, como aquellos que contienen almidones -como papas y bananas, entre otros- sí se modifican con las bajas temperaturas y adquieren una textura viscosa”. “Tampoco debe congelarse la mayonesa ni las salsas grasas ya que el frío las fragmenta separando el agua de la grasa”, recomendó.
Para el momento de descongelar, las ingenieras en Alimentos Mariana Al y Erica Pitaro Hoffman, y la ingeniera Agrónoma Daniela Crimer recordaron que los microorganismos para desarrollarse, necesitan de lo que ellas resumieron en la regla mnemotécnica “CHATTO” (comida/alimento, temperatura, tiempo y oxígeno). “Si descongelamos un alimento a temperatura ambiente, le estamos brindando esos cinco componentes ideales y necesarios para el crecimiento de microorganismos”, aseguran las especialistas en su cuenta de Instagram Bromatología en Casa.
Y explicaron que “el hecho de encontrarse congelado no previene el crecimiento de los mismos, ya que al descongelarse el agua, en esas condiciones, se logra que se convierta en disponible para que empiecen a multiplicarse rápidamente”.

En este punto, Busnelli sumó: “Hay que pensar en el congelador como en un ‘botón de pausa’, que da más tiempo para consumir los alimentos porque inactiva el crecimiento de las bacterias que están presentes en él”.
¿Cómo descongelar los alimentos?
Las expertas plantearon tres opciones: ⠀
1- Lo que más recomiendan es planificar lo que se va a comer al día siguiente y descongelar en la heladera 24 horas antes de su uso.
2- Si no se tuvo en cuenta o se olvidó de hacer eso, puede hacerse uso del microondas, que hay que saber que “modifica la calidad de los alimentos”. ⠀
3- Existe una tercera opción, que no es la favorita y no se la recomienda en cocinas hogareñas que consiste en descongelar bajo chorro de agua fría (con el agua corriendo). “No es muy amigable con el medio ambiente y puede provocar salpicaduras en la cocina con la posible contaminación de superficies en el caso de alimentos crudos”, destacaron las expertas en bromatología.

Para finalizar, sumaron dos consejos más que conviene tener en cuenta:
4- No descongelar alimentos sumergidos en agua estancada (bacha con tapón u olla). Tampoco es aconsejable hacerlo con agua hirviendo, ya que esto hará llegar rápidamente al alimento a la temperatura de zona de riesgo más propicia para el desarrollo de microorganismos. ⠀
5- Congelar pedazos pequeños, ya que esto disminuye los tiempos de descongelado y los cristales son menores por lo que se rompen menos estructuras.
Otra de las dudas más comunes sobre este tema es si se pueden volver a congelar los alimentos descongelados. “La respuesta es no -aseguraron desde Bromatología en Casa- y el motivo es el mismo: al descongelarse, el agua congelada se descongela y se vuelve disponible para los microorganismos, por ende, comienzan a crecer y ese alimento ahora va a tener una carga microbiana diferente y más alta a la de un producto fresco”.
“A excepción de que el alimento descongelado se cocine completamente, de esa forma podría volverse a congelar ya que el calor destruye las bacterias presentes en los alimentos y la posibilidad de contaminación es muy baja en este caso”, concluyó Busnelli.
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