
La retención de líquidos es la hinchazón causada por la acumulación anormal de líquidos en el cuerpo. El líquido se aloja bajo la piel, dentro de los tejidos que están fuera del sistema circulatorio, que es el encargado de transportar la sangre por todo el el organismo. Si bien este proceso se evidencia con mayor frecuencia en los pies y las piernas, también puede ocurrir en las manos, los brazos, la cara y el abdomen.
La inflamación no es solo una cuestión estética. Además de producir incomodidad alerta sobre algo que está ocurriendo en la salud. En las mujeres, las causas son variadas: desde cambios hormonales hasta un alto consumo de sal y/o sedentarismo.
En algunos casos, la retención de líquidos también es una señal de alerta sobre algún desequilibrio en el funcionamiento del organismo, por eso es importante descartar que no se trate de insuficiencia cardiaca o renal. La consulta con el médico de cabecera es fundamental para encontrar el tratamiento específico a tiempo.
“La retención de líquidos es un fenómeno por el cual el organismo se queda con más líquido del que debería, y es acumulado habitualmente en los tejidos blandos de las piernas, en los tejidos blandos del abdomen y, en algunos casos, en los tejidos blandos del pulmón, lo que le provoca a la gente falta de aire”, explicó Juan Pablo Costabal, médico cardiólogo, jefe de unidad coronaria del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), consultado por Infobae.

Este proceso se conoce como edema. Según señalan algunos expertos, se trata de una acumulación de líquido en el espacio que existe entre las células de los tejidos y en ciertas cavidades del organismo. Para quien lo padece, se puede percibir una sensación de hinchazón o inflamación debajo de la piel afectada y puede notarse, particularmente, en piernas, brazos, bajo los ojos y el abdomen. Cuando se produce esta inflación, la piel afectada luce estirada o brillante. Mientras que, cuando se presiona la región durante unos breves momentos, surge una suerte surco sobre la misma.
La acumulación de líquidos responde a factores físicos o químicos como puede ser el aumento en el consumo de sal y a “una disminución de los niveles de sustancias o moléculas que mantienen el líquido en el compartimiento intravascular que sería el caso de pérdidas de proteínas por riñón”, detalló a Infobae el nefrólogo Carlos Bonano, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Nefrología (SAN).
Según Bonano, el edema es un signo clínico y sus causas son variadas, por ejemplo, problemas circulatorios y/o trastornos en el funcionamiento linfático, más frecuente en las mujeres, es lo que termina provocando la aparición de varices; la insuficiencia Cardíaca Congestiva; las enfermedades renales; las enfermedades hepáticas; las hormonas, el hipotiroidismo o hipertiroidismo, los estrógenos y la progesterona, la píldoras anticonceptivas y el embarazo.

Otras de las causas pueden ser producto de medicamentos, o desnutrición y falta de proteínas en la dieta. También por causas genéticas o de origen familiar y el consumo excesivo de sal.
Los riñones son los encargados, entre otras funciones, de regular la sal y el agua de nuestro organismo ya que participa principalmente en el metabolismo hidroelectrolítico. Pero, si bien los riñones cuentan con el mecanismo para controlar, fundamentalmente, la falta de sal, no así el exceso.
En el caso del exceso de sal, la función renal, “no puede aumentar la eliminación más de un determinado nivel, razón por la cual el exceso lleva a retención de sodio y agua en el compartimiento intravascular que genera hipertensión arterial y edemas de miembros inferiores”, agregó Bonano. De todas formas, el organismo elimina sodio por medio de la transpiración, por lo cual el ejercicio favorece la eliminación de esta sustancia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que el consumo de sal diario no puede ser superior a los 5 gramos por día de sal que es el equivalente a 2 gramos de sodio al día.

El cardiólogo Costabal, explicó que la retención de líquidos puede generarse por varios fenómenos. Uno de ellos es la insuficiencia cardíaca, “que es la incapacidad del corazón para bombear correctamente los fluidos corporales. Ese es uno de los mecanismos, diría que es el más grave de todos”.
El segundo mecanismo tiene que ver con la retención de líquidos por insuficiencia venosa, “que las venas no sean capaces de tolerar ese líquido porque están dilatadas o porque sus válvulas son insuficientes”, detalló.
Y el tercer mecanismo, el más frecuente de retención de líquidos tiene que ver con la insuficiencia linfática. “Los linfáticos tienen que drenar el líquido que escapa de las venas y las arterias y que no pueden hacerlo. Los pacientes con insuficiencia renal también suelen retener líquidos”. En ese caso, el mecanismo tiene que ver muchas veces con que los riñones no pueden deshacerse de los líquidos o faltan proteínas para retener los líquidos dentro de las arterias y las venas.

Por otro lado, el edema de causa renal, aparece en dos tipos de síndromes y es indicador precoz de la enfermedad renal. Uno es el síndrome Nefrótico, que provoca edemas muy importantes en piernas, al finalizar el día y en párpados, escrotos y la zona del sacro, al levantarse por la mañana. “Este edema es por grandes pérdidas de proteínas por orina que produce, orina con espuma abundante y densa, aumento de peso producto de la retención de líquidos, fatiga, pérdida de apetito, aumento del colesterol”, detalló el nefrólogo Bonano.
El otro es el síndrome Nefrítico, que se caracteriza por hinchazón de cara, ojos, piernas, brazos, manos, pies, abdomen, entre otras zonas. Además de la presión arterial alta, tener sangre en la orina y la disminución del volumen de la misma.
“El diagnóstico de edema, en cualquiera de los dos casos, se basa en antecedentes, examen físico y seguramente hay que recurrir a realizar una biopsia renal. Con esa lectura podremos iniciar tratamiento específico del daño, intentando cambiar el curso de la enfermedad Renal”, concluyó Bonano.
¿ Cómo prevenir la retención de líquidos?

1) Tomar agua. La hidratación promueve la correcta función de los riñones fundamentales para la desintoxicación del organismo .
2) Reducir el consumo de sal. La OMS recomienda consumir menos de 5 gramos (un poco menos que una cuchara de té) de sal por día para la población adulta.
3) Los ejercicios aeróbicos reducen la retención de líquidos. Lo recomendable es realizar, como mínimo, actividad física 30 minutos diarios tres veces por semana o 90 minutos semanales
4) Consumir frutas y verduras. Por su alto contenido de agua ayudan al funcionamiento renal y además son alimentos bajos en sodio.
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