¿Hasta acá llegaron los precios?

El valor de la hacienda en pie se muestra amesetado, al tiempo que se acerca el momento de mayor presión de oferta. Los feedlots muestran un nivel de ocupación superior al del año pasado a la misma fecha

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Las tendencias estacionales indican que
Las tendencias estacionales indican que el valor real de la hacienda en pie debería retroceder a partir del mes de julio (MAG)

A diferencia de la evolución que ha mostrado el precio de la carne respecto de la inflación, el valor de la hacienda gorda ha entrado en los últimos meses en una especie de meseta. Rosgan indica que desde mediados de marzo, el precio del novillito en el MAG prácticamente no se ha movido, registrando un virtual estancamiento en términos nominales, con promedios para la categoría que oscilan entre los $3.000 y $3.100 por kilo, sin una tendencia definida.

Es cierto que en el acumulado del año, el aumento en el precio de la hacienda en pie supera el incremento general de la inflación (27,9% frente al 13,5% del IPC), pero también es real que las mayores subas se registraron en los primeros meses de 2025, superando la evolución observada de mediados de abril en adelante.

¿Cómo sigue? Es esperable observar comportamientos estacionales de oferta en categorías específicas, de acuerdo con los propios ciclos de producción y terminación de la hacienda. Los técnicos del Rosgan ponen de relieve la evolución que suele mostrar el precio del gordo a partir de julio, despojado ya de los significativos ajustes que solían ocurrir por cuestiones inflacionarias. Así, los valores deberían reflejar el momento de mayor presión de oferta del año.

La salida de los corrales
La salida de los corrales de la hacienda gorda podría deprimir en alguna medida los precios del mercado ganadero (Revista Chacra)

El analista Ignacio Iriarte destaca que los precios aún se encuentran por encima del promedio histórico, pero a partir de ahora tienden a disminuir en términos reales cuando aparece la oferta de los feedlots, que hoy tienen un nivel de ocupación por encima del año pasado. Por caso, octubre marcaría en teoría el piso de precios para el novillito ajustado por inflación, y luego de ese mes empezaría a recuperarse.

Por cierto, los números del engorde ya comienzan a registrar márgenes más ajustados, y a medida que avancen los meses podrían retroceder aún más, conforme los precios de reposición del ternero respeten su comportamiento habitual de encarecimiento frente a la escasez de oferta. Especialistas en la gestión de los corrales admiten que ahora hay un alerta amarillo, por la relación compra-venta y porque además no saben qué va a pasar con los precios del gordo cuando esté en el mercado la oferta de hacienda que se espera.

Los datos indican que las exportaciones han caído un 25% y el consumo está absorbiendo 80-90 mil toneladas que no se han podido vender fronteras afuera. Si bien el mercado interno continúa sorprendiendo con los volúmenes que acepta mensualmente y los valores que convalida para tal nivel de oferta, en este contexto de estabilización de precios generales de la economía, ya no deberían observarse tantos desacoples respecto del comportamiento histórico que suelen reflejar los precios, conforme a la dinámica estacional de oferta y demanda, según entienden los técnicos del Rosgan.

Con una economía estable, los
Con una economía estable, los precios de la carne vacuna deberían tender a buscar un piso hacia el próximo octubre (IPCVA)

Tanto por el lado de la demanda como de la oferta especialmente, existen comportamientos estacionales que en este contexto deberían manifestarse con mayor claridad. En lo que va del año, según las estadísticas disponibles hasta mayo, el precio de la carne al mostrador ha venido registrando incrementos mensuales superiores a la inflación. El último dato publicado por el IPCVA muestra que, en mayo, el precio promedio de la carne vacuna subió un 2,6%, frente a una inflación general (IPC-INDEC) de apenas 1,5%, el nivel más bajo de los últimos cinco años. De manera similar, en el acumulado del año, la carne registra un aumento del 27,5%, frente al 13,5% del IPC.

Si analizamos los valores históricos del precio de la carne en relación con su promedio mensual para cada año expresados como un índice base 100 se observa que, de manera similar a lo que ocurre con la hacienda, los mayores incrementos se concentran en el primer semestre. En particular, durante los meses de marzo, abril y mayo, el precio tiende a ubicarse entre un 3% y un 4% por encima del promedio anual.

A partir de junio y julio, dependiendo del año, la curva comienza a descender hasta alcanzar un piso relativo hacia octubre o noviembre, cuando suele volver a observarse una mayor presión sobre los precios del producto. Se trata de un patrón estacional generado por la propia dinámica con la que se mueven tanto la oferta como la demanda y podría estar anticipando una posible desaceleración de los precios de la carne en los próximos meses.

La exportación sigue batallando con
La exportación sigue batallando con costos internos en dólares que complican sus chances de dar pelea en la arena global (Revista Chacra)

Por lo demás, el sector exportador opera con un tipo de cambio estable, unificado, sin cepo -todas condiciones largamente demandadas por el sector-, pero aún con costos internos demasiado elevados en moneda dura, que le restringen la capacidad para competir abiertamente con otros proveedores a nivel global.

Paralelamente crecen las importaciones de carne vacuna desde el resto de los países del Mercosur. Entre enero y abril de 2025 se importaron de Brasil 3.455 toneladas por valor de USD 13,9 millones, mientras que Uruguay colocó en nuestro mercado 790 toneladas (USD 2,1 millones) y Paraguay, 470 toneladas (USD 1,66 millones). El valor medio de las importaciones sugiere que se trata de carne vacuna tipo industria con destino a la fabricación de hamburguesas, salchichas o chacinados.