
La salud cardiovascular es fundamental para mantener una buena calidad de vida y prevenir enfermedades que pueden tener consecuencias graves. En el Perú, las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte y representan la mayor carga de enfermedad en el país. Según datos del Ministerio de Salud (Minsa), más del 50 % de personas de 60 años o más tienen muy alto riesgo de desarrollar enfermedades del corazón.
A su vez, desde el Seguro Social de Salud (EsSalud), se reportan miles de muertes anuales por infartos cardiacos, lo cual resalta la magnitud del problema en nuestra población. Dado este panorama, resulta crucial que las personas conozcan cuándo acudir a un especialista, como un cardiólogo, para identificar factores de riesgo, prevenir complicaciones y asegurar un adecuado cuidado del corazón.
10 motivos para ir a consulta médica con un cardiólogo

- Hipertensión arterial (presión alta) o sospecha de ella: la hipertensión es un factor de riesgo silencioso, que muchas veces no presenta síntomas evidentes. Si te han detectado presión arterial elevada, o tienes antecedentes familiares, acudir a un cardiólogo permite evaluar si se requiere tratamiento, determinar cuándo controlarla y prevenir daños más graves, como enfermedades del corazón o accidentes cerebrovasculares.
- Antecedentes familiares de enfermedades cardíacas: si en tu familia hay historial de infartos, arritmias, insuficiencia cardíaca u otras enfermedades del corazón, es recomendable realizar una evaluación cardíaca. Muchas enfermedades tienen base genética o hereditaria, y un diagnóstico temprano podría evitar complicaciones.
- Sobrepeso, obesidad o resistencia a la insulina / diabetes: estos factores aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares: elevan presión arterial, colesterol y afectan vasos sanguíneos. Un cardiólogo puede orientar controles de glucosa, lípidos, recomendar cambios en estilo de vida o indicar tratamiento preventivo.
- Colesterol alto o problemas de lípidos en sangre: cuando el colesterol o triglicéridos están elevados, las arterias pueden endurecerse u obstruirse, lo que favorece la enfermedad coronaria o infarto. El cardiólogo puede indicar exámenes, medicación, dieta o seguimiento periódico.
- Fatiga inexplicada, palpitaciones, taquicardia o arritmias: sensaciones recurrentes de latidos rápidos, irregulares, mareos o desmayos, son señales de alarma. Un cardiólogo puede realizar un electrocardiograma u otros estudios para detectar arritmias, problemas de conducción o alteraciones del ritmo cardíaco.
- Dolor en el pecho, opresión, falta de aire o molestias en brazos / mandíbula / cuello: estos síntomas pueden indicar angina, enfermedad coronaria o que existe un riesgo de infarto. Es vital una evaluación especializada para descartar o tratar una enfermedad cardíaca, y así evitar consecuencias graves.
- Dificultad para tolerar ejercicio, debilidad o falta de aire al hacer actividades habituales: si notas que te cansas con facilidad, te falta el aire o tienes palpitaciones al caminar o subir escaleras, puede ser signo de insuficiencia cardíaca u otro problema. Un cardiólogo puede evaluar tu función cardíaca y proponer cambios o tratamiento.
- Historia de enfermedades crónicas (hipertensión, diabetes, obesidad, sedentarismo): tener varias condiciones crónicas incrementa el riesgo cardiovascular. Visitar a un cardiólogo permite un enfoque integral para controlar todos los factores de riesgo y prevenir daños al corazón.
- Cambios en estilo de vida: estrés elevado, tabaquismo, dieta inadecuada y sedentarismo son factores que aumentan considerablemente el riesgo de enfermedades del corazón. Un cardiólogo puede orientar sobre hábitos saludables, exámenes preventivos y estrategias para reducir el riesgo.
- Chequeo preventivo periódico, aún sin síntomas: muchas enfermedades cardiovasculares son silenciosas hasta que presentan complicaciones. Un chequeo regular, especialmente después de los 30 a 40 años o si hay factores de riesgo, puede detectar alteraciones tempranas (presión, colesterol, función cardíaca) y permitir intervenciones preventivas.
Cómo cuidar la salud cardiovascular

- Mantén una alimentación equilibrada: basa tu dieta en frutas, verduras, granos integrales, grasas saludables; limita el consumo de sal, grasas saturadas y azúcares.
- Realiza actividad física regular: caminar, trotar moderadamente, ejercicios aeróbicos y de fuerza; evitar sedentarismo.
- Controla tu peso corporal y metabolismo: evita sobrepeso, obesidad; controla glucosa y lípidos si tienes diabetes o resistencia a la insulina.
- Evita el consumo de tabaco y exceso de alcohol: ambos son factores de riesgo importante.
- Realiza chequeos médicos periódicos: mide presión arterial, analiza colesterol y glucosa, evalúa salud cardíaca con un especialista.
- Maneja el estrés, duerme bien y cuida tu salud mental: el estrés constante impacta en la salud del corazón.
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