Si tienes problemas para dormir podría ser síntoma de alguna de estas 10 enfermedades

Los trastornos del sueño son especialmente frecuentes en adultos mayores, mujeres y personas que viven con estrés crónico, ansiedad o enfermedades crónicas

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La falta de sueño prolongada
La falta de sueño prolongada puede reducir la esperanza de vida y afectar la calidad de vida de forma significativa (Imagen Ilustrativa Infobae)

Dormir bien es una necesidad biológica que impacta directamente en la salud física y mental. Sin embargo, los problemas para dormir son muy comunes en la población. Según el Ministerio de Salud del Perú (Minsa) y el Seguro Social de Salud (EsSalud), entre el 30% y 40% de los adultos peruanos manifiestan haber tenido dificultades para conciliar el sueño, despertarse con frecuencia durante la noche o tener un sueño poco reparador. Estos trastornos del sueño afectan a personas de todas las edades, pero son especialmente frecuentes en adultos mayores, mujeres y personas que viven con estrés crónico, ansiedad o enfermedades crónicas.

Aunque en muchos casos los trastornos del sueño están relacionados con el estilo de vida, como el exceso de pantallas, la falta de actividad física o una alimentación inadecuada, es fundamental saber que el insomnio también puede ser un síntoma de enfermedades subyacentes.

¿Problemas para dormir? Podrías tener alguna de estas 10 enfermedades

En adultos mayores, las alteraciones
En adultos mayores, las alteraciones del sueño pueden ser un síntoma temprano de deterioro cognitivo (Freepik)
  1. Ansiedad y trastornos del estado de ánimo: la ansiedad generalizada y la depresión son dos de las causas más comunes de insomnio. Las personas con estos trastornos suelen tener pensamientos intrusivos, preocupación constante o estados de ánimo bajos que impiden el descanso.
  2. Apnea del sueño: se trata de interrupciones repetidas de la respiración durante el sueño. Esto provoca despertares frecuentes y sueño no reparador, aunque la persona no siempre lo note. Es más común en personas con sobrepeso.
  3. Hipertiroidismo: cuando la tiroides produce más hormonas de las necesarias, el cuerpo entra en un estado de “aceleración” que dificulta dormir, provoca sudoración nocturna y palpitaciones.
  4. Síndrome de piernas inquietas: es un trastorno neurológico que causa una necesidad urgente de mover las piernas, especialmente durante el reposo. Puede impedir que la persona concilie el sueño.
  5. Dolor crónico (artritis, fibromialgia): el dolor constante en músculos o articulaciones interrumpe el sueño y hace difícil mantener una postura cómoda durante la noche.
  6. Reflujo gastroesofágico: las personas con reflujo pueden experimentar acidez o molestias estomacales al acostarse, lo que interfiere con el inicio o la continuidad del sueño.
  7. Demencia o enfermedad de Alzheimer: en adultos mayores, las alteraciones del sueño pueden ser un síntoma temprano de deterioro cognitivo. Muchas personas con estas enfermedades tienen trastornos del ritmo circadiano.
  8. Depresión mayor: no solo produce dificultad para dormir, sino que también puede causar lo contrario: dormir en exceso (hipersomnia), lo que altera los ciclos naturales de sueño.
  9. Trastornos hormonales (menopausia, síndrome premenstrual): los cambios hormonales pueden provocar sofocos, sudoración nocturna, ansiedad o irritabilidad, todos factores que interrumpen el sueño.
  10. Enfermedades cardiovasculares: la insuficiencia cardíaca, las arritmias o la hipertensión pueden generar dificultad para respirar o sensación de presión en el pecho durante la noche, lo cual interrumpe el descanso.

Importancia de cantidad y calidad de sueño para la salud

Los bebés, desde los 4
Los bebés, desde los 4 hasta los 11 meses, deben dormir 12 a 15 horas por día (Imagen Ilustrativa Infobae)

Dormir bien no solo significa dormir una cantidad determinada de horas, sino también lograr un sueño continuo, profundo y reparador. Mientras dormimos, el cuerpo realiza funciones esenciales: se fortalecen el sistema inmune, se regulan las hormonas, se procesan las emociones y se consolida la memoria. Por eso, dormir mal durante varios días seguidos puede causar fatiga, irritabilidad, dificultades para concentrarse, y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, depresión y obesidad.

Tanto el Minsa como el EsSalud advierten que la falta de sueño prolongada puede reducir la esperanza de vida y afectar la calidad de vida de forma significativa.

¿Cuántas horas deben dormir las personas según su edad?

Las recomendaciones generales de cantidad de horas de sueño por día varían según la etapa de la vida:

  • Recién nacidos (0 a 3 meses): 14 a 17 horas
  • Bebés (4 a 11 meses): 12 a 15 horas
  • Niños pequeños (1 a 2 años): 11 a 14 horas
  • Niños en edad escolar (6 a 13 años): 9 a 11 horas
  • Adolescentes (14 a 17 años): 8 a 10 horas
  • Adultos (18 a 64 años): 7 a 9 horas
  • Adultos mayores (65 años en adelante): 7 a 8 horas