El alimento que podría causar pesadillas si lo consumes antes de dormir, según un estudio científico

Una reciente investigación con más de mil estudiantes universitarios encontró que ciertos productos lácteos podrían interrumpir el descanso generando sueños intensos debido a molestias gastrointestinales que alteran el ciclo normal del sueño

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Los resultados indican que un
Los resultados indican que un 22 % de quienes consumieron lácteos reportaron pesadillas mientras los dulces se relacionaron con un 31 % de casos.- (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un nuevo estudio publicado en la revista Frontiers in Psychology ha revelado que ciertos alimentos, especialmente el queso, podrían influir en la aparición de sueños perturbadores o pesadillas, particularmente cuando se consumen antes de dormir. Si bien este vínculo ha sido sugerido de manera anecdótica durante años, la investigación aporta datos concretos que asocian el consumo nocturno de lácteos con alteraciones en la calidad del sueño, especialmente en personas con intolerancias digestivas.

Un estudio con más de mil estudiantes universitarios

La investigación se basó en una encuesta realizada a 1.082 estudiantes universitarios, quienes respondieron preguntas sobre sus hábitos alimenticios antes de dormir, la calidad de su sueño y el tipo de sueños que experimentaban. El objetivo del estudio era establecer si existía una relación clara entre ciertos alimentos y la aparición de sueños vívidos, inquietantes o directamente pesadillas.

Los resultados arrojaron que el 22% de los encuestados que habían consumido productos lácteos, principalmente queso, reportaron haber tenido pesadillas. Curiosamente, ese porcentaje fue superado por quienes dijeron haber comido dulces o postres antes de dormir: un 31% de ellos también reportaron sueños desagradables. Sin embargo, en el caso de los lácteos, los investigadores encontraron una correlación directa con síntomas digestivos previos al sueño, especialmente en personas con intolerancia a la lactosa.

El papel de las intolerancias digestivas

Los síntomas gastrointestinales como gases, hinchazón y dolor abdominal fueron frecuentes entre quienes comieron queso y luego experimentaron pesadillas. Esto llevó a los investigadores a concluir que más que el queso en sí, el problema radica en las molestias digestivas que interrumpen el ciclo normal del sueño.

La investigación encuestó a 1.082
La investigación encuestó a 1.082 estudiantes universitarios sobre hábitos alimenticios, calidad de sueño y sueños intensos o perturbadores. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según los expertos, estos malestares pueden generar lo que se conoce como microdespertares, es decir, breves interrupciones del sueño que aumentan la probabilidad de recordar sueños vividos o intensos. Este fenómeno podría explicar por qué algunas personas reportan pesadillas con más frecuencia tras consumir ciertos alimentos.

Además del queso, otros alimentos como los que contienen gluten o los que provocan alergias alimentarias también se vincularon con alteraciones del sueño, aunque en menor medida. La intolerancia a la lactosa resultó ser el factor más relevante en esta investigación.

La tiramina y su efecto en el sueño REM

Otro factor considerado por los investigadores fue la presencia de tiramina en quesos curados. Este compuesto natural puede estimular la liberación de norepinefrina, un neurotransmisor que activa el sistema nervioso y podría influir negativamente durante la fase REM del sueño, donde se generan la mayoría de los sueños vívidos.

Aunque esta hipótesis aún requiere más estudios para confirmarse, abre la puerta a investigar no solo el queso como categoría general, sino los tipos específicos de queso que podrían tener mayor impacto en la arquitectura del sueño.

Un estudio publicado en Frontiers
Un estudio publicado en Frontiers in Psychology asocia el consumo de queso antes de dormir con pesadillas en personas con intolerancia a la lactosa. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

¿Se debe dejar de comer queso por la noche?

La principal recomendación de los especialistas no es evitar el queso por completo, sino prestar atención a cómo reacciona cada persona a ciertos alimentos. Para aquellos sin problemas digestivos, no existen pruebas concluyentes que indiquen que un trozo de queso ocasional cause pesadillas. No obstante, las personas con sensibilidad digestiva o intolerancia a la lactosa podrían beneficiarse al evitar lácteos en las horas previas al descanso.

Los expertos sugieren evitar comidas pesadas y productos lácteos al menos 2 o 3 horas antes de acostarse. También recomiendan llevar un diario donde se registren los alimentos consumidos en la noche y la calidad de los sueños, lo que podría ayudar a identificar patrones personales.

Un llamado a futuros estudios

Aunque el estudio ofrece datos interesantes y un punto de partida para comprender mejor la relación entre la alimentación y el sueño, los investigadores subrayan la necesidad de realizar estudios más controlados. En particular, se propone explorar el efecto de tipos específicos de queso, los niveles de tiramina y cómo influyen las intolerancias individuales en la experiencia onírica.