Artrosis: las 3 maneras más efectivas de aliviar el dolor de rodilla sin tomar analgésicos

El uso prolongado de medicamentos para la artrosis, como el paracetamol, puede provocar efectos secundarios en personas con otras enfermedades crónicas

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La artrosis de rodilla puede
La artrosis de rodilla puede tener múltiples causas, aunque generalmente es el resultado de un proceso degenerativo relacionado con la edad (Freepik)

La artrosis de rodilla es una de las enfermedades articulares más comunes, especialmente en personas mayores de 50 años. Esta afección, que se produce por el desgaste progresivo del cartílago que recubre la articulación, provoca síntomas como rigidez, inflamación y, sobre todo, dolor, que suele empeorar con el movimiento o después de periodos de inactividad prolongada.

Por ello, uno de los tratamientos más comunes para controlar la artrosis de rodilla es el uso de analgésicos, como el paracetamol, y antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). Sin embargo, el uso prolongado de medicamentos puede provocar efectos secundarios, especialmente en personas con otras enfermedades crónicas como hipertensión o problemas gástricos.

Afortunadamente, existen tres maneras efectivas de aliviar el dolor de la artrosis sin recurrir a los analgésicos, que han demostrado ser igual o incluso más beneficiosas para el manejo a largo plazo: las rodilleras, la hidroterapia y el ejercicio regular.

Las 3 maneras más efectivas de aliviar el dolor de la artrosis de rodilla

Las rodilleras ayudan a mejorar
Las rodilleras ayudan a mejorar la propiocepción, que es la conciencia del movimiento y posición de la articulación (Freepik)
  1. Uso de rodilleras ortopédicas: las rodilleras especialmente diseñadas para personas con artrosis pueden brindar soporte y estabilidad a la articulación afectada. Estas ayudan a distribuir mejor el peso corporal, reduciendo la carga directa sobre la rodilla y, por tanto, el dolor. Existen modelos ajustables y con refuerzos laterales que permiten un mayor control del movimiento y disminuyen la fricción entre los huesos. Además, las rodilleras ayudan a mejorar la propiocepción (conciencia del movimiento y posición de la articulación), lo cual es importante para evitar caídas o movimientos bruscos que puedan agravar la artrosis.
  2. Hidroterapia o ejercicios en el agua: la hidroterapia es una de las terapias más recomendadas para quienes padecen artrosis de rodilla. Se basa en realizar ejercicios dentro de una piscina con agua templada, lo que permite moverse sin el impacto que genera el ejercicio en tierra firme. El agua reduce el peso corporal que debe soportar la rodilla, alivia la presión sobre la articulación y permite mejorar la movilidad sin dolor. Las sesiones regulares de hidroterapia no solo reducen el dolor, sino que también fortalecen los músculos alrededor de la rodilla, mejoran la flexibilidad y disminuyen la rigidez.
  3. Ejercicio regular y adaptado: contrario a lo que muchas personas creen, el ejercicio físico no daña la articulación si se realiza de forma correcta. De hecho, es fundamental para mantener la movilidad y fortalecer los músculos que rodean la rodilla, como los cuádriceps y los isquiotibiales. Se recomienda realizar ejercicios de bajo impacto, como caminar, montar bicicleta estática, estiramientos suaves o rutinas de fortalecimiento muscular guiadas por un profesional. La clave está en evitar movimientos bruscos o actividades de alto impacto como correr o saltar.

Artrosis de rodilla: la importancia de la fisioterapia

La fisioterapia es una parte fundamental del tratamiento no farmacológico de la artrosis de rodilla. Un fisioterapeuta puede diseñar un programa personalizado que combine el uso de rodilleras, ejercicios terapéuticos y técnicas específicas como masajes, electroterapia o estiramientos guiados.

Una de las causas de
Una de las causas de la artrosis de rodilla son los trabajos o actividades físicas que sobrecargan las articulaciones (Imagen Ilustrativa Infobae)

Además, el fisioterapeuta puede enseñar al paciente cómo caminar correctamente, cómo subir y bajar escaleras o cómo evitar posturas que empeoren el dolor. También puede acompañar en el proceso de adaptación a los ejercicios en el agua o supervisar las rutinas físicas en tierra firme.

Complementar estas tres estrategias (rodilleras, hidroterapia y ejercicio) con fisioterapia profesional mejora significativamente los resultados, reduce el dolor a largo plazo y retrasa la progresión de la enfermedad.

Causas de la artrosis de rodilla

La artrosis de rodilla puede tener múltiples causas, aunque generalmente es el resultado de un proceso degenerativo relacionado con la edad. Entre los factores más comunes están:

  • Envejecimiento: el cartílago se desgasta naturalmente con el tiempo.
  • Sobrepeso u obesidad: el exceso de peso aumenta la presión sobre las rodillas, acelerando el desgaste del cartílago.
  • Lesiones previas: golpes, fracturas o desgarros mal curados pueden alterar la mecánica de la rodilla.
  • Factores genéticos: algunas personas tienen mayor predisposición a desarrollar artrosis.
  • Uso excesivo o mecánica inadecuada: trabajos o actividades físicas que sobrecargan las articulaciones también pueden favorecer su desgaste.