Maido es el mejor restaurante del mundo: así celebró ‘Micha’ Tsumura junto a su equipo en The World’s 50 Best Restaurants

El 19 de junio de 2025 será difícil de olvidar para la gastronomía peruana. En el majestuoso palacio Lingotto Fiere de Turín, Italia, el chef Mitsuharu “Micha” Tsumura subió al escenario acompañado por su equipo para recibir uno de los reconocimientos más esperados del año: Maido, su restaurante en Lima, fue nombrado el mejor del mundo en la ceremonia de The World’s 50 Best Restaurants 2025. También recibió el título de mejor restaurante de Sudamérica.

La emoción fue inmediata. Apenas se anunció el nombre de Maido, un abrazo colectivo se formó entre Micha y su comitiva, un momento cargado de lágrimas, aplausos y miradas cómplices que reflejaban años de trabajo, viajes, investigaciones y una apuesta constante por la fusión nikkei (unión japonesa-peruana). El teatro entero se levantó en ovación, mientras colegas, críticos y cocineros de distintas partes del mundo aplaudían de pie.

Entre ellos, también estaba Virgilio Martínez, quien en 2023 llevó a Central al primer lugar del mismo ranking. Esta vez, Martínez no competía, ya que su restaurante forma parte del grupo Best of the Best, reservado para quienes ya alcanzaron la cima. Su presencia, sin embargo, sirvió como símbolo del reconocimiento sostenido a la cocina peruana.

En la ceremonia, conducida por la presentadora italiana Ilaria Mulinacci, se reunieron equipos de restaurantes de los cinco continentes. Perú llegó con una representación sólida: además de Maido, figuraron también Kjolle, Mayta y Mérito. Detrás de cada uno, cocineros y cocineras como Pía León, Jaime Pesaque y Juan Luis Martínez reforzaron la presencia del país en una de las vitrinas más influyentes de la alta cocina internacional.

Maido, con su propuesta de cocina nikkei -que fusiona la tradición japonesa con ingredientes peruanos- ya había sido reconocido en años anteriores. En 2024, había ocupado los primeros lugares en el ranking sudamericano. Pero este año, por primera vez, alcanzó el primer lugar del listado global. El segundo lugar lo ocupó el restaurante Disfrutar, de Barcelona.

El reconocimiento no solo celebra una cocina con técnica y narrativa propia, sino también el trabajo colectivo de un equipo que ha sabido sostener una identidad con coherencia y creatividad. Micha, formado en Estados Unidos y con raíces japonesas y peruanas, ha convertido a Maido en una plataforma de diálogo entre culturas, sin dejar de mirar al Perú profundo.

La imagen del abrazo entre Micha y su equipo recorrió rápidamente redes sociales y medios especializados. Más que una escena de celebración, fue un gesto que sintetizó una historia de esfuerzo compartido. Desde Lima, cada plato que sale de la cocina de Maido ha sido parte de un proceso que involucra pescadores, productores, agricultores, investigadores y un equipo multidisciplinario comprometido con la excelencia.

En la ceremonia, no hubo discursos extensos ni frases preparadas. Solo emoción. Micha, conmovido, compartió ese instante con quienes lo acompañaron en el viaje desde Perú hasta Italia. Fue una celebración sin poses, espontánea, pero cargada de significado.

A lo largo de la última década, la cocina peruana ha ganado un lugar destacado en el escenario internacional. Lo conseguido por Maido este año se suma a los logros de Central, el restaurante de Virgilio Martínez y Pía León, que en 2023 fue elegido como el mejor del mundo. Ambos proyectos han contribuido a posicionar al Perú como un centro de innovación y diversidad culinaria.

En cada edición de The World’s 50 Best Restaurants, la presencia de restaurantes peruanos se ha vuelto habitual. Sin embargo, lo ocurrido este 2025 marca un nuevo hito: por segunda vez en tres años, un restaurante limeño lidera el ranking global.

Más allá de los reconocimientos, la celebración en Turín simbolizará una etapa en la historia de la gastronomía peruana. Un momento donde la cocina no solo se entiende como arte o técnica, sino también como una forma de narrar identidad, territorio y comunidad.

Maido, desde su espacio en Miraflores, ha logrado construir un puente entre el pasado y el futuro, entre la tradición y la experimentación. Y su equipo -ese que celebró con abrazos y lágrimas- ha sido parte esencial de esa construcción.