Divertículos en el colon: Qué son, cómo prevenirlos, sus síntomas y opciones de tratamiento

Esta afección digestiva se presenta con mayor frecuencia en personas mayores y está vinculada a factores como la dieta desequilibrada, la obesidad y el sedentarismo, lo que hace fundamental conocer sus síntomas y cómo evitar complicaciones graves

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La obesidad es uno de
La obesidad es uno de los factores que provocan la aparición de divertículos. (Icadig)

Los divertículos en el colon son una de las enfermedades digestivas más frecuentes, especialmente en la población occidental. Aunque el cáncer de colon recibe mayor atención mediática, esta patología afecta a un número considerable de personas, sobre todo a medida que avanzan en edad. Según la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), los divertículos son pequeñas bolsas o sáculos que se forman en las paredes del colon, saliendo hacia el exterior a través de la capa muscular del intestino grueso. Aunque estos divertículos suelen medir entre 5 y 10 milímetros, en algunos casos pueden ser de mayor tamaño.

¿Qué provoca la aparición de divertículos?

El origen de la diverticulosis está relacionado con un aumento de la presión dentro del intestino grueso, lo que facilita la formación de estas bolsas. En general, esta condición está asociada a una dieta desequilibrada, con escaso contenido de fibra y un exceso de carbohidratos refinados. Además, el sobrepeso y el sedentarismo son factores de riesgo adicionales que pueden contribuir al desarrollo de divertículos. Aunque esta enfermedad afecta principalmente a personas mayores, la obesidad aumenta el riesgo en los varones, incluso en aquellos menores de 40 años.

Desde la FEAD advierten que la edad es uno de los principales factores de riesgo. A los 50 años, aproximadamente el 40% de la población presenta divertículos, porcentaje que aumenta al 50% en personas mayores de 60 años, y alcanza el 70% en aquellos mayores de 80 años.

Uno de los síntomas son
Uno de los síntomas son las molestias o el dolor en el lado izquierdo del abdomen. (Icadig)

¿Cuáles son los síntomas de la diverticulosis?

El diagnóstico de la diverticulosis suele ser incidental, ya que la mayoría de las personas con esta afección no experimentan síntomas. De acuerdo con los expertos de la FEAD, entre el 70% y el 80% de los pacientes con divertículos no presentan ninguna molestia. Sin embargo, el 20-30% restante sí experimenta síntomas, los cuales pueden afectar significativamente la calidad de vida del paciente.

Los síntomas más comunes de la diverticulosis incluyen:

  • Dolor en el lado izquierdo del abdomen.
  • Distensión o hinchazón abdominal.
  • Exceso de gases y cambios en el ritmo intestinal.

Aunque estos síntomas no suelen ser graves, en algunos casos pueden derivar en complicaciones más serias, como infecciones en los divertículos (diverticulitis), perforaciones o sangrados.

Clasificación de la diverticulosis

Los especialistas clasifican la diverticulosis en diferentes tipos según los síntomas y las complicaciones que pueda presentar:

  1. Diverticulosis colónica: los pacientes no tienen síntomas y se encuentran en una fase asintomática.
  2. Enfermedad diverticular sintomática sin complicaciones graves: los pacientes experimentan síntomas leves a moderados, como dolor abdominal y distensión.
  3. Enfermedad diverticular complicada: esta categoría abarca los casos en los que los divertículos generan complicaciones graves, como infecciones, abscesos, fístulas, peritonitis o sangrado.

En estos últimos casos, pueden presentarse cuatro escenarios principales: diverticulitis simple, diverticulitis complicada (con abscesos o fístulas), sangrado diverticular o colitis segmentaria asociada a diverticulosis.

Un médico sostiene un modelo
Un médico sostiene un modelo de intestino (Shutterstock España)

Opciones de tratamiento para la diverticulosis

Una vez que los divertículos han aparecido, el tratamiento se enfoca en controlar la afección para evitar complicaciones. Cuando la diverticulosis no presenta síntomas, no se requiere tratamiento específico. Sin embargo, los expertos recomiendan una dieta rica en fibra (30-35 gramos diarios), preferentemente proveniente de frutas y verduras, y una ingesta abundante de agua. También es importante reducir el consumo de bebidas gaseosas y aumentar la actividad física para prevenir problemas adicionales.

En casos donde los pacientes desarrollan síntomas, el tratamiento no cambia significativamente, pero se aconseja evitar alimentos grasos y carnes rojas en exceso. Para aliviar los síntomas, se pueden usar analgésicos o espasmolíticos, que ayudan a reducir el dolor cólico. En los últimos años, la Rifaximina ha demostrado ser un tratamiento eficaz, y en algunos casos, también se pueden utilizar mesalazina y probióticos.

En situaciones más complicadas, como en los casos de enfermedad diverticular complicada, el tratamiento se basa en antibióticos, dieta y analgésicos. En el 25% de los casos restantes, cuando se presentan complicaciones graves, es necesario recurrir a la intervención quirúrgica. Las complicaciones que pueden requerir cirugía incluyen abscesos, fístulas, obstrucciones del colon, peritonitis y sepsis.

Prevención: la clave para evitar complicaciones

La prevención de la diverticulosis es fundamental para evitar que la enfermedad progrese a etapas más graves. Una dieta rica en fibra, junto con la práctica regular de ejercicio físico y la adopción de hábitos saludables, juega un papel crucial en la prevención de los divertículos. La FEAD destaca que mantener un peso saludable y evitar el sedentarismo son medidas importantes para reducir el riesgo de desarrollar esta afección.