
Teniendo en cuenta que el 62% de la población peruana tiene exceso de peso, en nuestro país son muchos los hombres y mujeres que pueden ser víctimas de la gordofobia. Esta es una forma de discriminación que se basa en el peso corporal de una persona. Quienes sufren de sobrepeso u obesidad a menudo son tratados con desdén, burlas o exclusión debido a su peso; además enfrentan comentarios despectivos o frases que refuerzan estigmas negativos.
Esta forma de estigmatización está profundamente arraigada en las normas sociales que valoran cuerpos delgados y rechazan aquellos que no se ajustan a estos estándares. Los comentarios gordofóbicos, aunque en ocasiones se enuncian de manera inocente o con buena intención, tienen un impacto profundo en la salud mental y emocional de quienes los reciben, afectando su autoestima, confianza y bienestar general.
Las 10 frases gordofóbicas más comunes

- “Deberías dejar de comer tanto”: esta frase no solo implica una crítica al comportamiento alimenticio de la persona, sino que también da a entender que su cuerpo no es adecuado tal como es. Es una forma de minimizar las experiencias y sentimientos de la persona.
- “Si realmente quisieras, podrías perder peso”: este comentario implica que la persona no está haciendo un esfuerzo suficiente, ignorando factores biológicos, genéticos y metabólicos que afectan el peso corporal.
- “¡Qué mala suerte, con lo bonita que eres, si tan solo estuvieras más delgada!”: este tipo de frases insinúan que el valor de una persona depende de su tamaño corporal, reforzando la creencia de que las personas con sobrepeso u obesidad no merecen respeto o admiración.
- “Las personas gordas no deberían usar ropa ajustada”: los comentarios sobre lo que alguien “debería” o “no debería” usar basados en su tamaño físico son ejemplos claros de gordofobia. Estos comentarios no solo son ofensivos, sino que promueven la inseguridad en quienes los escuchan.
- “¿Te has hecho análisis médicos? El sobrepeso es un peligro para la salud”: aunque la salud es una preocupación legítima, este tipo de comentario puede resultar insensible y simplista, ya que no considera las complejas razones detrás de la obesidad y puede contribuir al miedo y la ansiedad.
- “Estás tan bonita, pero... ¿has pensado en adelgazar?”: esta frase denota la idea de que una persona nunca es suficientemente buena tal como es y que siempre puede mejorar si pierde peso. Pone en duda su valor, incluso cuando ya se le reconoce positivamente.
- “Nunca vas a encontrar pareja si sigues así”: al sugerir que las personas con sobrepeso u obesidad son menos atractivas o dignas de amor, este tipo de comentarios refuerzan el estigma de que los cuerpos gordos no son dignos de ser amados.
- “¡Vamos al gimnasio, tal vez puedas bajar de peso!”: este tipo de comentarios, aunque puedan ser bien intencionados, pueden sentirse como una presión innecesaria y contribuir a la ansiedad de la persona, sugiriendo que su cuerpo no es aceptable.
- “¿No te da vergüenza comer eso con tu peso?”: este comentario refuerza la idea de que las personas con sobrepeso deben justificar sus elecciones alimenticias, y que su cuerpo está bajo constante escrutinio. Además, refuerza el concepto de que la comida es el enemigo.
- “Pareces estar más gorda cada vez que te veo”: los comentarios sobre el tamaño de una persona pueden ser devastadores para su autoestima, ya que refuerzan la idea de que su cuerpo no es digno de ser respetado o valorado sin importar cómo se vea.
Cómo los comentarios gordofóbicos afectan la salud mental

Los comentarios gordofóbicos tienen un impacto directo en la salud mental de quienes los reciben. Las personas con sobrepeso u obesidad pueden experimentar una variedad de efectos emocionales como:
- Ansiedad y depresión: las personas que enfrentan constantemente comentarios negativos sobre su cuerpo pueden desarrollar trastornos emocionales como ansiedad y depresión. Los constantes mensajes de que no son lo suficientemente buenas, atractivas o saludables pueden llevar a un profundo sentimiento de desesperanza.
- Baja autoestima: la crítica constante sobre su apariencia física puede reducir significativamente la autoestima de las personas, haciéndolas sentir que no son dignas de respeto ni amor. Esta baja autoestima puede interferir en su vida social, laboral y personal.
- Aislamiento social: el miedo a ser criticadas o juzgadas puede llevar a muchas personas a evitar situaciones sociales. Esto puede causarles un aislamiento involuntario que empeora su bienestar emocional.
- Trastornos alimenticios: la gordofobia también puede contribuir al desarrollo de trastornos alimenticios, como la anorexia o la bulimia, ya que la presión por perder peso puede generar conductas extremas y peligrosas relacionadas con la comida.
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