Los gatos podrían superar el miedo al agua para beneficiarse de la terapia acuática

Veterinarios italianos desarrollaron un método innovador que permite a los felinos adaptarse gradualmente al agua, facilitando su acceso a tratamientos de rehabilitación y mejorando la recuperación de lesiones ortopédicas y neurológicas

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La terapia acuática ofrece una alternativa segura y eficiente para la recuperación funcional en animales con problemas ortopédicos y neurológicos.

En el ámbito de la rehabilitación veterinaria, los felinos han permanecido durante mucho tiempo al margen de las terapias acuáticas debido a su conocida aversión al agua. Esta limitación, ampliamente asumida tanto en clínicas veterinarias como entre los propios tutores de gatos, llevó a que la mayoría de los tratamientos en piscinas y cintas de correr subacuáticas estuvieran reservados para especies más predispuestas, como perros, caballos y humanos. Frente a este escenario, un equipo dirigido por Stefania Uccheddu en la Clínica y Laboratorio Veterinario San Marco en Padua, Italia, diseñó y puso a prueba el primer protocolo específico para inducir la adaptación felina al entorno acuático.

El objetivo principal de este protocolo fue reducir el estrés característico que experimentan los gatos al estar en contacto con el agua, permitiéndoles así acceder a los beneficios de la rehabilitación en medios acuáticos. Uccheddu destaca la clave del método: “Es increíble, de verdad, porque es cuestión de familiarización”. Según la veterinaria, “los gatos simplemente no saben lo que es el agua, como cuando la gente ve la playa por primera vez. Pero cuando los gatos se familiarizan con el entorno de la fisioterapia, el agua deja de ser un problema”.

Beneficios de la terapia acuática en gatos con lesiones y discapacidades

La terapia acuática ofrece una alternativa segura y eficiente para la recuperación funcional en animales con problemas ortopédicos y neurológicos. El ejercicio en ambientes acuáticos, como cintas de correr subacuáticas o piscinas, reduce notablemente la presión que el peso corporal ejerce sobre las articulaciones y los tendones, facilitando el movimiento y acelerando los tiempos de recuperación.

Gatos que presentan lesiones en tendones, articulaciones, afecciones neurológicas o que requieren atención geriátrica pueden beneficiarse del soporte que proporciona el agua. Al respecto, Uccheddu subraya que “este programa de adaptación produce niveles bajos de estrés, lo que significa que los gatos pueden aprovechar los mismos tipos de terapias de rehabilitación basadas en agua que ayudan a curar a perros, caballos y humanos, mientras se sienten seguros y tranquilos”.

Metodología del programa de adaptación al agua para gatos

El protocolo de terapia acuática
El protocolo de terapia acuática para gatos permite superar el miedo al agua y acceder a rehabilitación veterinaria avanzada (Freepik)

Para lograr que los felinos acepten el agua y el entorno de fisioterapia, el equipo italiano implementó un proceso gradual y personalizado. El primer paso consistió en permitir que los gatos exploren libremente la sala y el equipo, todo en seco, para familiarizarse con el entorno desconocido. Posteriormente, los animales experimentaron una sensación húmeda leve al colocarles una toalla mojada en las patas.

La exposición al agua se realizó de manera progresiva: los sujetos se sumergieron en solo cinco centímetros de agua tibia, etapa acompañada de la familiarización auditiva con el sonido de la cinta de correr. En las sesiones siguientes, la profundidad del agua fue incrementándose de acuerdo con la tolerancia de cada gato. Para asegurar la comodidad y disminuir la ansiedad, los tutores estuvieron presentes en todo momento y, según Uccheddu, “el equipo recompensaba a los gatos en cada paso con el premio que cada uno prefería, ya fuera comida, caricias o un juguete”.

La motivación también juega un papel esencial; Uccheddu añade: “Especialmente con gatos jóvenes, cuando pones algo en movimiento delante de ellos, es como si ni siquiera pensaran en el ejercicio”.

Durante el proceso, los veterinarios monitorearon constantemente señales de estrés específicas —como maullidos insistentes, lamido de nariz, posturas corporales de miedo o intentos de esconderse— y detuvieron la sesión en caso de que el animal mostrara más de cinco indicadores en un minuto. Esta vigilancia estricta permitió asegurar el bienestar de los gatos en cada etapa del protocolo.

Resultados del protocolo y mejoras observadas en los pacientes felinos

La terapia acuática en gatos
La terapia acuática en gatos mejora la recuperación de lesiones ortopédicas y neurológicas gracias al soporte del agua (Imagen Ilustrativa Infobae)

En la fase de prueba, 12 pacientes felinos con patologías neurológicas u ortopédicas, provenientes de distintos entornos, edades y razas, formaron parte del estudio. Todos completaron el programa de rehabilitación, el cual tuvo una duración variable desde unas semanas hasta un año, dependiendo de las necesidades y evolución de cada animal.

Los resultados evidenciaron mejoras físicas notables: algunos gatos se recuperaron completamente de sus dolencias, mientras que otros experimentaron un progreso significativo, como volver a trepar árboles o realizar actividades que antes les resultaban imposibles. Uccheddu afirma: “Los 12 gatos completaron con éxito sus programas de rehabilitación, que, dependiendo de sus problemas, duraron desde unas pocas semanas hasta un año”. Además, subraya la mejora observada: “Cada animal mostró una mejora física significativa: algunos se recuperaron por completo y otros pudieron volver a trepar a los árboles”.

Implementación y personalización del entorno terapéutico acuático

El programa de adaptación incluye
El programa de adaptación incluye exploración libre, contacto progresivo con el agua y recompensas personalizadas para cada gato

Tras constatar el éxito del método, el equipo amplió la propuesta hacia la personalización del entorno terapéutico para maximizar el bienestar felino. Se añadieron variables ambientales como iluminación ajustada y selección musical personalizada, identificando que algunos gatos mostraban relajación con música clásica, mientras que otros preferían sonidos contemporáneos. “Las opciones dependen de los gatos”, explica Uccheddu. “A algunos les gusta la música clásica. Otros prefieren Madonna”.

Este enfoque demuestra la importancia de adaptar cada elemento de la terapia a las preferencias individuales de los pacientes, incrementando la aceptación y cooperación durante las sesiones acuáticas.

Implicaciones para la práctica veterinaria y conclusiones de los hallazgos

La evidencia recabada en esta experiencia subraya que la afinidad o aversión felina al agua puede ser modulada mediante la habituación controlada, desmontando la creencia de que los gatos deben quedar excluidos automáticamente de la terapia acuática. Al respecto, Uccheddu enfatiza: “Los hallazgos subrayan que los gatos no deberían ser excluidos automáticamente de la terapia acuática solo por su reputación de tener miedo al agua”.

Además, invita a los veterinarios a replicar este protocolo: “La buena noticia es que cualquier clínica puede seguir este protocolo y obtener los mismos resultados”. Esto abre las puertas a nuevas oportunidades terapéuticas para pacientes felinos, ampliando el rango de herramientas disponibles en la rehabilitación veterinaria y garantizando una mejor calidad de vida para los gatos con necesidades de recuperación física.