
El prestigioso intelectual y especialista en historia del arte abandonó su prestigio cuando sin ningún arte hace una caricatura burda y burla la historia y la memoria de la Shoa, profanándola con este exabrupto infame.
No pretendo defender la gestión de Horacio y su equipo en la ciudad, que vienen trabajando desde el inicio de la cuarentena para cuidarnos a todos buscando que nos quedemos en casa y articulando con el gobierno nacional y el de la provincia de Buenos Aires todo lo que sea posible para achatar la curva de contagio, disminuir las internaciones y víctimas fatales del COVID-19. Está pandemia sin antecedentes nos pone a todos a prueba de la libertad y la responsabilidad individual y colectiva, como así también nadie estará exento de errores aún con la mejores intenciones ajustando las políticas públicas a un único objetivo que nadie puede poner en duda, que es evitar las muertes que ya se han escalado a números aterradores en otras ciudades del mundo.
Aquí lo que pretendo dejar bien establecido es que no se puede admitir ni aceptar que se utilice la estrella de David amarilla ni se compare una medida de salud pública acertada o no, o una decisión que desde ya se puede debatir, con lo que no se puede permitir ni dejar pasar que son las comparaciones inaceptables, la degradación de símbolos y situaciones trágicas que no podemos admitir se hagan triviales usando la Shoa y la memoria de seis millones de víctimas asesinadas industrialmente por los nazis para cualquier cosa.
Infobae cita sus palabras:
“'Esto es un escándalo', dice el gran ensayista e historiador del arte José Emilio Burucúa”.
"Ante un pequeño Hitler, pequeño, pequeño, propongo que los mayores de 70 años nos pongamos una estrella según el modelo que aquí va. ¿Para cuándo el ghetto y el campo de concentración?”, terminó indignado su mensaje.
Aquí respondemos:
El escándalo es José Emilio y nuestro repudio no es a su persona ni a su reconocida trayectoria sino a que pueda rectificar su exabrupto y plantear sus diferencias, sus críticas y reclamos sin hacer uso y abuso de algo que debe ser respetado y no profanado.
Quienes somos hijos, nietos y sobrevivientes de las cenizas de los campos de concentración y exterminio nazi no le podemos permitir está falta de ética, de estética y de respeto.
¿Comparar a Horacio con Hitler? ¿Ponerse una estrella amarilla en el pecho con el número 70? ¿Preguntar para cuándo los Guetos y los campos de concentración?
Espero que sepa y pueda, como hombre de bien, disculparse y rectificarse.
Este próximo lunes el pueblo judío en el mundo entero al anochecer justamente iniciaremos Iom Hashoa ve Hagbura, el día del recuerdo a los seis millones de víctimas de la Shoa y del heroísmo en la rebelión de los Guetos.
Una fecha oportuna para que José Emilio pueda pedir perdón por lo que hizo al profanar sus memorias.
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