Cuáles son los síntomas de la enfermedad hepática, sus causas y tratamiento

Varias son las causas de esta enfermedad, sin embargo, hay distintas opciones para su tratamiento. En todos los casos se recomienda consultar un especialista ante los primeros síntomas.

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El hígado tiene un tamaño
El hígado tiene un tamaño más pequeño del que muchos imaginan. (iStock)

El hígado es un órgano de un tamaño similar a un balón de fútbol. Se encuentra justo debajo de la caja torácica en el lado derecho del abdomen. Es esencial para digerir los alimentos y eliminar las sustancias tóxicas del organismo. La enfermedad hepática puede ser heredada (genética), de acuerdo con Mayo Clinic.

“Los problemas hepáticos también pueden ser causados por una variedad de factores que dañan el hígado, como los virus, el consumo de alcohol y la obesidad. Con el tiempo, las afecciones que dañan órgano pueden provocar cicatrización (cirrosis), esto causa insuficiencia hepática que es una afección potencialmente mortal. Pero el tratamiento temprano puede dar tiempo para sanar”, señala la institución de salud estadounidense en su página de internet.

La enfermedad hepática no siempre causa signos y síntomas perceptibles. Si se presentan signos y síntomas, estos pueden incluir los siguientes: color amarillento en la piel y los ojos (ictericia) Hinchazón y dolor abdominal Hinchazón en las piernas y en los tobillos Picazón en la piel Orina de color oscuro Color pálido de las heces Fatiga crónica Náuseas o vómitos Pérdida del apetito Tendencia a que aparezcan moretones con facilidad

Cuándo consultar al médico y cuáles son los factores de riesgo

Una mujer en la consulta
Una mujer en la consulta de un médico. (Canva)

Pide una consulta con el médico si tienes síntomas o signos persistentes que te preocupen. Busca atención médica inmediata si tienes un dolor abdominal tan intenso que no puedes quedarte quieto.

Los factores que pueden aumentar el riesgo de enfermedad hepática son:

  • Consumo excesivo de alcohol
  • Obesidad
  • Diabetes tipo 2
  • Tatuajes o piercings en el cuerpo
  • Inyección de drogas con agujas compartidas
  • Transfusión sanguínea antes de 1992 Exposición a sangre y líquidos corporales de otras personas
  • Relaciones sexuales sin protección
  • Exposición a ciertas sustancias químicas o toxinas
  • Antecedentes familiares de enfermedad hepática

Descubrir la causa y extensión de la lesión hepática es importante para indicar un tratamiento. Es probable que el médico comience con el historial y con un examen físico minucioso. para recomendar algunos procedimientos como:

Análisis de sangre: se puede usar un conjunto de análisis de sangre conocido como análisis de la función hepática para diagnosticar la enfermedad hepática Se pueden hacer otros análisis de sangre para detectar afecciones genéticas o problemas hepáticos específicos.

Pruebas por imágenes: una ecografía, una tomografía computarizada y una resonancia magnética pueden mostrar daño en el hígado.

Estudio de una muestra de tejido: extracción de una muestra de tejido (biopsia) del hígado puede ayudar a diagnosticar la enfermedad hepática y a buscar signos de daño hepático Una biopsia de hígado a menudo se realiza usando una aguja larga que se introduce en la piel para extraer una muestra de tejido que se envía a un laboratorio para su análisis

El tratamiento de la enfermedad hepática depende del diagnóstico, ya que algunos problemas pueden tratarse con modificaciones en el estilo de vida como dejar de consumir alcohol o bajar de peso, generalmente como parte de un programa médico que incluye un seguimiento minucioso de la función del hígado. Otros problemas hepáticos pueden tratarse con medicamentos o pueden requerir cirugía.