El bienestar como ventaja operativa que mejora productividad y tiempos de entrega

Fer Niizawa, conferencista internacional y emprendedor serial, destaca que el factor humano sostiene operaciones críticas en logística y comercio exterior, y que la motivación y el clima laboral son claves

Guardar
Fer Niizawa es conferencista internacional
Fer Niizawa es conferencista internacional y emprendedor serial (Foto: Movant Connection)

Al referirse a los profesionales de logística y comercio exterior, Fer invita a que “tomen conciencia de lo grande que es lo que hacen y del impacto que generan”. En esta entrevista, comparte su mirada sobre la transformación tecnológica y los desafíos de un sector clave para la economía.

El rol de “director de bienestar” en el mercado laboral, ¿es nuevo o ya existía?

Ya existía. Es nuevo en Argentina; no sé si soy el primero, y si hay otro que me avisen. En Estados Unidos y Europa está lejísimos de ser “el que pone la nariz de payaso” o “organiza la fiesta”: es un puesto clave de directorio.

Velamos por el bienestar físico, emocional y financiero de los colaboradores. Afuera se sientan en la mesa de decisiones. Después te explico por qué es tan importante mirar el bienestar y el clima laboral.

Todo resultado llega a través de las personas. Yo, como consultor, siempre le digo a CEOs y dueños: no importa el core (logística, exportaciones, consumo masivo, farma, energía), vendés productos o servicios con gente. La medicina, la psicología y las ciencias del comportamiento muestran que una persona motivada y en buen clima decide mejor, produce mejor y se fideliza con tu marca. No es solo altruismo: es negocio.

¿Qué puede aportar a trabajadores de logística y comercio exterior?

Un montón. El factor humano es clave. Con colaboradores comprometidos mejora la productividad, la disponibilidad, los tiempos de entrega y los indicadores. Ya no es solo “lo hago por el sueldo”: aparece el contrato emocional que rodea al transaccional (horas, tareas y sueldo). La “milla extra” no surge solo por plata. Además baja la rotación: antes te jubilabas en el mismo empleo; hoy no.

Un buen clima hace que, si la persona igual se va, se quede más tiempo y sea muy productiva. Si no, aparece la renuncia silenciosa: no se va, pero “hace la plancha”. Eso es falta de motivación e incentivos.

Hablamos de organizaciones más humanas, pero cada vez hay más IA. ¿Cómo se combina?

Traigo el concepto de meta humanos: personas atravesadas por tecnología —sobre todo IA—, pero interpeladas por propósito y sentido. En una era donde lo repetitivo y calculable lo hace un software o un robot, la ventaja es la humanidad. Aguanten los humanos.

En un mundo de 8 mil millones no hay nadie igual a vos (ni gemelos idénticos). La gran revolución es la singularidad. Tu mejor versión no es trabajar como un burro: es habitar tu ser con libertad. Cuanta más coherencia entre lo que sos, hacés, sentís y decís, más plenitud. Es un ejercicio diario. No hay un “feed redes” y otro en casa: sos el mismo. Cuanto más de vos ponés en tu gestión, más empleable y atractivo te volvés: la gente quiere estar cerca. Ante tanta tecnología democrática y gratuita, la diferencia es ser más humanos que nunca.

¿Está cambiando el liderazgo?

Sí, cambia muchísimo. El management que heredamos es de posguerra (años 60–70). Fijate los términos: estrategia, organigrama, entrenamiento y reclutamiento.

Queremos motivar nuevas generaciones con prácticas que ni un ejército moderno usa. Eso sí es arcaico. Y no lo digo solo yo: el Foro Económico Mundial pone como superhabilidades del presente y futuro a las habilidades blandas: pensamiento creativo, innovación, pensamiento crítico, comunicación, empatía. La IA no siente. Por eso los líderes deben invertir tiempo y dinero en habilidades portables. Sirven para liderar y para la vida diaria.

¿Cómo conectarías a profesionales de logística y comercio exterior con su sentido de vida?

Entendiendo que su trabajo es más que el “qué hacen”. Preguntarse por qué y para qué. Tienen que entender que conectan mundos y acercan fronteras. La economía global depende muchísimo de lo que hacen. Ese propósito hay que bajarlo a todo el equipo, sin importar área o cargo.

De joven fui operario en una fábrica, turnos pesados y repetitivos, y no pensaba “soy un robot”: pensaba que cada pieza me acercaba a mi casa y que era parte de algo grande. Ver salir esas máquinas y decir “fui parte” te ordena el sentido. Para el sector: piensen en grande. ¿Con qué están colaborando? Ahí aparece el propósito.

Para Fer, el factor humano
Para Fer, el factor humano es clave. Con colaboradores comprometidos mejora la productividad, la disponibilidad, los tiempos de entrega y los indicadores (Foto: Shutterstock)

¿Cuándo aparece el “supervillano” tiempo?

El tiempo es una construcción mental. Hay miles que emprendieron tarde y les fue increíble. Nunca es tarde. Es animarse, tener un despertar de conciencia. Yo salí de una empresa gigante y nadie entendía el plan.

No hay “momento perfecto”; el tiempo es el de cada uno. La vida es demasiado corta para no hacer lo que amás. El principal asesino de sueños no es “el enemigo externo”: es el ¿y si…? (¿y si me va mal?, ¿y si no funciona?, ¿y si el qué dirán?). Tu vida es tu vida. Tomá protagonismo y volvéte arquitecto de tu vida.

¿Qué reflexión podrías hacer para los profesionales de logística o comercio exterior?

Tomen conciencia de lo grande que es lo que hacen y del impacto que generan. Hay que mirar lo macro, sí, pero sin perder el por qué y el para qué. Si pensás en la cantidad de gente beneficiada por tu trabajo, el día a día se vuelve más liviano.

¿Y una personal?

La vida es demasiado corta para no hacer lo que amamos. Conectá con el ser. Nos enseñaron a hacer–hacer–hacer para tener más, y la gran mentira es que cuanto más tenés, más feliz sos. El bienestar no es charla de café: hay ciencia. Demos vuelta la ecuación: primero el ser. Andá más lento. No hay otro lugar a donde llegar salvo a vos mismo. Para eso, bajá la sobrestimulación, buscá paz y silencio (rezar, meditar, lo que te sirva) y conectá con vos. No te apures: caminá lento; el único destino sos vos.