El trabajo en equipo y la adaptación como claves en el crecimiento dentro de la logística

Lucas Vega, jefe de operaciones en una empresa productora y comercializadora de griferías, comparte su recorrido y reflexiona sobre los aprendizajes en contextos exigentes

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Lucas Vega es jefe de
Lucas Vega es jefe de operaciones en una empresa productora y comercializadora de griferías (Foto: Movant Connection)

La logística fue creciendo conmigo”, cuenta Lucas. En esta entrevista repasa los desafíos de una industria que exige compromiso, adaptación constante y capacidad para liderar equipos en entornos dinámicos. Desde sus primeros pasos en un depósito hasta la formación de nuevos talentos, su trayectoria refleja cómo la logística se transforma al ritmo de quienes la construyen día a día.

¿Cómo fue tu primer acercamiento al mundo de la logística?

Empecé en la logística hace 21 años por una necesidad laboral. Fui a una agencia de trabajo, quedé seleccionado y arranqué en un depósito. Desde ahí pasé por todos los puestos operativos que te puedas imaginar dentro de un operador logístico.

Estuve muchos años en la misma empresa, y hace tres semanas hice un cambio. Así fue como arranqué y crecí dentro del rubro.

¿Qué tareas suelen realizarse dentro de un operador logístico y cómo fue tu recorrido?

Cuando uno entra por primera vez, ve un galpón enorme, maquinaria, tecnología, pero sin entender muy bien el para qué de todo eso. Lo común es arrancar descargando contenedores o preparando pedidos. Ahí es clave tener a alguien que te guíe y te capacite, porque si no estás medio perdido.

En mi caso, empecé descargando, después pasé a la preparación, luego a la recepción, que ya implicaba controlar remitos, packing lists, dar ingreso a la mercadería y demás.

Después fui administrativo de logística, donde ya tenés contacto con el cliente, con reclamos y con despachos. Ahí se te abre la cabeza, empezás a ver el negocio de forma más completa. Luego estuve como encargado de depósito, ayudando en la planificación, liderando al equipo, haciendo de nexo con el supervisor. Me gustaba mucho ser un ejemplo, formar gente, explicar y compartir lo que sabía. Eso me llevó a ser supervisor, y después jefe de operaciones.

¿Qué es lo más desafiante de liderar una operación logística?

Lo que más se nos puede complicar al organizar una operación dentro de un depósito es no tener información. Sin información estamos ciegos. A veces te pasan datos que no son del todo precisos, pero por lo menos te permiten arrancar con algo. La información sobre ventas, ingresos programados al depósito, o incluso todo lo relacionado al comercio exterior, es clave. Muchas veces hay mercadería que necesita control de calidad y tiene que quedar frenada 24 o 48 horas, justo cuando está pegada a una venta. Eso genera presión.

Siempre buscamos tener un número general, un forecast o un objetivo de unidades a ingresar y a despachar en el mes. A partir de ahí, se puede organizar todo mejor, saber qué códigos van a entrar y salir, y optimizar el depósito. Justamente, para eso nos contratan: para ser más eficientes y productivos.

A veces hay que “jugar” sin toda la información, pero lo ideal es contar con datos concretos y anticipados. En Argentina, de un año a otro puede cambiar todo, así que apoyarse solo en el historial no alcanza. Lo ideal sería tener visibilidad con uno o dos meses de anticipación, aunque sabemos que no siempre se puede. Por eso, desde nuestro lado, tratamos de ser precavidos, de buscar esa información. Siempre decimos: la info está, hay que encontrar a la persona justa o al sector indicado, en el momento indicado, para que llegue al operador logístico. Y así poder mejorar el día a día laboral.

¿Cómo impactó la pandemia en tu trabajo y en el sector logístico?

La pandemia fue un sacudón. Los sectores de e-commerce estaban pensados para una cierta capacidad, y de repente se transformaron en la única vía de compra. Fue caótico pero desafiante. Reuniones constantes con los clientes, mucha reprogramación y adaptación. Me tocó estar como supervisor y al mismo tiempo preparar y despachar pedidos. Multitasking total.

Después, aunque todo se estabilizó, mucha gente se quedó en la compra digital. Eso obligó a planificar estructuras, maquinaria, recursos y capacitaciones. Fue positivo para el sector y para el cliente final. Nos volvimos parte del día a día del negocio, sobre todo en eventos de alta demanda.

Para Lucas, "manejar indicadores está
Para Lucas, "manejar indicadores está bien, pero lo importante es tener la gratitud de tu gente" (Foto: Shutterstock)

¿Cómo se organiza internamente un centro logístico para responder a ese ritmo?

Se trata de dar lógica a la ubicación de productos. Los de mayor rotación, adelante. Eso ahorra tiempo al preparar pedidos. Pero si un producto sin movimiento de repente explota en ventas, y no nos avisan, se complica todo. Por eso es tan importante la información: qué se va a vender, qué va a ingresar, qué necesita control de calidad y demás. Todo eso impacta en la planificación.

Sin información, estamos ciegos. Incluso aunque no sea perfecta, por lo menos tenés de dónde arrancar. Idealmente, necesitamos un forecast con uno o dos meses de anticipación. Pero muchas veces no llega, entonces hay que buscarla, encontrar a la persona o sector justo para tenerla. Siempre decimos: la información está, hay que llegar a tiempo.

¿Cómo vivís esta nueva etapa en otra industria?

Después de 20 años en un operador logístico, tomé la decisión de salir de mi zona de confort. Hoy estoy en otra industria, mirando el negocio desde otro lado. Estoy contento por la oportunidad y por la confianza que depositaron en mí. Busco aportar desde la experiencia, profesionalizar el área y ayudar a formar un equipo capacitado, con ganas de seguir creciendo en logística.

¿Qué es lo que más te gustaba de liderar equipos?

Lo que más me gustaba era formar personas. Hay gente que no quiere compartir lo que sabe, pero a mí me encantaba. Siempre que veía a alguien con ganas, me salía naturalmente explicarle, mostrarle cómo se hacía y delegar.

Sentía que cuando había confianza mutua, el equipo rendía más. Esa buena energía en el ambiente laboral se sentía. Y eso me permitió crecer, porque sin ellos yo no hubiese llegado a ser jefe. Manejar indicadores está bien, pero lo importante es tener la gratitud de tu gente.

¿Qué le dirías a alguien con una trayectoria similar a la tuya, que está cómodo pero con dudas de dar un nuevo paso?

Que si uno confía en sí mismo, no te para nadie. La decisión está en uno. Es natural que de miedo dejar lo conocido, pero si sentís que podés dar más, jugátela. Yo lo hice con 20 años de experiencia, con una hija de cinco y un nene de uno y medio. Si bien da vértigo, cuando la cabeza y el corazón te dicen que es el momento, hay que animarse.