El Mercosur ante la posibilidad de ganar protagonismo global en un mundo convulsionado

Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay negocian acuerdos para acceder a mercados como Japón, Vietnam, Canadá y el sudeste asiático

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El acuerdo con el Mercosur
El acuerdo con el Mercosur podría permitir a la UE reducir su dependencia de bienes de capital estadounidenses (Imagen: Shutterstock)

Los países del Mercosur se posicionan como actores estratégicos en el nuevo mapa del comercio internacional tras la reciente escalada arancelaria de Estados Unidos. Si bien el presidente Donald Trump decidió suspender los aranceles comparativamente favorables del 10% que se habían anunciado para el bloque suramericano, al igual que sucedió con el 20% anunciado para la Unión Europea, todavía persiste el clima de incertidumbre.

El nuevo escenario global, caracterizado por tensiones entre Washington y Pekín, abre oportunidades inesperadas para las economías agrícolas del sur, que podrían ocupar espacios dejados por productos estadounidenses en China. Solo en 2024, Estados Unidos exportó a ese país 24.650 millones de dólares en productos agrícolas, incluyendo soja, carne, trigo y maíz, todos también producidos por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

Ventana para conquistar nuevos mercados

El cambio en la dinámica comercial global parece impulsar una ola de negociaciones bilaterales y multilaterales. “La guerra comercial va a acelerar los acuerdos comerciales en todo el mundo. Los países que tenían alguna dificultad o que no estaban interesados en este tipo de acuerdos ahora sí van a movilizarse”, explicó la economista Silvia Matos, de la Fundación Getúlio Vargas (FGV).

El Gobierno brasileño ya expresó que busca capitalizar esta coyuntura para avanzar en negociaciones con bloques y países como Canadá, México y la ASEAN. En marzo, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva planteó abrir conversaciones con Japón y Vietnam, mercados estratégicos para los productos del Mercosur.

Un nuevo impulso al acuerdo con la UE

Otro efecto directo de los aranceles estadounidenses es la reconfiguración de prioridades dentro de la Unión Europea, tradicionalmente reticente al acuerdo con el Mercosur. Francia, uno de los principales obstáculos a la ratificación del tratado birregional, estaría revisando su postura ante los recientes movimientos de Trump.

“Los temores de algunos países de que pueden sufrir pérdidas por el potencial de los productos agropecuarios brasileños son menores a los provocados por los aranceles que les impuso Trump”, señaló el economista Gilberto Braga, del Instituto Brasileño de Mercados de Capitales (Ibmec). Desde su óptica, el acuerdo con el Mercosur podría permitir a la UE reducir su dependencia de bienes de capital estadounidenses.

La percepción de un cambio de ánimo europeo también fue reconocida por el presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, quien comentó: “Francia hoy tiene una actitud bastante más proclive a trabajar, por lo que leí, en la asociación Mercosur-Unión Europea. Eso capaz que hace un mes era una utopía”.

Trump fijó aranceles del 20%
Trump fijó aranceles del 20% para la Unión Europea, 46% para Vietnam y, en el caso de China, un conjunto de medidas que podrían llevar el arancel total por encima del 100% (Imagen: Shutterstock)

Respuesta regional y negociaciones paralelas

A diferencia de otras regiones del mundo, el Mercosur no figuraba entre los más perjudicados por la nueva política arancelaria de Estados Unidos. Trump había fijado un 20% para la Unión Europea, 46% para Vietnam y, en el caso de China, un conjunto de medidas que siguen vigentes y que podrían llevar el arancel total por encima del 100%.

Como Mercosur no podemos decir que fuimos los más perjudicados, porque es un 10% de aranceles”, dijo Orsi. Su visión fue compartida por el presidente de Paraguay, Santiago Peña, quien consideró que la región estaba “mucho mejor que otros países que sí han tenido un aumento significativo en las tarifas”.

Los miembros del bloque, sin embargo, no descartan seguir caminos paralelos de diálogo directo con Estados Unidos para minimizar el posible regreso de los aranceles luego de los 90 días de pausa anunciados por Trump. “Sabemos que tenemos —o por lo menos tenemos la expectativa de tener— buenas negociaciones, porque cuando hablamos con los diplomáticos de Estados Unidos siempre te plantean lo mismo. Hay que sentarse a conversar, a negociar y a entender que es un mundo que nos exige estar muy atentos”, afirmó Orsi.