Cuál es la prueba para detectar la Influenza H3N2 tipo K y cómo saber si es necesario hacerse una

Las autoridades sanitarias han reiterado la importancia de identificar de manera oportuna los casos de este subtipo viral, con el fin de iniciar tratamiento adecuado

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Foto: (iStock)
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Ante la circulación de la variante de influenza AH3N2 subclado K, conocida como influenza H3N2 tipo K, autoridades sanitarias han reiterado la importancia de la detección oportuna para evitar complicaciones, especialmente en personas con mayor riesgo. Para ello, existen pruebas específicas que permiten identificar este virus y distinguirlo de otras infecciones respiratorias.

La principal prueba utilizada para detectar la influenza H3N2 tipo K es la prueba molecular RT-PCR (reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa). Este estudio es considerado el estándar de oro para el diagnóstico de influenza, ya que permite identificar con alta precisión el material genético del virus y diferenciar el subtipo H3N2 de otros virus respiratorios, como influenza A H1N1, influenza B o SARS-CoV-2.

La prueba RT-PCR se realiza a partir de una muestra tomada de la nariz, generalmente mediante un hisopo nasofaríngeo. El análisis se lleva a cabo en laboratorios especializados y forma parte de la vigilancia epidemiológica que mantienen las autoridades de salud. En algunos casos, se emplean pruebas moleculares múltiples, que detectan de manera simultánea varios virus respiratorios, lo que facilita un diagnóstico más rápido y preciso.

Estas pruebas ayudan a diferenciar
Estas pruebas ayudan a diferenciar el virus de otros similares, por lo que son más precisas. Foto: (iStock)

También existen pruebas rápidas de antígeno para influenza, que pueden ofrecer resultados en menos tiempo; sin embargo, estas tienen menor sensibilidad que la RT-PCR, por lo que un resultado negativo no siempre descarta la infección. Por esta razón, en casos sospechosos o en personas con síntomas graves, se recomienda confirmar el diagnóstico con una prueba molecular.

Las autoridades de salud señalan que es fundamental acudir a realizarse una prueba cuando se presentan síntomas compatibles con influenza, especialmente si estos aparecen de forma repentina. Entre los principales síntomas se encuentran fiebre alta, escalofríos, dolor de cabeza intenso, dolores musculares y articulares, cansancio extremo y malestar general. A estos se suman síntomas respiratorios como tos seca, dolor de garganta, congestión nasal y dificultad para respirar.

Otros signos que pueden presentarse son náuseas, vómito o diarrea, sobre todo en niñas y niños. En personas adultas mayores o con enfermedades crónicas, la influenza puede manifestarse de manera más severa y evolucionar rápidamente hacia complicaciones como neumonía.

La vacunación es la principal
La vacunación es la principal medida para prevenir el contagio de la influenza H3N2. 12 de noviembre de 2025. REUTERS/Raquel Cunha/Archivo

Se recomienda acudir de inmediato a una unidad de salud para valoración y prueba diagnóstica si los síntomas se intensifican, si hay falta de aire, dolor en el pecho, confusión, fiebre persistente, o si pertenecen a grupos de riesgo como personas mayores de 60 años, menores de cinco años, mujeres embarazadas o personas con padecimientos como diabetes, hipertensión, obesidad, asma, enfermedad renal crónica o sistemas inmunológicos comprometidos.

Las autoridades subrayan que la detección temprana permite iniciar tratamiento antiviral oportuno, reducir la duración de la enfermedad y prevenir complicaciones. Asimismo, reiteran que la vacunación anual contra la influenza sigue siendo la principal medida preventiva para disminuir el riesgo de enfermedad grave y hospitalización.

Finalmente, se exhorta a la población a no automedicarse, acudir a los servicios de salud ante síntomas sospechosos y mantenerse informada a través de los canales oficiales, como parte de una estrategia integral de cuidado de la salud durante la temporada de influenza.