La detención de Edgar Rodríguez Ortiz, apodado como “El Limones” e identificado como presunto operador financiero del grupo de Los Cabrera Sarabia, no se produjo por un error táctico ni por una traición interna, sino por una combinación de lujos excesivos, vanidad y exposición pública, según documenta el periodista Óscar Balderas.
En la región de La Laguna, entre los estados de Coahuila y Durango, el personaje se había vuelto imposible de ignorar: un Lamborghini Urus verde limón, el cual estaría valuado en cerca de siete millones de pesos, recorría pueblos marcados por la pobreza extrema, levantando polvo y atención por igual.
El vehículo no sólo era un símbolo de ostentación, sino una firma criminal. El color fue modificado deliberadamente para coincidir con el apodo del dueño y convertirlo en un objeto fácilmente identificable.
Lamborghini Urus de un color verde limón: la pista clave para dar con él
De acuerdo con la investigación publicada por el periodista especializado en seguridad, el Lamborghini verde se convirtió en una de las principales pistas que siguieron la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la Fiscalía General de la República (FGR), el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y las Fuerzas Armadas para ubicar al presunto delincuente.
Las imágenes muestran a “El Limones” posando junto al vehículo dentro de una cochera. En una de ellas, porta una camisa que lo identifica como alto integrante regional de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) .En otra, aparece entre el Lamborghini y un Ferrari 812 Superfast, cuyo valor ronda los seis millones de pesos.
El mensaje era claro: poder, impunidad y pertenencia a una élite criminal que operaba a plena luz del día.
Siguiendo el paso a un criminal sin temor a exhibirse en Durango y Coahuila
Según el reportaje, el Lamborghini Urus permitió trazar rutas, patrones de movilidad y puntos de reunión. Cada vez que el vehículo era visto estacionado frente a un negocio —bares, cervecerías, marisquerías, salones de fiestas— se sumaba información a las carpetas de investigación.
Varios de esos establecimientos, ubicados principalmente en Gómez Palacio, Durango, son señalados como negocios fachada para el lavado de dinero del grupo criminal vinculado a Los Cabrera Sarabia, aliados de la facción de “Los Mayos” del Cártel de Sinaloa.
Uno de los sitios clave, cuenta Balderas, fue un complejo deportivo conocido como “El Barrio de la Boca” e identificado como punto recurrente del presunto operador financiero. El seguimiento al vehículo permitió establecer vigilancia discreta.
Así pues, finalmente, se ubicó el domicilio donde “El Limones” fue detenido durante un operativo encabezado por el secretario Omar García Harfuch. La captura ocurrió sin resistencia, pese a que en el lugar se aseguraron armas largas, chalecos tácticos de tipo militar y municiones de uso exclusivo del Ejército mexicano.
“De Apodo Limones”: el narcocorrido que exaltaba su figura criminal en La Laguna
La ostentación no se limitaba a los autos. “El Limones” también ordenó la composición de un narcocorrido titulado De Apodo Limones, interpretado por el grupo MásD1 y promovido por el influencer Carlos “Charly” Guajardo, La idea era reforzar su imagen pública como figura de poder regional, pero eso solo llevó a que estuviera más ser cerca de ser detenido.
Las investigaciones consultadas por el comunicador también revelaron que no era el único miembro de su estructura con afición por los autos de lujo. Otros operadores identificados por las autoridades conducían Ferraris de distintos colores, a partir de una regla interna: nadie podía usar el verde, considerado “el color del dinero”, excepto el líder.
La flotilla incluía además Mercedes Benz de colección, Porsche modificados y Mini Coopers vintage. Todos eran utilizados para desplazamientos vinculados a extorsiones, cobros de derecho de piso, secuestros y homicidios.
Un lugar privilegiado en la CATEM Durango: número dos como líder sindical
En la jerarquía criminal, Rodríguez Ortiz era considerado el número dos de una estructura incrustada en la CATEM, sólo por debajo de Nassael Armando Cobián Duarte, conocido como “El Muñeco” y señalado como secretario general estatal del sindicato. Por ahora, según Balderas, sería el próximo objetivo de las autoridades federales.
Por encima de ambos se encuentran los hermanos Alejandro y Luis Cabrera Sarabia ―identificados como “El 02” y “El 03”― operadores históricos de Ismael “El Mayo” Zambada.
De acuerdo con testimonios recabados por las autoridades, la captura fue posible no sólo por el seguimiento técnico, sino por las denuncias de empresarios y ganaderos extorsionados, quienes relataron la violencia, los excesos y la sensación de impunidad con la que operaba el grupo.
El operativo fue diseñado con base en esas entrevistas y en el rastro que dejaron los vehículos de superlujo. Así es como el hombre que presumía velocidad y poder pasó de dominar caminos polvorientos en un Lamborghini a quedar detenido dentro de una celda de máxima seguridad.
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