¿Qué es el herpes zóster? Esto es lo básico que debes saber sobre la enfermedad

Síntomas poco evidentes pueden dificultar la detección temprana de esta infección viral que permanece latente durante años en el organismo

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Herpes zóster: qué lo causa,
Herpes zóster: qué lo causa, cuáles son sus síntomas y cómo tratarlo. Foto: (iStock)

El herpes zóster, también conocido como culebrilla, es una infección viral causada por la reactivación del virus varicela-zóster, el mismo que provoca la varicela.

Una vez que una persona tiene varicela, usualmente en la infancia, el virus permanece “dormido” en los nervios del cuerpo y puede reactivarse años después, generalmente en la edad adulta, dando origen al herpes zóster.

Esta reactivación suele relacionarse con una disminución de las defensas, el estrés, enfermedades crónicas o el envejecimiento.

Síntomas: dolor, ardor y erupciones características

El herpes zóster inicia con síntomas poco específicos, como dolor, ardor, hormigueo o sensibilidad extrema en un área particular del cuerpo, generalmente en un solo lado del torso, el cuello o la cara.

A los pocos días, aparece una erupción en forma de pequeñas ampollas agrupadas que siguen el trayecto de un nervio. Estas vesículas pueden producir picazón y suelen llenarse de líquido antes de secarse y formar costras.

El dolor es uno de los síntomas más distintivos y puede ser intenso, al punto de interferir con actividades cotidianas como vestirse o dormir. Algunas personas presentan además fiebre, cansancio, dolor de cabeza o sensibilidad al tacto incluso antes de que aparezca la erupción.

Esta enfermedad es conocida por
Esta enfermedad es conocida por las molestas erupciones que provoca. Foto: (iStock)

¿Cómo se contagia el herpes zóster?

Aunque el herpes zóster proviene del virus de la varicela, no se contagia directamente como tal entre personas. Es decir, no se puede transmitir “culebrilla” de un individuo a otro.

Sin embargo, una persona con herpes zóster sí puede contagiar varicela a alguien que nunca la ha tenido ni ha sido vacunado, únicamente a través del contacto directo con el líquido de las ampollas. Mientras las lesiones no formen costras, el riesgo de transmisión es mayor.

El virus no se transmite por aire al hablar o toser, como ocurre con la varicela. Por ello, cubrir las lesiones y evitar el contacto directo reduce significativamente la posibilidad de contagio.

Complicaciones: desde dolor persistente hasta riesgos oculares

Una de las complicaciones más comunes del herpes zóster es la neuralgia posherpética, un dolor que persiste semanas, meses o incluso años después de que la erupción desaparece. Esta afección se presenta con más frecuencia en adultos mayores de 60 años.

Cuando la erupción afecta el área de los ojos, puede causar herpes zóster oftálmico, una condición que requiere atención inmediata debido al riesgo de daños en la córnea, pérdida de visión o inflamación ocular severa.

Otras complicaciones pueden incluir infecciones bacterianas en la piel, pérdida temporal de audición o debilidad muscular si el virus compromete ciertos nervios.

Entre las principales recomendaciones se
Entre las principales recomendaciones se encuentra el cubrir las ampollas y evitar rascarse. Foto: (iStock)

Cuidados y tratamiento

El tratamiento temprano es clave para disminuir la duración de los síntomas y evitar complicaciones. Los médicos suelen indicar antivirales, que son más efectivos cuando se administran en las primeras 72 horas tras la aparición de las ampollas. También pueden recetarse analgésicos, antiinflamatorios o medicamentos para el dolor neuropático.

Entre los cuidados recomendados se encuentran mantener la piel limpia, evitar rascarse, cubrir las lesiones con gasas para reducir molestias y contagio, aplicar compresas frías y descansar adecuadamente. Asimismo, existe una vacuna para prevenir el herpes zóster, recomendada especialmente para adultos mayores.

El herpes zóster es una condición frecuente, especialmente con el envejecimiento poblacional. Conocer sus síntomas, cuidados y riesgos permite actuar a tiempo y reducir el impacto de esta dolorosa infección.