Ellos son Los Malportados, presunta célula delictiva vinculada con el Cártel de Sinaloa que opera en la CDMX

Integrantes de la célula delictiva son señalados por el asesinato de unos mariachis en la alcaldía Iztapalapa

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Detienen SSC a líderes de
Detienen SSC a líderes de "Los Malportados", entre armas y drogas fueron detenidos en club de Acapulco. | @SSC_CDMX

Un patrullaje rutinario de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México terminó con la captura de Juan “N”, alias “El Gordo”, presunto integrante de la célula delictiva Los Malportados, que está vinculada al Cártel de Sinaloa.

Los agentes lo detuvieron en la alcaldía Iztapalapa, luego de observar a varios hombres manipulando bolsas con hierba verde. Durante la revisión encontraron 21 dosis de posible marihuana, dos envoltorios con sustancia similar a la cocaína, un teléfono celular y una mochila. Para las autoridades, El Gordo era un operador de confianza de Gustavo Aldair Arzate Vázquez, alias “El Malportado” o “El 19”, líder de esta organización criminal.

La detención de El Gordo ocurre apenas tres meses después de un golpe mucho más grande: el arresto del propio El Malportado en un operativo conjunto entre la SSC, la Guardia Nacional, la Sedena, la FGR y autoridades de Guerrero. El 2 de agosto de 2025, agentes irrumpieron en un club de playa en Acapulco donde el capo y cuatro de sus principales colaboradores (conocidos como El Tosco, El Cabezas, El Frijol y José Ignacio N), se encontraban armados y en posesión de drogas. En el lugar se aseguraron armas largas, cartuchos, básculas grameras y dosis de cristal, marihuana y pastillas de fentanilo.

Según los reportes oficiales, Los Malportados son una célula también vinculada al Cártel Nuevo Imperio una organización que ha extendido su influencia en el centro del país. Su presencia se concentra en la Ciudad de México, particularmente en las alcaldías Iztapalapa, Miguel Hidalgo, Tláhuac y Azcapotzalco, aunque también han sido identificados en zonas del Estado de México, Morelos y Guerrero.

Las investigaciones los relacionan con una amplia lista de delitos: narcomenudeo, extorsión, secuestro, homicidio, feminicidio, robo con violencia y despojo de inmuebles. Además, las autoridades capitalinas señalan que controlaban puntos de venta de drogas y cobraban cuotas a comerciantes y transportistas. Algunos de sus miembros operaban disfrazados de repartidores o vendedores ambulantes para moverse sin levantar sospechas.

Uno de los episodios que más conmocionó a la ciudad ocurrió en octubre de 2025, cuando varios integrantes del grupo participaron en el secuestro de un grupo de mariachis en la alcaldía Tlalpan.

Las víctimas fueron golpeadas y presentaban quemaduras, un hecho que reveló la brutalidad con la que actuaba la organización. Casos como ese consolidaron a Los Malportados como uno de los principales generadores de violencia en la capital.

Tras la captura de El Malportado, la SSC confirmó que el grupo tenía una estructura piramidal y actuaba con disciplina criminal. El líder coordinaba desde la capital la distribución de drogas y ordenaba ataques o ejecuciones selectivas. En palabras del secretario de Seguridad, Pablo Vázquez Camacho, su detención representó “un golpe significativo a una célula que había escalado en violencia y control territorial”.

No obstante, las autoridades reconocen que el grupo no ha sido completamente desarticulado. Los recientes arrestos, como el de El Gordo, evidencian que algunos remanentes siguen operando y podrían intentar reorganizarse bajo un nuevo mando. Por ello, la SSC y la Guardia Nacional mantienen operativos constantes en las zonas donde el grupo tenía presencia.

En su informe de septiembre de 2025, la SSC destacó la detención de más de seis mil personas por delitos de alto impacto y la desarticulación de 26 células criminales. Entre ellas se encuentra Los Malportados, cuya caída ha sido una prioridad dentro del plan de seguridad de la capital. Sin embargo, el propio éxito de estas operaciones deja ver una realidad compleja: el crimen organizado en la Ciudad de México se ha fragmentado en grupos más pequeños, pero igual de violentos y adaptables.