Estos son los factores de riesgo biológicos y ambientales para desarrollar cáncer de mama, así puedes prevenirlos

La Secretaría de Salud indicó que hay cuatro tipos de factores de riesgo, modificables y no modificables, que ayudan a desarrollar la enfermedad

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Hay cuatro grupos de factores
Hay cuatro grupos de factores de riesgo para desarrollar cáncer de mama. | Jovani Pérez

El cáncer de mama no presenta un solo factor de riesgo identificable, aunque es posible reducir la probabilidad de padecerlo mediante ciertas medidas, según explica Diana Fabiola Flores Díaz, especialista en tumores mamarios del Instituto Nacional de Cancerología (INCan) y egresada de la Facultad de Medicina de la UNAM.

En una publicación de la UNAM, Flores Díaz señaló que este tipo de cáncer tiene un origen multifactorial en el que intervienen elementos como el consumo de tabaco y alcohol, junto a otros factores de riesgo, tanto modificables como no modificables, que impactan en la posibilidad de desarrollarlo.

Factores de riesgo de cáncer de mama

De acuerdo con la especialista, y la Secretaría de Salud, los factores de riesgo para el cáncer de mama se agrupan en cuatro grandes categorías:

  • Biológicos

Estos factores son ser del sexo femenino, envejecimiento y la historia personal o familiar de cáncer de mama en madre, hermanas o hijas.

En este ámbito también está la vida menstrual de más de 40 años, es decir, que haya iniciado antes de los 12 años y la menopausia haya ocurrido después de los 52, así como el tejido mamario denso o el ser persona portadora de los genes BRCA1 o BRCA2, variantes genéticas que aumentan el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.

  • Ambientales

Este factor de riesgo consiste en la exposición a radiaciones ionizantes, principalmente en el desarrollo o crecimiento (en el útero, en la adolescencia), así como el tratamiento con radioterapia en tórax.

  • Relacionados con la historia reproductiva

En este rubro se encuentra el no haber tenido hijos, haber tenido su primer embarazo a término después de los 30 años de edad y tener terapia hormonal en la peri o posmenopausia por más de cinco años.

  • Relacionados con el estilo de vida

Este grupo integra los factores de alimentación rica en carbohidratos y baja en fibra, así como una diete con alto nivel de grasas tanto de origen animal como ácidos grasos trans.

También incluye obesidad, principalmente después de la menopausia, sedentarismo, consumo de alcohol y tabaco.

¿Cómo se pueden evitar?

El cáncer de mama no puede evitarse completamente, sin embargo se puede disminuir el riesgo de desarrollarlo si mejoramos algunos factores de riesgo modificables a través de mantener un estilo de vida saludable.

  • Lleva una dieta saludable: implementa una dieta baja en grasas y azúcares refinados y alta en frutas y verduras, a cinco porciones al día. De preferencia hay que comerlas sin cocinar que es en el estado en que mejor conservan sus nutrientes.
  • Haz ejercicio: Es recomendable practicar por lo menos 30 minutos consecutivos de ejercicio al día, durante el cual el corazón se agite ligeramente. Un ejemplo es caminar a ritmo constante.
  • Evitar el consumo de alcohol y tabaco: Hay que evitar el consumo de alcohol, o limitarlo a una copa al día. También es muy importante evitar fumar para disminuir el riesgo de cáncer de mama, otros tipos de cáncer (pulmón, vejiga, estómago, etc.), enfermedades del corazón y enfisema pulmonar.
  • Evitar terapias hormonales: el uso prolongado de anticonceptivos hormonales (pastillas, parches, inyecciones, implantes) y de preferencia evitar por completo la terapia de reemplazo hormonal (hormonas que se administran después de la menopausia para disminuir los efectos secundarios de ésta).

Síntomas de alerta

Entre los síntomas de alerta, Flores Díaz menciona la aparición de un nódulo, indoloro y con crecimiento progresivo, en la glándula mamaria.

Por lo general, los tumores dolorosos no corresponden a cuadros de cáncer, mientras que aquellos que persisten y aumentan de tamaño requieren evaluación médica. Otros signos, aunque menos frecuentes, consisten en secreción sanguinolenta de un solo pezón, cambios de color en la mama, piel con aspecto de naranja, ganglios notorios en axilas o cuello y retracción del pezón.

Si estas señales aparecen, el padecimiento podría encontrarse en una etapa localmente avanzada, con riesgo de ulceraciones.

Desde 1988, octubre es reconocido como el Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, con el objetivo de promover la prevención, diagnóstico y tratamiento oportunos.

Según la especialista del INCan, la autoexploración, la exploración clínica regular y la mastografía, según la edad, constituyen las herramientas básicas recomendadas para una detección precoz y efectiva. Consultar con un profesional de salud resulta indispensable, incluso en ausencia de síntomas.