Conoce todas las variedades de pozole que hay, un platillo típico de las fiestas patrias

Este plato es muestra de la diversidad culinaria en México que se remonta a la época prehispánica

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El pozole es un platillo
El pozole es un platillo típico que ha trascendido por generaciones en la cocina mexicana. Diseño: (Jesús Tovar Sosa/Infobae)

La llegada de septiembre en México no solo trae consigo el aire de la independencia y el orgullo nacional, sino también un aroma inconfundible que inunda los hogares y las plazas: el del pozole.

Más que un simple platillo, este guiso prehispánico se ha consolidado como el rey indiscutible de las fiestas patrias, un símbolo de identidad y celebración que reúne a familias y amigos en torno a una olla humeante.

Su magia no solo reside en su delicioso sabor, sino en la rica variedad que existe a lo largo y ancho del país, demostrando la vasta diversidad gastronómica de la cultura mexicana.

Existen múltiples versiones de este
Existen múltiples versiones de este platillo. Foto: (iStock)

Pozole Rojo: El Clásico que Enciende la Noche

El pozole rojo es quizás la versión más popular, especialmente en el centro del país. Su característico color y sabor intenso provienen de una salsa elaborada con chiles secos, como el guajillo, el ancho y, en ocasiones, el pasilla.

Este brebaje picante y aromático se mezcla con un caldo sustancioso, cocinado a fuego lento con carne de cerdo —a menudo cabeza, maciza o espinazo— y el indispensable maíz cacahuazintle.

Servido con abundante lechuga finamente picada, rábanos, cebolla, orégano, chile piquín en polvo y un toque de limón, el pozole rojo es una explosión de sabor que prepara el paladar para la fiesta.

El más clásico de todos.
El más clásico de todos. Foto: (Archivo)

Pozole Blanco: La Base de la Tradición

Para los puristas del sabor, el pozole blanco es la elección perfecta. Este pozole se cocina únicamente con maíz cacahuazintle y carne (principalmente de cerdo o pollo), sin la adición de chiles en el caldo.

Su sencillez es su mayor virtud, ya que permite que los comensales lo aderecen a su gusto con una amplia gama de ingredientes. Es un lienzo en blanco sobre el que cada persona puede crear su propia obra maestra, añadiendo la salsa que prefiera, o bien disfrutando del sabor puro del maíz y la carne, complementado con crema, chicharrón, aguacate y unas rodajas de rábano.

En algunas regiones como el Estado de México, el pozole blanco es la tradición inmutable.

El pozole blanco es la
El pozole blanco es la base más natural. Foto: (iStock)

Pozole Verde: El Sabor Fresco y Vibrante del Sur

Proveniente principalmente de la región de Guerrero, el pozole verde es una variante que sorprende por su color y su sabor fresco y herbal. Su tonalidad es resultado de una mezcla de ingredientes como tomate verde (tomatillo), epazote, cilantro, pepitas de calabaza, chile serrano y a veces, aguacate.

Este pozole suele prepararse con carne de pollo o cerdo, lo que le da una consistencia más ligera y un sabor menos pesado que sus contrapartes. Es una opción ideal para quienes buscan una experiencia gustativa diferente, con notas agrias y picantes que se equilibran a la perfección.

El pozole verde incluye una
El pozole verde incluye una preparación diferente. Foto: Wikimedia/Missvain

Otras Variedades Regionales

Además de los tres gigantes, existen otras variedades que demuestran la creatividad culinaria de México. El pozole de mariscos, popular en las costas, sustituye la carne por camarones, pescado o pulpo, creando una versión fresca y salada.

Por su parte, en Jalisco, el pozole es famoso por su sabor robusto y la cantidad generosa de carne de cerdo. Incluso existen versiones vegetarianas, adaptadas para quienes no consumen carne, utilizando hongos, flor de calabaza o garbanzos.

Sin importar si es blanco, rojo o verde, el pozole es mucho más que un plato; es una excusa para reunirse, una tradición que se hereda de generación en generación y un símbolo de la identidad mexicana que se celebra con cada bocado. Para estas fiestas patrias, sentarse a la mesa con una buena taza de pozole es rendirle tributo a la historia y el sabor de un país.