Quién es Priscilla Esquerra, la exnovia de Iván Archivaldo Guzmán que se reinventó y ahora promueve la sanación personal

Priscilla Esquerra, nacida en San Diego, California, y criada en Culiacán, Sinaloa, ha irrumpido en el mundo digital como creadora de contenido, facilitadora energética y promotora del desarrollo personal.

Su público la conoce principalmente como Facilitadora Certificada de Access Consciousness y Cosmetóloga, vocaciones que combina con el objetivo declarado de impulsar el autoconocimiento, la belleza y un crecimiento interior basado en prácticas energéticas.

En redes sociales ha acumulado una comunidad de más de100 mil seguidores en Instagram y cerca de 800 suscriptores en su canal de YouTube, en donde tiene un podcast titulado “Brillando como siempre”.

Desde los 13 años, según recalca en sus redes sociales y biografías profesionales, comenzó a adentrarse en el desarrollo personal, con un camino de exploración interna que acaba marcando su vida adulta.

Pero su notoriedad pública no solo proviene de su actividad profesional. Su historia está atravesada por la relación sentimental que mantuvo durante su juventud con Iván Archivaldo Guzmán Salazar, uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán y líder del grupo criminal conocido como Los Chapitos, una facción del Cártel de Sinaloa.

En distintos episodios de su podcast “Brillando como siempre”, Esquerra ha compartido detalles de su vida personal desde una perspectiva de transformación. A través de estos relatos, la joven narra el paso de una adolescencia caracterizada por la inseguridad, una baja autoestima marcada por un entorno familiar disfuncional, donde predominó la ausencia paterna, la exigencia académica y la carencia de afecto.

Además, refiere que creció en el contexto social de Culiacán, bajo una presión constante sobre la apariencia, el valor de la mujer y la competencia material, factores que influyeron profundamente en su desarrollo emocional.

Esquerra asegura que su primera relación importante comenzó a los 15 años y se mantuvo hasta los 22 o 23. En ese periodo, según ha contado repetidamente en los episodios de su podcast, buscaba en su pareja la figura paterna ausente y vivió marcada por el miedo, la dependencia emocional y la baja autoestima.

“A mis 15 años tuve mi primer relación de pareja, estaba muy pequeña, pero fue mi primer novio y en ese momento pues estaba buscando, yo recuerdo, como un padre en él… toda esta falta de un papá la estuve buscando en mi relación”, afirmó en uno de sus episodios más escuchados.

En sus grabaciones, Esquerra habla abiertamente de los sentimientos de insuficiencia, sumisión y ansiedad que la acompañaron durante años. Relata una dinámica de control y celos, donde su estabilidad emocional dependía casi por completo de la atención y validación de su pareja. “Yo era una niña deprimida, una adolescente que no confiaba en mí misma… dependía mucho de mi pareja”, recuerda.

También reconoce que gran parte de estas conductas respondían a patrones aprendidos en casa, en un ambiente donde el afecto era escaso y se normalizaban las relaciones violentas o distantes. De hecho, señala que el tipo de vínculos tóxicos que eligió durante su juventud respondían a la repetición inconsciente de lo aprendido en la dinámica familiar de sus padres.

La joven señala que la salida de esa relación solo fue posible tras una crisis profunda de depresión y neurosis. “A mis 23 años pude salirme de esta relación, pero en un momento de una crisis muy profunda… que fue lo que me ayudó a elegir diferente y decir: ‘Me voy del país, me voy a otra parte, me voy a estudiar a otro lugar, pero yo quiero una vida diferente’”, contó en su podcast.

Para Esquerra, la etapa posterior a esa ruptura fue determinante: decidió mudarse fuera de México para romper con el pasado y reconstruir su vida desde otros cimientos. Afirma que acceder a herramientas de desarrollo personal, nuevas experiencias, relaciones distintas, la lectura, y un entorno alejado de viejos patrones, fue clave para su transformación.

Rechaza la postura de víctima y sostiene que todo su proceso de cambio nació de asumir que las decisiones, incluso las más dolorosas, terminan moldeando la vida. “Tuve que pasar por mucho dolor y yo lo elegí, porque al final todo lo que estamos creando en nuestra vida es una elección”, reflexiona.

Aunque en su espacio digital evita identificar por nombre a su expareja, numerosas fotografías, comentarios y mensajes de sus seguidores la asocian de manera directa con Iván Archivaldo Guzmán Salazar. Imágenes públicas la muestran en su juventud junto al hijo de “El Chapo”, además de figurar en círculos sociales relacionados con figuras como Claudia Ochoa Félix, conocida como “La Emperatriz de Los Ántrax”.

Priscilla Esquerra también ha estado vinculada sentimentalmente con el boxeador mexicano Gilberto “Zurdo” Ramírez. De acuerdo con la información disponible y los rumores surgidos tras diversas apariciones públicas del pugilista, ambos estuvieron casados y tienen un hijo en común.

La relación atrajo el interés de medios y seguidores debido a los episodios de crisis, señalamientos de infidelidades y los comportamientos polémicos fuera del ring en los que se ha visto involucrado el deportista.

A raíz de sus derrotas deportivas y eventos extradeportivos, el nombre de Ramírez ha estado continuamente presente en la esfera del espectáculo. Han circulado versiones sobre posibles romances del boxeador con personalidades como Brenda Zambrano y Diana Chiquete, lo que habría llevado a Priscilla a terminar esta relación.