Qué tan saludable es ver películas de terror, según la psicología

Muchas personas disfrutan ver este contenido como una experiencia retadora

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Mucha gente es fan del
Mucha gente es fan del cine de terror. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las películas de terror, con sus escenas tensas, criaturas sobrenaturales o amenazas invisibles, despiertan intensas emociones en quienes las ven. Para algunos, son una fuente de entretenimiento; para otros, una experiencia angustiante.

Sin embargo, desde la psicología, se ha mostrado que ver películas de terror puede tener efectos más complejos —e incluso saludables— de lo que parece, siempre que se consuman de forma moderada y en contextos adecuados.

Una de las principales razones por las que este tipo de contenido puede resultar beneficioso es porque permite experimentar miedo en un entorno seguro. Al observar situaciones aterradoras desde la comodidad del hogar o una sala de cine, el cerebro reacciona ante el estímulo, pero al mismo tiempo es consciente de que no hay un peligro real.

Esto ayuda a procesar el miedo, fortalecer mecanismos de afrontamiento y desarrollar cierta tolerancia al estrés. Algunas teorías psicológicas, como la catártica, sostienen que el cine de terror también permite una liberación emocional al enfrentar simbólicamente situaciones extremas o traumáticas, lo que puede llevar a una sensación de alivio o descanso emocional posterior.

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Este contenido podría ser más que entretenido, según expertos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Ver películas de terror también genera una activación fisiológica. El cuerpo produce adrenalina, dopamina y endorfinas, sustancias que están asociadas al placer, la excitación y la recompensa.

Esto explica por qué muchas personas disfrutan del género a pesar de sentir miedo: hay una especie de “montaña rusa emocional” que genera satisfacción al superar el susto y regresar a la calma. Esta sensación puede incluso mejorar el estado de ánimo en ciertas personas, particularmente si se enfrentan a situaciones estresantes y buscan una vía de escape controlada.

Otro aspecto positivo es el impacto social. Ver películas de terror en compañía puede fortalecer vínculos emocionales, ya que compartir momentos de miedo genera empatía y cohesión grupal. Reír o abrazarse después de un susto ayuda a regular las emociones y convierte el miedo en una experiencia colectiva y lúdica.

Además, tener la posibilidad de pausar la película o recordar que lo que se ve es ficción brinda una sensación de control sobre las emociones, lo cual es valioso para muchas personas que buscan comprender y manejar mejor sus reacciones ante el estrés.

Este contenido permite explorar más
Este contenido permite explorar más allá de los límites del miedo. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Sin embargo, los efectos del cine de terror no son iguales para todos. En algunos casos, puede tener consecuencias negativas como pesadillas, insomnio, aumento de ansiedad o malestar prolongado. Esto es especialmente cierto en niños, personas con trastornos de ansiedad o individuos que han vivido experiencias traumáticas.

En ciertos casos extremos, el contenido violento o perturbador puede desensibilizar emocionalmente al espectador, o incluso activar recuerdos dolorosos si hay antecedentes de trauma.

Por ello, los expertos recomiendan prestar atención a las señales emocionales del cuerpo. Si ver películas de terror provoca angustia persistente, ansiedad intensa o problemas para dormir, es mejor evitarlas.

En cambio, si se disfrutan como una experiencia emocional intensa, segura y controlada, pueden ser una forma saludable de explorar los límites del miedo y procesar emociones complejas.