Cinco maneras prácticas de cuidar tu refrigerador que quizás no conocías

El buen funcionamiento de los electrodomésticos podría impactar hasta en la economía personal, por lo que es indispensable darles el mejor mantenimiento

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Como mantener tu refri en
Como mantener tu refri en óptimas condiciones. Foto: (iStock)

Aunque solemos dar por sentado el funcionamiento del refrigerador, este electrodoméstico es uno de los más importantes del hogar y uno de los que más energía consume. Para alargar su vida útil y mejorar su eficiencia, existen cuidados básicos bien conocidos como no abrir la puerta constantemente o evitar sobrecargarlo.

Sin embargo, hay otras prácticas menos populares, pero igual de efectivas, que pueden ayudarte a mantenerlo en óptimas condiciones.

La primera es limpiar regularmente las bobinas del condensador. Estas se encuentran generalmente en la parte trasera o inferior del aparato y son responsables de liberar el calor que se extrae del interior.

Cuando las bobinas se cubren de polvo, pelos o grasa, el compresor tiene que trabajar más para mantener el frío, lo que eleva el consumo de electricidad y acorta la vida útil del motor. Limpiarlas al menos cada seis meses con un cepillo suave o una aspiradora puede mejorar notablemente la eficiencia del refrigerador.

Mantener el refir es esencial
Mantener el refir es esencial para el cuidado de los alimentos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

En segundo lugar, es importante mantener al menos tres cuartos del espacio interior ocupado, sin llegar a saturarlo. Muchos creen que el refrigerador funciona mejor cuando está vacío, pero lo cierto es que los alimentos fríos ayudan a estabilizar la temperatura interna.

Eso sí, debe haber suficiente espacio para que el aire circule libremente. Un equilibrio adecuado entre productos y espacio libre facilita el enfriamiento uniforme y reduce el trabajo del compresor.

El tercer consejo poco conocido es revisar y reemplazar el empaque de goma de la puerta, también llamado burlete. Este sello asegura que el aire frío no se escape y que el caliente no entre.

Con el paso del tiempo, el burlete puede endurecerse, agrietarse o perder adherencia, lo que compromete la eficiencia del aparato. Para comprobar si el sello está funcionando correctamente, se puede hacer una prueba simple: colocar un billete entre la puerta y el marco del refrigerador y cerrarla. Si el billete se desliza fácilmente, es momento de cambiar el empaque.

Estas prácticas pueden ayudar a
Estas prácticas pueden ayudar a mantener el electrodoméstico en óptimas condiciones. Foto: (iStock)

Una cuarta recomendación es descongelar correctamente el congelador, incluso si se trata de un modelo “no frost”. En estos casos, aunque el sistema está diseñado para evitar acumulación de hielo, si hay bloqueos visibles o acumulación en las paredes, puede haber una falla en el sistema de deshielo automático.

Evita usar objetos punzantes para eliminar el hielo, ya que podrías dañar componentes internos. Lo ideal es apagar el refrigerador y dejar que el hielo se derrita de forma natural, luego limpiar con un paño seco y volver a encenderlo.

Por último, evita colocar alimentos calientes dentro del refrigerador. Aunque parezca una acción inofensiva, esto obliga al motor a trabajar el doble para bajar la temperatura interna.

Siempre deja que los alimentos se enfríen a temperatura ambiente antes de refrigerarlos. Además, cubre bien los recipientes para evitar que la humedad se eleve dentro del aparato, lo que también impacta su rendimiento.

Aplicar estas prácticas puede parecer un esfuerzo menor, pero con el tiempo representan un ahorro significativo en consumo energético y prolongan la vida útil del electrodoméstico, evitando reparaciones costosas y asegurando el buen estado de los alimentos.