Morena busca prohibir la venta de bebidas energéticas a menores de edad debido a los riesgos para la salud

El acceso libre a bebidas energéticas puede provocar desde ansiedad hasta accidentes cerebrovasculares en jóvenes

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El consumo de bebidas energéticas
El consumo de bebidas energéticas en menores se asocia a riesgos físicos, mentales y emocionales. REUTERS/Dado Ruvic/File Photo

El líder de los diputados de Morena, Ricardo Monreal Ávila, contempla presentar una iniciativa de ley para prohibir la venta de bebidas energéticas a menores de 18 años debido a los riesgos de desarrollar a largo plazo distintas enfermedades a causa del consumo excesivo de azúcares.

“El acceso libre e indiscriminado a este tipo de productos, representa un riesgo mayúsculo del que las y los representantes de la sociedad en el Poder Legislativo, debemos proteger a nuestras niñas, niños y adolescentes”, argumentó el legislador zacatecano.

El diputado destaca que el consumo de bebidas energéticas entre niñas, niños y adolescentes ha crecido en los últimos años, lo que ha generado preocupación por los riesgos para la salud asociados a su ingesta.

La propuesta de Monreal Ávila plantea reformas a la Ley General de Salud, con el objetivo de establecer un marco regulatorio más estricto para la comercialización y promoción de las bebidas energéticas, especialmente dirigido a los jóvenes, quienes resultan más vulnerables a los efectos adversos de estos productos.

La iniciativa responde a recomendaciones
La iniciativa responde a recomendaciones internacionales sobre la protección de la infancia frente a productos no saludables. FOTO: Archivo

El legislador subraya que la medida responde a la necesidad de proteger a la niñez y evitar los riesgos asociados al consumo de estas bebidas, impidiendo que menores de edad puedan adquirirlas o consumirlas.

Qué contiene una bebida energética

La iniciativa define a la “bebida energética” como toda bebida no alcohólica que contenga ingredientes como cafeína, taurina, glucuronolactona, guaraná, ginseng, vitaminas del grupo B u otros componentes estimulantes, comercializados con el propósito de aumentar el nivel de alerta, concentración o energía física o mental.

Además, estas bebidas pueden incluir azúcares, edulcorantes y otros aditivos. Las sanciones propuestas alcanzan hasta dos mil veces la Unidad de Medida y Actualización para quienes infrinjan la disposición.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha manifestado su preocupación por el consumo de bebidas azucaradas y su relación con enfermedades no transmisibles como la obesidad y la diabetes, recomendando reducir la ingesta de azúcares libres a menos del 10 % de los alimentos diarios, y señalando que una reducción por debajo del 5 % aportaría beneficios adicionales para la salud.

Por su parte, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha resaltado la importancia de regular la promoción y publicidad de alimentos y bebidas no saludables dirigidas a niños y adolescentes, incluyendo las bebidas energéticas, para proteger su salud y desarrollo.

La iniciativa de Monreal Ávila abunda en la necesidad de atender estas recomendaciones internacionales.