Cuál es el efecto del aceite de oliva en las personas con hígado graso

Su elevado contenido de antioxidantes y otros compuestos brindan beneficios especiales para este importante órgano

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Este aceite es ampliamente valorado
Este aceite es ampliamente valorado por sus propiedades nutricionales. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El hígado graso es uno de los padecimientos que más afectan a la población, debido principalmente a malos hábitos alimenticios, los cuales dan origen a lo que se conoce como hígado graso no alcohólico.

Sin embargo, una buena noticia es que se trata de una condición que es posible revertir tan solo con cambios en la alimentación y hábitos saludables, sobre todo si estos cambios se realizan en las primeras etapas del hígado graso.

Es por eso que, además de cambiar a una alimentación saludable, también existen remedios naturales que es posible implementar para acelerar la recuperación de este importante órgano.

Y uno de los más usados y efectivos es el uso de aceite de oliva, sobre el cual aquí te contamos sobre sus beneficios.

El aceite de oliva extra
El aceite de oliva extra virgen es uno de los ingredientes clave saludable de la cocina mediterránea. (Imagen ilustrativa Infobae)

Cuál es el efecto del aceite de oliva en las personas con hígado graso

El aceite de oliva, especialmente el extra virgen, puede tener efectos beneficiosos en personas con hígado graso no alcohólico (HGNA) cuando se consume como parte de una dieta equilibrada y saludable.

Diversas investigaciones sugieren que entre sus efectos positivos se encuentran los siguientes:

  1. Reducción de la acumulación de grasa en el hígado: Gracias a su alto contenido de ácidos grasos monoinsaturados, como el ácido oleico, y antioxidantes como los polifenoles, el aceite de oliva puede ayudar a disminuir la acumulación de grasa en el hígado, mejorando su función.
  2. Efecto antiinflamatorio: Los compuestos antioxidantes presentes en el aceite de oliva pueden reducir la inflamación asociada con el hígado graso, lo que contribuye a prevenir la progresión de la enfermedad.
  3. Mejora de la sensibilidad a la insulina: El aceite de oliva se asocia con una mejor regulación de los niveles de insulina, ayudando a controlar los factores metabólicos que agravan el hígado graso.
  4. Protección contra el daño hepático: Sus propiedades antioxidantes ayudan a combatir el estrés oxidativo, protegiendo las células del hígado de posibles daños.
El hígado graso no alcohólico
El hígado graso no alcohólico puede revertirse con cambios en los hábitos alimenticios si se realizan en sus primeras etapas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cómo consumir aceite de oliva para mejorar la salud del hígado

El consumo de aceite de oliva para personas con hígado graso debe formar parte de una dieta equilibrada y saludable, siguiendo estas recomendaciones prácticas:

  1. Elija aceite de oliva extra virgen: Este tipo de aceite conserva la mayor cantidad de antioxidantes y ácidos grasos saludables, resultando más beneficioso para la salud hepática.
  2. Cantidad recomendada: Consuma de 1 a 2 cucharadas (15 a 30 ml) al día. Este consumo moderado es suficiente para aprovechar sus beneficios sin exceder el aporte calórico.
  3. Formas de consumo:
    1. En crudo: Agréguelo a ensaladas, vegetales cocidos o directamente sobre alimentos como pan integral.
    2. Con desayunos: Mezcle una cucharadita con jugo de limón o consúmalo directamente en ayunas, una práctica común en algunos enfoques dietéticos (aunque no todos los estudios respaldan específicamente la idea del consumo en ayunas).
    3. Cocción a baja temperatura: Puede usarse para cocinar a fuego bajo o medio, pero evite someterlo a altas temperaturas para preservar sus nutrientes.
  4. Acompañado de una dieta equilibrada: Incorpórelo en el contexto de una dieta estilo mediterráneo, rica en frutas, verduras, legumbres, granos integrales, pescados y frutos secos, evitando alimentos ultraprocesados, azúcares y grasas saturadas.
Para notar beneficios en la
Para notar beneficios en la salud del hígado, el consumo debe ser regular y combinado con otros cambios en el estilo de vida, como ejercicio físico y pérdida de peso gradual si es necesario. (Imagen ilustrativa Infobae)

Recuerda consultar con un médico o nutricionista antes de realizar cambios significativos en la dieta, especialmente si tiene hígado graso diagnosticado o alguna condición médica específica.