¿La canícula pone en riesgo tu salud? Conoce las señales de alerta y medidas de prevención

La disminución de lluvias y el calor extremo favorecen cuadros de deshidratación, infecciones y complicaciones médicas; descubre cómo reducir riesgos

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La canícula intensifica riesgos sanitarios,
La canícula intensifica riesgos sanitarios, especialmente para grupos vulnerables como los niños. (Infobae/Renato Silva)

Cada año, entre los meses de julio y agosto, muchas regiones de México atraviesan un fenómeno climático que tiene importantes implicaciones para la salud pública; se trata de la canícula, un periodo en el que las lluvias disminuyen drásticamente mientras las temperaturas alcanzan niveles extremos, superando en muchos casos los 37 grados centígrados.

Este fenómeno, según lo explica el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), ocurre debido a que los vientos alisios soplan con fuerza desde el Este, impidiendo la formación de nubes sobre el océano y reduciendo así las precipitaciones sobre gran parte del territorio nacional.

La canícula comienza unas semanas después del solsticio de verano, que tiene lugar el 21 de junio, y su nombre proviene del latín canes, que significa “perros”. De acuerdo con el IMTAl, su etimología proviene de la constelación del Can Mayor y su estrella más brillante, Sirio, conocida también como “La Abrasadora” pues, antiguamente, su aparición en el horizonte coincidía con el periodo más caluroso del año, lo que dio origen al término.

Cómo afecta la canícula a tu salud

Irritabilidad, fiebre, náuseas y fatiga
Irritabilidad, fiebre, náuseas y fatiga son síntomas que no deben pasarse por alto. (Freepik)

Las altas temperaturas tienen un impacto directo sobre la salud de la población, especialmente en sectores vulnerables como niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas no transmisibles, de acuerdo con la Secretaría de Salud de México.

Uno de los principales riesgos es el golpe de calor, una condición grave que se presenta cuando la temperatura corporal rebasa los 40 grados, lo que provoca deshidratación, disminución de la frecuencia cardiaca, baja presión arterial y menor flujo sanguíneo hacia las arterias.

Los síntomas pueden variar dependiendo de la edad y el estado físico. En los menores de edad, por ejemplo, es común observar signos como agitación, irritabilidad y llanto constante sin causa aparente, los cuales deben tomarse como señales de alarma, ya que indican un alto grado de deshidratación. En los adultos, se manifiesta con sensación de calor sofocante, piel seca, decaimiento, dolor de cabeza, confusión, mareo, náuseas, vómito y disminución de la cantidad de orina.

El riesgo aumenta significativamente en personas que practican deportes al aire libre sin consumir líquidos con electrolitos, ya que durante la actividad física se pueden perder de uno a dos litros de líquidos por hora. Si no se reponen adecuadamente, el organismo entra en un estado crítico que requiere atención médica inmediata, donde el tratamiento suele incluir la administración de suero oral o intravenoso para recuperar los niveles de hidratación.

Otro efecto colateral de la canícula es el aumento de las enfermedades gastrointestinales, una problemática que se agrava con el calor extremo. Según la Secretaría de Salud, durante la temporada de calor aumentan significativamente los casos de gastroenteritis, intoxicaciones alimentarias y diarreas, causadas por bacterias, virus y parásitos como la salmonella, E. coli y las amibas.

La razón de ello es que las altas temperaturas aceleran la descomposición de los alimentos, lo que facilita el crecimiento de microorganismos que pueden ingresar al cuerpo humano a través del consumo de agua o alimentos contaminados, especialmente si no han sido refrigerados adecuadamente o fueron manipulados sin las medidas de higiene necesarias.

En este caso, los síntomas de dichas enfermedades suelen incluir fiebre, dolor estomacal o abdominal, náuseas, diarrea, estreñimiento y fatiga. La Secretaría de Salud advierte que, si no se tratan a tiempo, pueden provocar deshidratación severa y requerir hospitalización.

En este mismo contexto, la doctora Rocío Robles, especialista en medicina familiar y gerontología del sistema de salud del Tecnológico de Monterrey (TecSalud), añade que otro riesgo poco mencionado es el de las infecciones en heridas abiertas. Durante la canícula, debido a la rápida reproducción de bacterias, incluso una pequeña cortadura puede volverse un problema grave si no se lava y desinfecta correctamente.

Cuáles son las medidas de prevención para proteger tu salud

La exposición prolongada al sol
La exposición prolongada al sol y la falta de hidratación incrementan el riesgo de padecimientos graves, por lo que es fundamental adoptar medidas de higiene y protección. (Imagen Ilustrativa Infobae)

En primer lugar, para prevenir los efectos del golpe de calor, se recomienda el uso de ropa clara y ligera, cubrirse la cabeza con sombrero o gorra, y evitar la exposición directa al sol, especialmente entre las 11:00 y las 16:00 horas. Es fundamental ingerir al menos dos litros de agua al día, practicar deportes en espacios cerrados o con buena ventilación, y no permanecer en vehículos cerrados bajo el sol, ya que la temperatura interna puede alcanzar niveles mortales en minutos.

En cuanto a las enfermedades gastrointestinales, la prevención gira en torno a la higiene, pues es indispensable lavarse bien las manos antes de comer y después de ir al baño, evitar alimentos de dudosa procedencia, preferir el consumo de agua hervida, clorada o embotellada, y asegurarse de lavar y desinfectar frutas y verduras.

También se debe cocer completamente alimentos como carnes, pescados y mariscos, y refrigerar adecuadamente los alimentos para evitar su descomposición. El consumo de productos caducados debe evitarse con mayor seriedad en este periodo, y los utensilios de cocina deben mantenerse limpios. Otro consejo importante es mantener bien tapados los botes de basura, para reducir la proliferación de insectos y bacterias.

Además de las medidas de salud, la doctora Robles enfatiza el uso consciente del agua potable, un recurso que se vuelve escaso durante las temporadas de sequía asociadas a la canícula. Tomar baños breves, lavar el auto con cubeta y reutilizar agua para riego son acciones sencillas que pueden marcar la diferencia.

Las mascotas también necesitan protección
Las mascotas también necesitan protección especial frente al calor extremo de la canícula.

También es crucial el cuidado de las mascotas, ya que si se quedan en casa mientras tú estás fuera, es importante que tengan agua suficiente, ventilación adecuada y zonas de sombra si tienen acceso al exterior. Jamás se deben dejar animales dentro de un automóvil cerrado, ya que el calor extremo puede causarles la muerte.

Por último, Robles recomienda moderar el ejercicio físico durante la canícula. Las rutinas de alta intensidad deben evitarse si se realizan en exteriores o bajo el sol; en cambio, es preferible optar por ejercicios de baja o media intensidad que se puedan realizar en espacios ventilados o con aire acondicionado. Escuchar al cuerpo y no forzar el rendimiento es esencial para evitar complicaciones como el golpe de calor.

Las altas temperaturas pueden poner en riesgo la salud de toda la población, pero especialmente de los sectores más vulnerables. Con información adecuada y medidas simples, es posible minimizar los efectos negativos de este periodo y disfrutar del verano con mayor seguridad y bienestar.