Llave MX: el experimento digital del gobierno ¿podría convertir tu identidad en un blanco del cibercrimen?

La concentración de información crítica en un solo sistema lo convierte en un objetivo atractivo para grupos de cibercrimen

Guardar
Víctor Ruiz es analista y
Víctor Ruiz es analista y consultor en temas relacionados con ciberseguridad. (Silikn)

El 24 de junio de 2025, el Senado de la República aprobó la Ley Nacional para Eliminar Trámites Burocráticos, una reforma legislativa que impone el uso obligatorio de Llave MX como identidad digital única para realizar trámites ante instancias de los tres niveles de gobierno. Aunque esta iniciativa busca agilizar los procesos administrativos y reducir la corrupción, diversos especialistas han advertido que la centralización de datos biométricos y personales conlleva riesgos significativos en términos de seguridad, vigilancia estatal y posible exclusión social.

¿Qué es Llave MX y cómo funcionará?

Llave MX es una plataforma digital desarrollada por la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT). Su propósito es unificar el acceso de la ciudadanía a los servicios gubernamentales a través de una sola identidad digital. Este sistema integrará información sensible como la CURP, datos biométricos (huellas dactilares, reconocimiento facial, escaneo de iris) y un expediente digital que registrará todo el historial de trámites realizados por cada persona.

La plataforma pretende reemplazar los trámites presenciales y evitar registros duplicados entre dependencias municipales, estatales y federales. Sin embargo, al ser de uso obligatorio y centralizar datos altamente sensibles, su implementación ha generado preocupación entre expertos en ciberseguridad, defensores de derechos digitales y legisladores.

Riesgos y amenazas asociados a Llave MX

1. Posible filtración de datos personales y biométricos

La concentración de información crítica en un solo sistema convierte a Llave MX en un objetivo atractivo para grupos de cibercrimen. A diferencia de las contraseñas, los datos biométricos no pueden cambiarse si son robados, lo que implica una vulnerabilidad permanente.

Los antecedentes en México refuerzan esta preocupación. El país ha enfrentado múltiples incidentes graves de ciberseguridad:

- 2022: Hackers accedieron a información confidencial de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), incluyendo datos operativos y de personal.

- 2024: La Consejería Jurídica de la Presidencia fue víctima de un ciberataque que expuso más de 200 GB de documentos clasificados.

- 2024: La plataforma Llave CDMX, gestionada por la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), fue comprometida, exponiendo información de 6.3 millones de usuarios, incluidos nombres completos, CURP, correos electrónicos y documentos oficiales.

Según la unidad de investigación de SILIKN, en 2024 se registraron más de 31 mil millones de intentos de ciberataques en México. Los sectores más afectados fueron el gubernamental, financiero y de telecomunicaciones, que concentraron el 70% de los incidentes, reflejando la fragilidad de los sistemas públicos ante amenazas digitales.

2. Vacíos legales en ciberseguridad

México aún carece de una legislación integral en materia de ciberseguridad, lo que obstaculiza la capacidad del Estado para enfrentar delitos digitales, especialmente aquellos cometidos desde el extranjero. En contraste, regiones como la Unión Europea aplican normas estrictas como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), y en Estados Unidos existe la Ley CISA, con protocolos claros para la protección de datos e infraestructura crítica.

Además, el presupuesto público destinado a tecnología y seguridad digital es limitado. Entre 2019 y 2023, el gasto en Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) creció solo un 3% anual, mientras que el número de ciudadanos que realizan trámites digitales aumentó más del 54%. Esta desproporción deja a las instituciones mal preparadas para proteger la información de millones de usuarios.

3. Potencial de vigilancia y abuso de poder

El uso obligatorio de Llave MX ha generado preocupación sobre su posible utilización como herramienta de vigilancia estatal. Legisladores de oposición han alertado sobre el riesgo de que el gobierno obtenga acceso sin restricciones a datos sensibles como el historial médico, situación financiera o patrimonial de las personas, sin necesidad de una orden judicial o supervisión independiente.

Estas preocupaciones se ven agravadas por la intención del gobierno de reactivar el Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (PANAUT). En conjunto, Llave MX y PANAUT podrían permitir el cruce de datos biométricos con información de telecomunicaciones, posibilitando una forma de monitoreo masivo con serias implicaciones para los derechos humanos.

4. Impacto económico y social de los ciberataques

Los efectos de los ciberataques van más allá de la exposición de datos personales: también tienen un alto costo económico y social. El Foro Económico Mundial estima que, para 2025, las pérdidas globales provocadas por ataques cibernéticos superarán los 10.5 billones de dólares anuales.

En México, según el INEGI, el 20% de las PyMEs que sufren un ciberataque grave cierran operaciones en menos de seis meses. Las empresas tardan en promedio 207 días en detectar una intrusión y 277 días en contenerla, lo que permite a los atacantes comprometer operaciones críticas y extraer información sensible sin obstáculos.

Digitalización sin protección: un riesgo estructural para la ciudadanía

La Ley Nacional para Eliminar Trámites Burocráticos y la imposición de Llave MX representan un intento ambicioso por modernizar el aparato público. No obstante, la centralización de datos sin garantías técnicas y jurídicas adecuadas puede traducirse en robo de identidad, vigilancia indebida y exclusión digital.

Los recientes ataques a instituciones como Sedena, Pemex, la Consejería Jurídica y la propia plataforma Llave CDMX, sumados a los miles de millones de ciberataques registrados en 2024, reflejan la urgencia de adoptar medidas concretas. La ciudadanía debe exigir transparencia, responsabilidad institucional y una legislación robusta en ciberseguridad para evitar que la digitalización se convierta en una amenaza más que en un servicio público efectivo.

Las acciones anunciadas por el gobierno en nombre de la ciberseguridad han generado más dudas que confianza. Lejos de demostrar preparación técnica, muchas de estas iniciativas carecen del respaldo de especialistas en seguridad digital, lo que pone en entredicho tanto su legitimidad como su efectividad.

En 2024, México se consolidó como el país más atacado de América Latina, según múltiples reportes, incluidos los de la unidad de investigación de SILIKN. La actividad sostenida de redes criminales demuestra que el país es visto como un objetivo estratégico por atacantes de todo tipo.

Esta situación responde a factores estructurales: un crecimiento acelerado de la infraestructura digital, fallas persistentes en los sistemas gubernamentales y corporativos, y un marco normativo débil. Esto convierte a México en un entorno altamente atractivo para actores como bandas de ransomware, grupos patrocinados por Estados, desarrolladores de spyware, wipers e infostealers, hackers independientes, APTs (amenazas persistentes avanzadas), ciberterroristas, hacktivistas, insiders (empleados desleales) y organizaciones delictivas que operan desde la dark web.

Todos ellos tienen un objetivo común: explotar vulnerabilidades para robar información, obtener beneficios económicos o ejercer presión política e ideológica.

Llave MX: ¿una herramienta útil o una plataforma expuesta?

En este contexto, la implementación de Llave MX —una plataforma que centraliza información personal y biométrica de millones de ciudadanos— resulta alarmante. Sin una estructura legal y técnica robusta, y sin capacidad de respuesta ante incidentes, Llave MX parece una iniciativa improvisada, débil y vulnerable ante las millones de amenazas digitales activas en el ecosistema global.

¿Qué pueden hacer los ciudadanos para proteger su información?

Ante la entrada en vigor de Llave MX, es fundamental que la ciudadanía fortalezca sus hábitos de seguridad digital. Algunas recomendaciones incluyen:

- Crear contraseñas seguras, combinando letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos.

- Activar la autenticación multifactor, si la plataforma lo permite.

- Revisar periódicamente las políticas de privacidad y los comunicados oficiales de la ATDT.

- Evitar el uso de redes Wi-Fi públicas al acceder a Llave MX.

- Monitorear la actividad en sus cuentas y reportar inmediatamente cualquier acción sospechosa.

El camino hacia la digitalización gubernamental no debe construirse sobre cimientos débiles ni a costa de los derechos ciudadanos. Para que herramientas como Llave MX sean efectivas y seguras, es imprescindible que su desarrollo esté guiado por principios técnicos sólidos, supervisión independiente y una legislación moderna que priorice la protección de las personas frente a los riesgos del entorno digital.

* Víctor Ruiz. Fundador de SILIKN | Emprendedor Tecnológico | (ISC)² Certified in Cybersecurity℠ (CC) | Cyber Security Certified Trainer (CSCT™) | EC-Council Ethical Hacking Essentials (EHE) | EC-Council Certified Cybersecurity Technician (CCT) | Cisco Ethical Hacker & Cybersecurity Analyst | Líder del Capítulo Querétaro de OWASP.

X: https://x.com/victor_ruiz

Instagram: https://www.instagram.com/silikn

YouTube: https://www.youtube.com/@silikn7599