Sarpullido y ardor en los ojos se hacen presentes: síntomas de contacto con espuma tóxica en Naucalpan, Estado de México

Vecinos de la colonia Nueva San Rafael, en el municipio de Naucalpan, Estado de México, comenzaron a experimentar sarpullido y ardor en los ojos tras el contacto directo con la espuma tóxica que cubrió sus calles luego de la inundación provocada por el desbordamiento del río Verde el pasado domingo.

La situación, que afectó al menos a 50 viviendas, ha generado preocupación entre los habitantes, quienes inicialmente confundieron la sustancia con granizo debido a su apariencia blanca y persistente.

La emergencia se desató cuando las intensas lluvias incrementaron el nivel de llenado de la presa Los Cuartos, lo que derivó en el desbordamiento del río Verde.

El agua contaminada y la espuma tóxica invadieron la colonia Nueva San Rafael, cubriendo calles y penetrando en los hogares. Los residentes, al percatarse de la magnitud del problema, se organizaron junto con los equipos de emergencias para intentar contener la situación y evitar que las aguas negras y la espuma continuaran ingresando a sus domicilios.

La escena resultó inusual para los habitantes. Al principio, muchos pensaron que la sustancia blanca que cubría el asfalto era granizo, pero con el paso de las horas notaron que no se derretía.

Al investigar, descubrieron que se trataba de una espuma de origen desconocido, cuya composición y nivel de toxicidad aún no se ha esclarecido públicamente. La presencia de esta espuma generó inquietud, ya que no sólo representaba un obstáculo físico, sino que también implicaba riesgos para la salud.

En redes sociales circularon videos que mostraban a varios vecinos adentrándose en la espuma, la cual en algunos puntos les llegaba por encima de la cintura. Estas imágenes provocaron críticas de algunos internautas, quienes interpretaron la acción como un juego irresponsable.

Sin embargo, los afectados aclararon que su única intención era retirar la espuma de las calles para proteger a sus familias y evitar mayores daños en sus viviendas.

“Solo intentábamos sacarla de las calles”, respondieron los vecinos a través de las plataformas digitales, desmintiendo cualquier intención lúdica.

La colaboración entre los habitantes y los equipos de emergencia resultó fundamental durante las primeras horas de la contingencia. Los trabajos de limpieza se extendieron por toda la colonia, con el objetivo de remover la espuma y el agua contaminada lo antes posible.

Las autoridades de los tres órdenes de gobierno se sumaron a las labores, proporcionando apoyo logístico y recursos para enfrentar la emergencia.

Entre las medidas implementadas, se instalaron módulos de vacunación tanto para los vecinos como para sus mascotas, con el fin de prevenir enfermedades derivadas del contacto con el agua y la espuma contaminadas. A pesar de los esfuerzos, los efectos adversos sobre la salud no tardaron en manifestarse.

Varios habitantes reportaron la aparición de sarpullido en la piel y ardor en los ojos tras haber estado en contacto con la espuma tóxica. Los síntomas, aunque en su mayoría leves, generaron alarma entre la población, que temía por posibles complicaciones.

Según información publicada por Grupo Multimedios, sólo una persona presentó complicaciones mayores y requirió traslado a un hospital para recibir atención médica especializada. El resto de los afectados recibió atención en el lugar para tratar los síntomas cutáneos y oculares.

La respuesta institucional incluyó la participación del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Naucalpan, que garantizó la entrega de desayunos, comidas y cenas a los damnificados hasta el viernes siguiente a la emergencia.

Las autoridades locales también anunciaron que permanecerán atentas a cualquier nueva afectación derivada de las lluvias, manteniendo un monitoreo constante en la zona para prevenir incidentes similares.